Semidioses entrenando a magos

La humillación de Brown

P.O.V. Hermione

Después de que la directora me diera la placa de premio anual me fui del comedor, pero antes uno de los semidioses me dieron un poco de ambrosía. Me lo tomé mientras me dirigía hacia a "la torre de convivencia", lo sé, lo sé, un nombre poco meditado pero mi cerebro estaba cansado por todo lo sucedido y la creatividad estaba en huelga. Cuando llegué me dirigí hacia los cuartos de las chicas, busqué mi nombre sin fijarme en el del resto y entré. Localicé mi baúl y acomodé mis cosas en la cama que estaba al lado de la ventana. Cogí mi pijama y me duché. Después de secarme el pelo con un hechizo, preparé mi mochila para el día siguiente y cogí mi ropa muggle. Al parecer la directora había visto conveniente que me vistiera de una forma más cómoda para que mis ataques no llegaran a mucho. Agotada y aturdida me quedé dormida en la cama.

Note una luz en mis ojos he intenté abrirlos pero los deje cerrados para intentar entender unos murmullos que venían del cuarto.

-Alguna de vosotras sabéis como Hermione se hizo eso- la voz se le hacía familiar y agudicé el oído.

-No, no sabíamos nada Angy- ya había reconocido dos personas: La primera era Angelina Jhonson, era de la edad de los gemelos y antigua capitana y cazadora de Gryffindor. No compartíamos la misma simpatía por el deporte pero era una persona muy maja. La otra voz era imposible que no la reconociera, era la de mi mejor amiga Ginny. Sentí como todas miraban a una persona- Luna, ¿tú sabes algo?- preguntó Ginny.

-Si os digo algo Hermione me matará y no quiero reencontrarme tan pronto con mi madre- dijo Luna en su habitual tono soñador.

-Vale pero, ¿cómo es qué tú lo sabes y Ginny no? ¿No son Hermione y Ginny mejores amigas?- quién podía dudar de mi amistad con Ginny me pregunté.

-Yo lo sé por el simple hecho de que estaba allí cuando se lo hicieron Alice- dijo para mi sorpresa en un tono muy serio.

Parecía que estaban incomodando a Luna para que le dijeran como me hice las cicatrices así que, para sacarla del apuro, me removí en la cama e hice como si me acabará de despertar. Abrí los ojos lentamente y vi que todas me miraban, rodé los ojos internamente.

-Hola chicas- les dije con una sonrisa.

-Hola Herms- me contestaron a coro.

-Me alegro que me haya tocado con todas vosotras- dije con una gran sonrisa.

-Nosotras también- me dijeron.

Me levanté de la cama y ante la miradas de todas cogí mi ropa- ¿Alguien va a usar la ducha?- pregunté.

-Nosotras ya nos hemos duchado así que la puedes usar, no te preocupes- me dijo Angelina. Asentí y me metí al baño.

Cuando terminé de ducharme y ponerme la ropa me miré en el espejo. Llevaba unas convers blancas con los cordones naranjas fosforito, un jean azul claro ajustado y una camisa blanca también de mi talla con los primeros botones desabrochados. Me miré el caballo, había dejado de estar tan enmarañado como los últimos años y aunque aún lo estaba le daba un toque sexy como a Harry. Me coloque la placa de premio anual y el escudo de Gryffindor.

Cuando salí, mis compañeras aún estaban esperándome y al verme se quedaron con la boca abierta. Yo enarqué una ceja.

-¿Qué pasa?- pregunté- ¿Tengo monos en la cara?- dije divertida.

-Lo que pasa- empezó Ginny- es que estas... wow-

-Lo que quiere decir Ginny- continuo Luna con su sonrisa que tanto la caracterizaba- es que estas muy sexy- terminó. Yo me encogí de hombros.