Los segundos se lanzan
desde algún edificio sin final,
estrellándose en un abrir y cerrar de ojos
convirtiéndose una vez más
en recuerdos devorados por el destino.
Me seduce el vértigo
con tus besos escalando alto,
en tus brazos girasoles,
acabemos con la primavera de asfalto.
Hazme ser libre entre tus muslos,
guerra y paz contigo,
mis caricias escriben "te admiro".
Nos sofocamos y jadeamos en tu cama,
el mundo hace festín de larvas,
ocultémonos en el rincón donde el amor
no se demuestre con firmas...
y sea libre de pactos,
en aquel lugar que no exista el tiempo.
Destruyamos el reloj acabemos con el temporizador,
rebotando en mi sin principio ni fin,
en la ausencia de horas y minutos
acaba con la rutina de mi mundo,
llévame y suéltame en lo más hondo,
entiérrame en tu corazón
apaguemos el tiempo, destruyamos el reloj.