¿Hermanos O Enemigos?

No sabes cuanto espere esto

*LUFFY*
Desperté gracias a aquel delicioso aroma que se encontraba en el aire, un aroma que no había olido hace mucho tiempo, me levante a ver de qué se trataba seguramente mi madre preparaba algo delicioso para Ace, no tenía caso que fuera después de todo nunca me invitaban nada.
Baje las escaleras y me asome a la cocina, mi sorpresa fue quien cocinaba, por primera vez lo veía prepararse algo de comer, sin depender de mi madre. Me dirigí a la nevera a revisar si había algo de leche para mi cereal, y así fue, la tome y tome un tazón listo para ser llenado por mi delicioso cereal.

¿Qué haces Luffy? –Pregunto volteando a verme-

Preparo mi desayuno ¿no estás viendo? –Tome asiento dispuesto a servirme-

Espera, te deje hotcakes en aquel toper –lo señalo con la pala con la que mesclaba su comida-

Mire aquel toper, tenía escrito Ace- Es tuyo, no tengo permiso de tomarlos –mi estómago rugió-

Vamos Luffy le he puesto mi nombre para que nuestros padres no los comieran –sonrió-

¿De verdad puedo tomar uno? –pregunte confundido-

No, todos son tuyos, come que en 30 minutos nos vamos –dijo comenzando a elaborar su bento-

¿Qué hora es? –Pregunte comiendo un hotcake-

Casi las 7 AM –se quitó el mandil que llevaba puesto- voy a arreglarme

Esta bien –seguí comiendo mis hotcakes-

Me preguntaba dónde estaban mis padres, ¿Por qué Ace estaba cocinando? Y lo más importante ¿Por qué me había guardado de comer? Él nunca lo hacía siempre que mamá le preguntaba si quería que le cocinara de mas, él decía que no, que se desperdiciaría la comida, así que solo le pedía lo que él iba a comer, sin importarle si estaba yo enfrente de él.
Subí a mi habitación a arreglarme había recordado que hoy tendría hermano mayor, eso me ponía feliz en parte, por la otra parte me molestaba ya que yo lo odiaba y seguramente se aprovecharía de eso. No quería pensar así, pero eso es lo que ellos habían conseguido en mí, los odiaba que no podía confiar en ellos, y aunque Ace había hablado bien conmigo ayer, no era suficiente para que yo confiara en el. No le di tanta importancia, ya que si lo hacía no podría disfrutar de mi día junto a él.

El timbre sonó, me dirigí abajo a abrir, ya estaba listo así que no tenía problema de atender a quien fuera que molestara tan temprano.

Abrí la puerta- ¿Se encuentra Ace? –pregunto un hombre alto de cabellera rubia, ojos azules y algo de barba, con cierta somnolencia-

Él está arriba arreglándose –dije sin dejar de mirar aquel pendiente que llevaba en la oreja izquierda-

No sabía que tenía mayordomo, como sea lo esperare en el auto –dijo y se marchó a aquel deportivo blanco-

No soy su mayordomo –grite y cerré la puerta, *Que tipo tan molesto* pensé, tome asiento en el sofá esperando a Ace, mientras coloque una botella con agua en mi mochila y unos cuantos dulces que había comprado en una tienda cerca del colegio, en eso Ace bajo-

¿Estás listo? –Pregunto acercándose a mí con una maleta-

Si, por cierto Ace afuera hay un sujeto molesto que te busca

¿Un sujeto molesto? -se acercó a la puerta y la abrió, yo me acerque a ver qué pasaba-

Hey Marco –le llamo, ¿Con qué este sujeto era el tal Marco? con quien mi hermano solía hacer trabajos, él era quien no me permitía estar con el-