La Verdad

Capitulo 6

Abro mis ojos y miro el reloj, son cerca de las 7:00 pm, creo que me quede dormido por un rato.

Sin embargo todas mis preocupaciones vuelven a mi, típico de cuando te despiertas, no duras ni cinco segundos cuando te viene a la cabeza todo lo que tienes que hacer en el día, lo que hace que quieras seguir durmiendo.

La fiesta, no se como se me pudo ocurrir decir que lo intentaría a Michael, si pudiera regresar en el tiempo le diría que no desde que me lo pregunto, ahora, ¿como le diré eso, después de que le defendió a capa y espada de John?

La fiesta es mañana en la noche, así que, si en verdad quiero ir tengo que convencer a mi tía a como de el lugar.

Me quito la ropa que me puse para ir a la escuela y me pongo algo mas cómodo, una camisa con el logo de Guns n' roses estampado en el pecho y unos pantalones livianos que me tejió mi abuela hace mucho, y voy directo con mi tía.

Estaba sentada leyendo un libro de superación personal o algo así. Mi mente rogaba por no tener que preguntarle y regresarme a mi habitación. Y cuando menos lo esperaba, ya estaba hablándole.

-Tía, tengo que preguntarle algo- me anime a decirle.

-¿Que quieres, Oliver? - me pregunto de una forma algo seca y brusca, nunca apartando la vista de su preciado libro.

<<es ridículo, tu bien sabes que jamas te dejara hacer algo que te divierta, así que mejor regresa de donde viniste, toma el teléfono y dile de una vez a Michael que no podrás ir>> me dijo una voz en mi cabeza, muchos dirían que es la consciencia. Decidí ignorarla, ya que, si hacia eso, seria algo muy egoista de mi parte.

Me arme de valor y por fin se lo dije:

-Quería pedirle permiso para ir a una fiesta.

Mi tía soltó una risita, cosa que hizo que perdiera cualquier esperanza que tenia hacia mi causa.

-¿Que te hace creer que le daré permiso al jovencito que no tiene respeto hacia mi autoridad en esta casa?¿Acaso crees que se me olvida tu castigo por la vez que ofendiste a mi hijo levantándole falsos testimonios?

-En resumen, eso significa que no, ¿verdad?- le pregunte, ya que estaba demasiado enojado como para pensar en las consecuencias.

-Exacto, significa un completo NO- me respondió, haciendo énfasis en la ultima palabra.

Puse los ojos en blanco y me diriji a mi habitación, mañana pensaría en una manera de solucionar mi situación, por el momento estaba muy cansado.

Al día siguiente hice mi rutina de todas las mañanas y fui al autobús, ahí estaba Michael, sentando en el lugar de siempre.

Me acerce y senté, rezando por que no me preguntara de la fiesta.

Sin embargo, mis suplicas fueron en vano.

-Ey, Oliver, ¿Convenciste a tu tía?

Me recargue en el asiento, poniendo mi cabeza en su orilla, haciendo que volteara hacia arriba.

-Creo que no Michael, los dos sabíamos que nunca podría convencerla, y sabes que no se me da lo de rogarle a una persona.

Michael asintió y puso su vista enfrente, un poco afligido.

De repente, sus pupilas se dilataron e hizo una cara de asombro. Eso me recordó a las expresiones que hacen en las caricaturas cuando alguien tiene una idea "brillante" y le ponen un foco encendido encima de la cabeza para "demostrarlo" ante el publico.

- ¿Que tal, si ella no se enterara?- me pregunta, creo que ya entendí al punto al que quiere llegar.

-¿Me estas insinuando que me escape a media noche de mi casa?

-Exacto, según tengo entendido, tu tía nunca entra a la habitación, cosa que nos favorece, porque no se dará cuenta cuando salgas ni cuando regreses. Lo único que tienes que hacer es cerrar la puerta, esperar a que sean las 10:00, ya que la fiesta empieza a esa hora pero no nos queremos ver puntuales, te vistes, abres la ventana, te escabulles en ella y listo. Yo estaré esperándote una calle atrás en el auto de mi padre.- me dice, tengo que admitir que su idea es muy buena.

Por mas que analizo, no encuentro algo que podría salir mal en su plan.

-Mmm, de acuerdo, pondré en riesgo mi estadía en mi asombrosa habitación por ti, ya que si mi tía me descubre, me mandara a dormir directo a la alacena, como en Harry Potter.

-¿Ves? A veces es bueno arriesgarse por un rato de diversión y romper la rutina- me dice dándome un golpecito en el hombro.

-Pero, no hemos pensado en algo

-¿Que cosa?- me responde.

-¿Acaso tu padre no ama mas que a ti a su auto? ¿Crees que te lo prestaría para ir a una fiesta llena de pubertos con las hormonas alboratadas?

-No te preocupes por eso, también haré que el nunca lo sepa...