¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nadie sabe qué fue exactamente lo que ocurrió, lo único que se sabe es que a la noche anterior Lillian le pidió un deseo a una estrella fugaz y desde eso su vida comenzó a cambiar.
Mientras las manecillas del reloj avanzan, el reloj de vida de Lillian retrocede. Nadie parece darse cuenta hasta que lo inevitable llega; misteriosas fuerzas se han confinado en el cuerpo de la adolescente haciéndole recordar con el crujir de sus huesos que todo deseo por mínimo que sea tiene un precio, pero detrás del dolor se esconde una sonrisa tan macabra que te hará erizar de pies a cabeza. Pero la más angustiosa pregunta no es cuál fue el deseo de Lillian, sino, quién está habitando dentro de ella.
***
Historia participante del concurso "Manecillas y estrellas fugaces" de ZelaBrambille
