Prologo

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Veo con pesadez el vaso lleno al tope de whiskey e instintivamente me lo llevo a la boca de un solo trago, cierro con fuerza los ojos mientras siento como una ráfaga de fuego pasa por mi garganta quemándome por dentro.

Esta noche quiero olvidarme de todo, de que existo, de que todo a mi alrededor no es real, y de él... Si pudiera arrancarme los sentimientos que tengo por esa persona, lo haría, porque no es bueno para mí y yo no soy buena para él, es más ni siquiera merezco sentir esto ¡Se supone que yo no tengo sentimientos! ¡Yo no amo a nadie! Y para mi muy buena suerte tiene que aparecer la persona menos indicada en mi vida. Me odio.

–Bueno ya es suficiente –Mariana quita bruscamente el vaso de mi mano pero alcanzo a tomar una botella de ron que esta sobre la mesa junto a unas latas de cerveza, empiezo a beber del pico llevando la punta de la botella a lo alto pero todo el líquido sale disparado de mi garganta al exterior haciendo que incline mi cabeza hacia adelante y apoyando ambas manos sobre mis piernas, vomite descontroladamente.

De pronto todo el lugar se empieza a tornar oscuro y justo cuando creí que me desvanecería, dos brazos me agarran por debajo de mi pecho. Al sentir ese tacto el corazón me palpita en un descontrol de emociones y me vuelvo completamente maniática, intento zafarme del agarre con brusquedad, no puedo dejar de patear y tratar de escapar de sus brazos, aquellos brazos...

– ¡Déjame, por favor déjame en paz ya! –no puedo controlar las lágrimas, esta vez ya no puedo fingir ser la chica dura, solo quiero llorar, solo eso.

Sus brazos me giran de modo que quede frente a frente y ahora sus manos me tienen de cada lado de mis mejillas. Una punzada al corazón sentí cuando la persona que me sostenía no era el, como pude ser tan estúpida.

– ¡Hey mírame! Yo no soy el ¿de acuerdo? ¡Soy Mariana! Y como tu mejor amiga debo llevarte a casa ahora porque ya te pasaste de la raya con esto.

Al oír lo último no puedo aguantar reírme y básicamente escupirle mis carcajadas en su cara ¿Ahora quien se cree? Ella simplemente no puede decirme que hacer y no hacer por el simple hecho de que sea "mi mejor amiga"

– ¡Yo no me voy a ningún lado ¿Entendiste?! Así que por mi parte puedes irte sola que yo estaré bien, gracias.

– ¿Puedes cuidarte bien _________? ¡¿Acaso ya olvidaste por quién estas así de borracha?!

Dejo de reírme y la encaro con rabia, con verdadera rabia.

–Yo no estoy así por el –dije la mentira más estúpida que he dicho en mi vida.

–Por qué no te metes en la cabeza de una vez que tu estas ena...

– ¡Cállate!

– ¡Estas enamorada de tu hermanastro!



HERMANASTRO | DIEGO VILLACISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora