¿Hermanos O Enemigos?

Es mi culpa

Ahora me encontraba yo, en la sala de espera, con el celular de Ace en mis manos, no me habían dicho absolutamente nada, esperaba a mis padres al parecer ellos sabían de qué se trataba y me lo contarían. ¿Acaso era mi culpa? ¿Por qué todo lo malo me pasaba a mí? Justo cuando tenía un hermano mayor pasaba esto.
El móvil de Ace vibro, lo mire y una lagrima comenzó a escurrir sobre mi mejilla… volvió a vibrar ¿Debía responder? ¿O debía esperar a que Ace se despertara? Aun no comprendía nada de la situación en la que estaba, quería respuestas, quizá su móvil tenia algunas respuestas, lo desbloquee y note un mensaje de Marco.
“Ace ¿Cómo te encuentras?... Responde ¿estás bien?”
No está bien –respondí como si el me escuchara, volvió a vibrar- “Vamos Ace, no es gracioso, se lo que te dije pero no es para tanto, responde”

Marco no dejaba de enviar mensajes, no había notado que arriba había aún más mensajes, así que comencé a subir más y más a la conversación de mi hermano con ese tal Marco, por lo que alcanzaba a leer algunos solo se repetían “¿Cómo te sientes hoy?” “¿Estas bien?”
Llegue al Lunes 20 de abril comencé a leer.

-Marco no me siento nada bien
-¿Quieres que valla por ti?
-Sí, mis padres no están, necesito ir al hospital
-Llego en 5 minutos, respira hondo y no te alteres, por favor amigo aguanta estoy en camino.
-Gracias Marco

Jueves 23 de abril

-Buenas noticias, me dijeron que ya tengo donador –carita feliz-
-¿De verdad? ¿Cuándo te operan?
-Probablemente dentro de 3 días, estoy tan feliz
-Me alegro amigo, mereces vivir

Domingo 26 de abril

-Marco estoy asustado, quiero llorar
-¿Qué sucede Ace? ¿No deberías estar en el hospital?
-Sucedió algo horrible, el donador no es compatible conmigo, se equivocaron
-Vamos Ace tranquilízate un poco te harás daño, iré para allá
-Te espero

Mayo 20 miércoles

-Estoy deprimido, me siento muy mal, no me gustaría morirme pero, creo que ese es mi destino, gracias amigo por todo
-Espera ¿qué dices? ¿Qué harás? ¿Por qué te estas rindiendo?
-Simplemente no fui hecho para vivir, sabes es mejor que me muera de una vez, no tiene caso ya me lo han dicho no pasare de los 18
-No te rindas, veras que encontraras un donador
-No ya no tengo esperanzas quiero morir
-Ace no digas tonterías, ¿Estás en tu casa?
-Sí, estoy solo, moriré solo
-Tranquilízate, voy para allá

Lunes 22 de junio

-Marco vallamos a algún lado
-¿A dónde?
-A un antro
-¿Estás loco? ¿Te das cuenta de tu situación?
-Tranquilo unas cuantas copas no me harán daño
-Si, porque para ti, unas cuantas copas son 3 botellas de sake
-Da igual, de todas formas me voy a morir no tiene caso
-De nuevo con lo mismo, me preocupas, ¿De verdad ya perdiste las esperanzas?
-Ya te lo había comentado antes, ¿Vamos o no?
-No me hare responsable de lo que te pase
-No te estoy pidiendo eso

27 de Junio Sábado

-Marco ayúdame, me siento muy mal, estoy a punto de morir
-Ace, tranquilízate voy para allá

Las lágrimas comenzaron a fluir constantemente mi hermano estaba consciente de que iba a morir y aun así no me había dicho nada, ¿Por qué? Si me lo hubiera dicho antes quizá nada de esto estuviera pasando.

Un médico se acercó a mí- ¿Familiar del joven Portgas?

Sí, soy su hermano menor –seque mis lágrimas-

¿Aun no llegan sus padres?

No, doctor dime que le pasa a mi hermano

No estoy seguro de… -lo interrumpí-

Solo dímelo –exclame-

………………………………………………..........

Salí del hospital y corrí sin dirección alguna, mi hermano, mi hermanito estaba muriendo lentamente…
“El señor Portgas, nació con un pequeño tumor en el corazón, fue diagnosticado justo cuando cumplió los 7 años, para ese entonces el tumor ya estaba desarrollándose, durante todos estos años estuvimos en busca de un donante, lamentablemente no se ha podido encontrar alguno, que sea de su misma sangre, o que tenga autorización de algún familiar, lo que podemos hacer ahora es colocarle un dispositivo que le alargara la vida unos cuantos años más, pero el joven quiere que lo dejemos así, no quiere sufrir más, así que necesito a sus padres”
En ese entonces me quede paralizado, si mi hermano no encontraba un donante, yo mismo le daría uno, después de todo era mi sangre y no podía abandonarlo.
Seguía corriendo, sin para de llorar, no soportaba esta idea, tenía tanto miedo, me sentía una persona repugnante, después de todo yo le había deseado la muerte, ahora se me cumplía.
Corrí sin fijarme donde me paraba, tropecé algunas veces, pensaba en alguna solución, el semáforo estaba por cambiar de color, no me di cuenta un auto me golpeo.

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ya tenemos donador: P espero les haya gustado ^^ es corto lo se pero... aun me falta mas historia por eso los dejó asi  T_T asi que espero me entiendan xD

ありがとうございます！！