Nueva ciudad, nuevos crimenes.

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Al llegar a casa todos nos dimos una ducha y nos dirigimos a dormir, estábamos realmente cansados, esperábamos que mañana fuera un mejor día y que trajera mejores oportunidades y nuevas aventuras ya que era lo que más nos gustaba de la vida.

Fui el primero en levantarme al día siguiente al parecer eso se estaba haciendo costumbre de mi parte, por alguna extraña razón estaba teniendo insomnio así que el tiempo que tenía levantado antes que los demás lo trataba de aprovechar al máximo para así de alguna forma empezar a crear nuevos planes para nuestras aventuras.

Hoy fue un poco diferente mi historia mañanera ya que solo hice el desayuno para todos y les deje servido en la mesa para que pudieran comer entre ellos pero yo decidí irme en busca de nuevos objetivos por así decirlo que queríamos lograr junto con mi ¨familia¨ (así es ahora todos ellos son mi familia).

Me subí al auto y sin pensarlo dos veces aceleré y recorrí toda la ciudad en busca de nuevas cosas, al cabo de unas tres horas más o menos pude encontrar una tienda no muy grande pero sumamente acogedora tenia de todo hasta servían unos granizados deliciosos así que decidí entrar en aquel lugar y tomarme un granizado hecho a base del popular chocolate en esa tienda que según me decían era 100% cacao puro pero a la vez muy dulce, pues bien entre y le dije a la señora que estaba de turno ahí que me sirviera un granizado de chocolate, la señora se dio la vuelta para verme y de esa manera tomar mi orden cuando su cara se tornó un tanto sorpresiva y me dijo:

-Espere un momento joven, usted se me hace sumamente familiar ¿no lo había visto antes ya?

-Mmmm, pues la verdad no señora yo nunca la había visto antes.- Respondí un tanto asustado y sorprendido de aquella situación.

Luego de un silencio que parecía eterno la señora me sirvió el granizado que por cierto estaba delicioso pero ella no me dejaba de ver el rostro y mi forma de sujetar el vaso con mi mano derecha. Estando a punto de terminar mí granizado la señora gritó:

-Espere un momento joven ya sé de donde lo conozco, ¿podría decirme su nombre?

-Pues bien señora mi nombre es Clyde Ramsey ¿porque me lo pregunta? -Le respondí un tanto asustado ya que creí que nos había visto robar el banco la otra noche.

A lo que la señora contestó.

-Pues disculpe que lo quedara viendo tan fijamente por un buen rato pero había algo que se me hacía familiar en su rostro y su nariz aumento las probabilidades de reconocerlo aún más, gracias a que me dijo su nombre se exactamente porque se me hace tan conocido.

-Y pues podría decirme ¿porque?- Pregunté lleno de intriga.

- Esta bien se lo diré, yo soy la dueña de esta hermosa tienda/cafetería y pues antes de mudarme a Brooklyn vivía en un pueblo muy lejano a esta ciudad donde era sirvienta de la familia Ramsey es decir yo le serví a su familia y pues tuve la oportunidad de conocer a su padre y a su madre fueron las personas más amables que pude conocer en toda mi vida y estuve con ellos hasta que nació su hijo es decir usted, estuve con ellos hasta que cumplió los 3 años, su padre , su madre y usted eran la familia más alegre que pude ver, a pesar de que solo tenían un hijo pequeño sus padres eran realmente felices sin embargo decidí irme porque mi hija me ofreció comprarme un local mediano en Brooklyn para que alzara un negocio y ganara un poco más allá. Sus padres se negaron a que los dejara ya que les hacía mucha falta debido a que su madre era primeriza en esto de cuidar un niño así que decidí enseñarle los pocos secretos que sabía sobre cuidar un hijo antes de macharme, tengo los recuerdos más hermosos en su casa y esa nariz suya nunca la podre olvidar ya que es idéntica a la de su padre y su madre siempre se lo recordaba por eso pude reconocerlo.

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⏰ Última actualización: Oct 03, 2016 ⏰

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