Carta Seis;

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Mientras escribo esto, estoy comiendo camarones a la diabla y, oh Dios, me estoy enchilando pero no puedo dejar de comer, son tan ricos que quiero más; sólo espero que mamá quiera darme.

El castaño se acercó a su madre con una sonrisa en su rostro.

—Mami —le habló el castaño abrazándola.

—Sólo guarda un poco para tu padre —fue lo único que contestó y se alejó, saliendo de la cocina.

—¡Te quiero mami! —gritó sirviéndose nuevamente y dejando la carta ahí.

liam ;; cartas a la comidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora