Duermo dando vueltas en la cama, intranquila. Apenas han podido pasar más de un par de horas desde que me dormí cuando me despierto sobresaltada por una pesadilla más vivida de lo que me gustaría. El ruido que provoca el viento al golpear contra la persiana de madera que protege la ventana de mi habitación y la lluvia que arrecia afuera tampoco sirven de mucho para tranquilizarme.
Toco mi pelo y lo encuentro mojado, enredado y lleno de ramas y hojas, entonces recuerdo el sueño. Era de noche y caminaba somnolienta, como en una especie de trance por el bosque que rodea mi casa, mientras una fuerte lluvia, como la que hay fuera, caía sobre mí. Buscaba algo, pero no recuerdo el qué. Llevaba meses soñando lo mismo: siempre estaba en el bosque y buscaba algo. Pero esta vez tengo la sensación de que fue diferente, esta vez lo encontré.
Aparto la sábana y, al hacerlo, distingo manchas de barro sobre la tela blanca de mi camisón, pero lo que llama mi atención son los tonos carmesíes que se entremezclan con el barro. Es... ¿sangre? Intento recordar cada detalle del sueño, que cada vez me parece más real. Corro al baño, abro el agua caliente de la ducha y me siento debajo del chorro sujetando mis piernas, sin molestarme en desvestirme si quiera. Froto el camisón intentando quitar las manchas que lo cubren. Mientras trato de limpiarlo observo que en mis brazos tengo varios cortes profundos. Sin embargo, al centrar mi atención en ellos, veo como las células comienzan a regenerarse a una velocidad vertiginosa.
Salgo de la ducha más confusa que cuando entre, en ese momento una sensación de sopor me golpea como si llevase meses sin dormir y mis párpados comienzan a resultar pesados sobre mis ojos. Antes de quedarme dormida voy a mi habitación. Consigo ponerme a duras penas ropa seca para tratar de calentarme y dejar de temblar, aunque sea solo por un instante. Me tumbo en la cama y me tapo con las mantas lo máximo que puedo, sintiendo un frío terrible a pesar de ser pleno verano. Necesito saber qué es lo que ha pasado exactamente, la zona exacta en la que estuve vagando y si todo es parte de mi imaginación o de verdad ha ocurrido. Ese es mi último pensamiento antes de que Morfeo reclame mi consciencia.
(...)
Despierto despeinada y cansada, muy cansada. Me miro en el espejo intentando corroborar si todo lo de anoche fue solo una pesadilla o de verdad pasó. No encuentro ninguna herida en mi cuerpo y por un momento siento un gran alivio al pensar que tal vez sí lo soñé. Muy a mi pesar, este alivio solo fue momentáneo puesto que en el suelo sigue el camisón con las manchas de sangre que no logré eliminar y el cuarto de baño se encuentra patas arriba por mi apresurada ducha nocturna. Me visto deprisa, cojo una mochila con cosas que pueda necesitar y decido ir a buscar lo que sea que encontré ayer.
El día ha amanecido soleado y caluroso, aunque con cierta humedad en el ambiente producto de la tormenta nocturna. El suelo está lo suficiente embarrado como para que resulte sencillo seguir cualquier pista. Sin saber que rumbo debo tomar dejo que mi instinto me guíe. Camino lo que me parecen 100 metros en dirección noroeste desde mi casa adentrándome en el bosque. Voy mirando al suelo por si veo algún rastro de sangre o signos de pelea que puedan servirme como guía durante el camino. Al avanzar encuentro un camino de huellas extrañas, parecen de lobo, pero son demasiado grandes. En el interior de la huella, mezclado con barro, logro distinguir el color de la sangre así que decido seguirlas. Las huellas se acaban y yo estoy perdida, me paro en el sitio y levanto la vista del suelo, a lo lejos veo un bulto inusual junto a un árbol y decido acercarme para averiguar que es.
A medida que me acerco comienzo a temer que sea un cuerpo humano y ese miedo se confirma cuando me paro justo delante de un cadáver que me atraviesa con su mirada de ojos vidriosos y sin vida. Es un chico joven, de unos 23 años y está cubierto de sangre y barro, como yo anoche. Me paro un instante a observar su rostro, pero no me resulta familiar. Sigo bajando la mirada, lo han degollado y tiene desgarrada la mitad del cuerpo, desde el pecho hasta el estómago, dejando a la vista todos los órganos. El estómago se me revuelve cuando me percato de que tiene heridas como las mías y no parecen hechas por un arma. Parecían producidas por algún tipo de animal.
Mi cuerpo deja de someterse a mi voluntad y empieza a temblar frenéticamente presa del miedo. Me arrodillo junto a un árbol y vomito, mitad consciente de lo que me rodea y mitad en un estado de shock.
Me quedo horrorizada cuando un pensamiento cruza por mi mente: ¿Se lo habré hecho yo?
Holaaaa. Os dejo el prólogo editado y mejorado. Es un poco más largo que antes pero mantiene la trama. Espero que os gusteee :)))
He decidido que haré las publicaciones los domingos, generalmente por la tarde, espero mantenerme. En caso de no poder escribiré una nota de autor para informaros. Si comienza a leer mucha gente esta historia me plantearé crearle una cuenta de instagram donde poder informaros y eso, pero eso está por decidir.
Nos leemos pronto. Muchas gracias por leer <3
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¿QUE ES LO QUE SOY?
Fantasi-Cariño tu eres especial. -¿como que soy especial,mami? -no eres como los demás niños. -y sino no soy como los demas, ¿que soy?