Café

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Era madrugada cuando todos decidieron que era momento de marcharse y dejar a Norman con la tarea de ordenar su propio departamento, eso no era un mayor obstáculo si estaba Emily con él además esa humildad de quedarse a ayudarle por educación o por lo que fuera se lo iba a agradecer porque no tenía muchos ánimos de ordenar todo eso él solo hasta Juliette se había marchado pero no Emily, ella seguía ahí poniendo todo en orden.

-Se supone que en la reunión conocería a todos mis compañeros y al único que conocí fue a ti -comentó ella mientras echaba varias copas al lavaplatos.

Norman se lo pensó mejor, era cierto ellos dos habían estado apartados a todo momento del resto de sus compañeros.

-Tendrás que conocerlos en otra ocasión -se encogió de hombros mientras prendía la aspiradora.

Emily cuidadosamente observó una fotografía en la cuál aparecía el dueño del departamento con un pequeño niño que tenía un obvio parecido al mayor, sintió la ternura pasarle por debajo de la piel ¿Por qué ese niño no estaba ahí? Quería preguntarle muchas cosas a Norman, pero apenas lo conocía así que no quería dar impresiones de chismosa o algo parecido. De igual forma preguntó con cuidado de no parecer una entrometida.

- ¿Quién es? -indicó la foto y Norman apagó la aspiradora.

Él esbozó una hermosa sonrisa, como le gustaba presumir de su hijo a los demás porque lo adoraba y creía haber sacado la loteria con ese niño. Tomó la fotografía entre sus manos y con las puntas de sus dedos recorrió el rostro del niño, como lo extrañaba aunque ya faltaba la nada misma para verlo y tenerlo para él solo, pero le parecía que una semana y media era la nada misma para disfrutar a su pequeño.

-Mingus, mi hijo -explicó con orgullo y vio nacer la sonrisa de Emily.

-Es precioso -suspiró- ¿Estás casado?

Emily casi se auto golpea porque no quería preguntarlo, pero su boca había cobrado vida propia y esa pregunta había salido a flote causando tensión en el ambiente.
Norman estaba un poco incómodo porque no era precisamente con la persona que quería hablar de Helena, mucho menos para decirle que hace poco lo estuvo pero que no había problemas porque el trámite de divorcio ya había salido de tribunales con éxito.

-No -se mordió los labios- Estoy divorciado.

Emily se mordió la lengua, no quería preguntar nada más pero su cabeza era algo así:

¿POR QUÉ? ¿¡Por qué!? ¿PoR qUé? ¿Qué pasó con su hijo? ¿Estás bien? Lo siento, lo siento, lo siento. No debí preguntar.

-Lo siento -salió finalmente- No debí preguntar.

Norman le dio una sonrisa y volvió a dejar la fotografía en su sitio, el trabajo de ordenar siguió en pie mientras Norman echaba algunas bromas que hacían a Emily reír como nunca lo hizo. De pronto antes de que el sol saliera estaba todo en perfecto orden y ellos más cansados que nunca, entonces Simon llegaría por Emily el momento de decirse adiós se hacía presente.

-Fue un placer -suspiró Emily- Nos veremos pronto.

Norman asintió.

-Nos veremos pronto -repitió- Emily.

A Emily jamás se le olvidaría la manera en que Norman dijo su nombre, fue como una caricia que jamás recibió... Se sintió complacida y definitivamente supo que Norman se convertiría en un gran aporte para ella en la vida porque nadie va por la vida haciendote sentir tanto con sólo mencionar tu nombre. Sonrió y corrió escaleras abajo en busca de su carruaje, la fiesta terminaba a media noche y la cenicienta ya se había tardado cuatro horas en marcharse.

El trasfondo de Kinney - NormilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora