Dance With The Devil;

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«Aquí estoy, sin ayuda y dado por muerto.»

¿Que era ese sonido?, podía sentir el ruido de muchas cosas a su alrededor. . .Pero, ¿Eso era comparado al dolor que sentía?, podría jurar que cada músculo de su cuerpo se tensaba con solo moverse unos tantos cm haciendo que encurvara su espalda totalmente adolorido y sufriendo una agonía que nunca en su vida pudo haber experimentado. ¿Eso era un castigo?, su última pelea había sido un castigo que su mismo“Dios" le dijo que seria tormentoso para el.

Mentiras, el dolor físico era temporal, tarde o temprano tendría que retirarse de su cuerpo para dejarlo moverse tan tranquilo como siempre lo ha sido, es más, el dolor físico nunca duraba mas de 2 minutos en su cuerpo bien perfeccionado, ¿Cuanto tiempo llevaba así en esa pose?. A lo lejos escuchó unas pequeñas risas infantiles que hicieron poner a su piel totalmente irritada haciendo que todo su cuerpo tuviera una ligera corriente eléctrica por ese desagrado, ¿Risas?

Sin dudar un segundo mas, decidió abrir sus ojos para encontrar el entorno donde se rodeaba, ¿Pero que carajos?, encima de el se encontraba un techo completo de azul claro, con algunos alborotos blancos que parecieran algodones esparcidos por todos los lados de ese misterioso techo que se posaba encima de el, pero peor aun, ese detestable sentimiento de la luz que desprendía de un enorme foco que iluminaba todo a su alrededor le hacia poner de malas, había aprendido a vivir en el calor, pero este calor era diferente, “Ese es el sol, y lo que esta encima tuyo es el cielo, en el cielo hay nubes".

Pero que rayos era esa voz de su cabeza, sin duda ya estaba delirando, ¿Delirar?, Ja, pero que hechizo habrán usado esta vez. Dejo de observar a aquello que llamaban cielo para mirar a su alrededor, cada vez que se formulaba una pregunta de lo que le rodeaba su mente le respondía, pareciera que esta se estaba “Adecuando" a esa nueva dimensión en la cual se encontraba atrapado por un castigo, ¿Como se llamaba?, Cho KyuHyun, un demonio encargado de hacer sufrir a muchas personas en vida, muerte y sueños.

«Cierra tus ojos, muchos días pasan.
Es fácil encontrar lo que esta mal, es mas difícil encontrar
lo que esta bien.»

Estaba dispuesto que cuando encontrara la manera de regresar a su sitio de trabajo, se encargaría de llegar hasta donde se encontraba ese idiota de KangIn para darle un gran puñetazo en esa jodida cara, seguro este se estaría mofando de risa en su lugar en el cual nunca hacia nada. Ese seria la misión que tendría de ahora en adelante en su misera vida. Se sentó olvidando el dolor que sentía en esos momentos mientras llevaba sus manos a su cabellera para hacer que sus dedos se perdieran entre esas hebras castañas, era obvio que le dolía la cabeza, si cayó en ese lugar, seguramente cayó de espalda o de cabeza, otra razón mas para darle otro puñetazo a KangIn.

Cerró sus ojos mientras se perdía en sus pensamientos, estaba claro que estaba en el mundo humano, estaba claro que cualquiera lo vería como humano, nadie notara las alas negras ni menos los supuestos cuernos que sobresalían de los lados de su frente, también sin olvidarse de sus ojos rojos como la sangre y sus dientes afilados y largos cual demonio.

Para permanecer en ese mundo era fácil, ningún ser humano podía ver su apariencia real a no ser de que en su interior el nivel de oscuridad fuese impresionante, sabia que el mundo de los humanos había maldad pero no como la que el solía encontrar a diario, podría fácil encontrar un lugar para vivir, en engaños podría conseguir todo.

De momento a otro sintió un tirón o mas bien a alguien cayendo encima suyo haciendo que su cabeza comenzará a doler de nueva cuenta, pudo escuchar el sonido de algo caer a lado de ellos y al parecer el flash de una cámara, tal vez debido a la caída se había disparado sola. Estuvo harto de ese mundo en ese mismo día, se levanto totalmente enfadado para enfrentar a aquella persona detestable que había osado interrumpir sus pensamientos. Pero, termino encontrándose con un chico de cabellos tan negros como la noche que el solía caminar, su piel era ligeramente tostada por el sol, se veía que era una piel bastante suave, fácil de tocar con el miedo de romperlo, sus manos eran pequeñas y cuidadas, al igual que su complexión delgada, eso le dio el miedo de haberlo roto por la caída. En cambio, este tomaba su cámara fotográfica para revisar esta y darle una mirada a el; volvió a repetir la acción dejando a un lado la cámara para abrir sus ojos en sorpresa y señalándolo mientras entre abría sus labios tratando de hablar.

🌸 Kyusung; song-fics.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora