Zayn:
Hoy no quería ir a el salón de mis amigos ni siquiera un rato, no quería ver a aquél rubio, sin embargo, tenía la pequeña necesidad de mirar sus blancas mejillas sonrojadas y sus bonitos ojos azules. Entré y ahí estaba él, supongo que no me notó llegar porque ni siquiera se inmutó, después de un rato su mirada se cruzó con la mía y me sorprendió que se levantara a la par de su amigo castaño y saliera del salón, ignorándome por completo.