—Tu Swift eres la única que puedes, romper mi alma, destruir mi vida, golpearme, lastimarme —ella se acostó en el sofa y dio un gritó desperada—No revivas los recuerdos y sufrimientos antiguos
—Entonces empezemos de nuevo
—Caímos en agujero del conejo
—En el pais de las maravillas,
—Te puedo ofrecer una amistad
El chico miró atento su rostro pero fruncio el ceño al pronunciar amistad, él y ella.
Río bajo—Tal vez en nuestro mundo paralelo podamos contruir una amistad
—¿Entonces no?
—Swift tu sólo puedes creer que podamos tener amistad—movió sus dedos para enfatisar amistad
—Probemos. Quiero intentarlo —sonrió
—Si es lo que quieres. ¿Que hacen los amigos que se aman?
—No nos amamos
El se acercó a ella poniendo una distancia mínima, lo suficiente para que su respiración golpeara con la de ella.
La besó sin pensarlo, solo estampó sus labios con los de ella, temia ser rechazado y posteriormente bofeteado, pero no ella le siguio el beso, Sus besos siempre eran desesperados porque sabían que cuando se terminara se terminaría.—Esté amor es bueno, este amor es malo —ella paso sus manos por su pelo
—Lo es
—Debes irte
La miró y bajo su mirada al suelo, camino por la puerta de salida, ella estaba parada en la entrada de la cocina, el chico abrió la puerta y levanto su mano como si fuera una saludo
—Adiós Amiga
—Adiós Amigo
.....
1989 rosas regadas en todo el departamente, algunos ramos sobre los sillones, rosas en floreros, en el suelo, en la sala, la cocina y habitaciónLas dos chicas se quedaron asombradas al entrar y una sonrisa se iluminó en la cara de la rubia al leer el pequeño letrero:
Felicidades Swift, 1989
—¿Tienes una idea de quien pudo haber sido? —preguntó su amiga tratando de llegar a un sofa sin pisar una sola flor
—Tengo una idea —contestó
—Es un bonito detalle
—Lo es
El cielo estaba amontonado de nubes, los árboles no tenian hojas, el día lucía triste.
Iban agarrados de las manos, caminaban hacía la casa de la madre de la chica. No había ruido.
—Sabes que no soy la clase de chico que demuestra su amor con regalos —el movia su mano como dos niño felices porque ya viene navidad — Pero un día te regalare muchas rosas, pero habra una que nunca se marchitara. Esa representara el cariño que tengo.
—Yo escribire canciones para ti, solo con buenos recuerdos.
—Sera un placer señorita Swift. Me sentire afortunado
—Yo ya me siento afortunada.La tarde prácticamente se la pasaron celebrando el éxito de su álbum. Estaba muy felíz, su esfuerzo y dedicación valió aún mas la pena. También su promesa.
Una hora después de que su amiga se fuera, decidió llamar al chico de las rosas
—Gracias —fue lo primero que se le vino a la cabeza
—No es nada. Lo prometí
—Yo tambien cumplí mi promesa.
—Lo se y me encanto, escuche cada una de las canciones y son asombrosas aunque algunas son más tristes que otras —el comentó
La joven observo una rosa más en su tocador, se levantó y la sostuvo en su mano. Una rosa de papel, la rosa que nunca se
marchitara—La rosa de papel —ella habló observando cada detalle como si nunca hubiera visto ninguna
—Ese detalle no se me iba olvidar —el comentó triste
—Sabes el filósofo Plutón consideraba que el amor era una enfermedad mental grave
—Y lo es —respondió —Es la peor de las enfermedades y no hay cura
—Somos nuestros propios héroes salvando nuestra mente y corazón
—Las cosas no duran para siempre lamentablemente me di cuenta de la peor manera
—Lo siento
—No hay culpa alguna
Ella sollozo al igual que él.
No se dieron cuenta en que momento el rio de sus ojos se desbordó.—¿Qué somos nosotros?¿Que mierda somos?¿No podemos hacer que esto dure? —él preguntó incrédulo
—Si no nos volvemos a ver y esta es nuestra despedida, se que nos encontraremos en otra vida —susurro con las lágrimas descontroladas
—¿Qué quieres decir con eso?
—No se en que momento me iré y y tampoco se en que momento te irás, nuestra vida es complicada y nunca van a coincidir, tu estas al otro lado del mundo y yo al otro
—Recuerda que el mundo es redondo.
—Encontraras a alguien que te ame no se si más que yo, pero estoy segura que tu tambien la amaras. Y te daras cuenta que tendrás tu cuento de hadas
Colgó
No quería escuchar
Sabía que ambos corazones se estaban rompiendo
Podía elegir entre extrañar o llorar
Quizas las dos cosas.