AC Syndicate: Despues De Starrick

Nuevas Caras

Evie

~~ Jacob... ¿Donde estarás? ~~ ya habíamos llegado a Crawley, o por lo menos a la zona exterior del pequeño pueblo.

Sé demasiado bien que el querrá estar solo un rato más, pero tenemos que ocuparnos de esto porque por lo que sabemos, podría ser una traición peligrosa para la Hermandad de Asesinos en Inglaterra.

-- Henry -- llamé al hindú.
-- Si, ¿dime? -- me respondió cortésmente.
-- Necesito que me ayudes a buscar a Jacob.... ya estamos llegando -- le dije intentando tapar lo nerviosa. Ya me tenían harta estos malditos nervios.

Él asintió y se fue hacia el fondo del tren, mientras que yo al frente del mismo.

((.....))

Luego de unos minutos investigando el paradero de mi hermano sin ninguna noticia, vino trotando hacia mí Henry, diciendo que Phillip, para mi suerte, desapareció.

-- *Cierra los ojos y respira profundamente* N-No importa, dejemos que se crea el gracioso escondiendose cómo gallina. Es más importante buscar a Jacob -- dije gritando para mis adentros como si se me hubiese escapado un detalle en un plan.

-- No tienes nada sobre él, ¿no? -- me preguntó un poquito, apenas notable diría, preocupado.
-- No, nada -- miré a nuestro alrededor, dándome cuenta que estábamos en la estacion de trenes de Crawley.

Habíamos llegado.

Jacob

Bajé del tren al notar donde me encontraba: en Crawley nuevamente.
Esos nervios de esta madrugada cuando hable con Evie todavía están conmigo, lamentablemente.

Empecé a buscar señales de Henry o de Evie, pero nada.
Nada, hasta que diviso a una joven Asesina salir del mismo tren que yo con un traje azul marino oscuro. Esta, seguida de otro Asesino pero de blanco, ambos con sus respectivas capuchas.

Me puse la mía y me les acerqué.

-- ¿Me extrañaron? -- dije con mi tono burlón, el cual ocultaba mi tristeza por lo ocurrido hace unas horas.

--...-- espere algún tipo de regaño, pero solo oí el sonido de los trenes que partían.
-- Hey, habla -- exigí.

Se detuvieron y me vieron.
Ninguno de los tres le podía ver la cara a los demás.
-- No eres de aquí ¿o me equivoco? -- me dijo ella.
-- Te equivocas, chica -- sin duda no era mi hermana.

--*Mira a Jacob de pies a cabeza* Tú debes ser Frye, ¿no? -- me preguntó sacando su capucha. Su compañero copió su movimiento en cuanto le afirme mi identidad, intercambiando mi capucha por mi sombrero de copa de siempre.

-- Un gusto. Me llamo Perla y el es mi primo, Samuel -- los parientes estrecharon sus manos con la mía.
-- Encantado -- dije sonriendo.
En ese momento estaba por llamar a mi hermana, pero recordé que ni idea tenía de donde estaba.

Me puse a buscar con la mirada a mi alrededor.
-- ¿Sucede algo? -- dijo Perla.
-- No, nada importante, solo que no sé donde están mi hermana y Henry --.
Los vi bajar y charlar entre ellos.

-- Allí están -- dije sonriendo nuevamente.
Perla y Samuel giraron sus torsos para ver a donde yo lo hacía.
-- ¿Ella es tu hermana? -- preguntó Samuel.
-- Si, pero... -- estaba por decir "...tiene novio", salvo que recordé que no le gusta que todos sepan si tiene o no pareja.
-- ¿...Pero? -- dijo intrigado por mi tardanza.
-- No... no lograrás que ella se fije en ti, si es eso lo que quieres -- Samuel se bajoneo un poco en cuanto dije lo último.

-- * Esto no lo escucha Jacob por la distancia* Mira, allá esta Jacob -- dijo Henry hacia donde me encontraba.
Ambos se empezaron a dirigir hacia mí.

-- Hey, ¿Donde has estado? -- dijo, para luego dirigir su mirada hacia, para ella y Green, un par de Asesinos desconocidos.
-- Evie, Henry, ellos son Perla y Samuel -- presenté a ambos pares.

-- Evie Frye, ¿no? -- dijo Perla.
-- Exactamente, señorita Perla... -- empezó sin saber como terminar mi hermanita.
-- Wells y él -- refiriéndose a su compañero -- es mi primo, Samuel Flügel, proviene de la Hermandad Alemana -- dijo para finalizar.
Evie sonrió de respuesta mirando a Samuel.

-- Él es el señor Henry Green, -- dije empujando al mencionado un poco desde los hombros -- lo conocimos en Londres y fue de gran ayuda contra Starrick -- Jacob, no fue tampoco tanta ayuda, solo unos documentos -- Pero nos ayudaste, ¿a que si lo hizo, Evie? -- dije para cortar la cadena de interrupciones entre ellos dos.

-- Lo siento, Henry, pero es cierto. Nos fuiste de gran ayuda y dudo que no vuelvas a serlo en un futuro -- dijo la antes mencionada, apoyando su mano sobre el hombro de él, haciendo el sonrojo de éste.

Se hizo un pequeño rubor en los pómulos de mi "hermanita". Apenas se notó gracias a la poca luz de esa hora de la mañana.

Salvada por la luz, quien lo diría.