Aquellos días felices no volverán

21 0 3
                                    

Nuevo día, los días pasan.. Nada más que eso. Solo los días pasan, el tiempo continua, nada se para, nada frena. El puto minutero del reloj sigue moviéndose, tick tack. Por qué narices siento como si mi mundo se hubiese parado, como si yo estuviese de pie, sin andar, y el mundo al rededor siguiese moviéndose con una velocidad extraordinaria... Tengo que seguir andando, no me puedo parar. Aunque a cada paso que dé sienta que camino sobre arenas movedizas... Y cada vez me cuesta más arrastrar el lodo...
Suena el despertador, miro la hora, las 6:00am marca, miro al techo, mi cabeza me esta pidiendo que me quedé bajo las cobijas, que no me vista, que no me arregle, que hoy no quiero afrontar la realidad, mi realidad. Otra parte de mí, desea ir, y continuar con mi rutina, solo por esa absurda idea y ganas de verle. Hoy vuelve a ser un día especial... Estamos a 8.. Que rápido pasa el tiempo joder. Ayer me acosté pensando en el día de hoy, me acosté otra vez con su recuerdo despidiendo el día... -¿Le vere mañana?- Me pregunté...
Me levanto de la cama voy al cuarto de baño, me comienzo a lavar los dientes, mientras me miro al espejo, no paraba de pensar en que ropa me iba poner. Estaba nerviosa, hoy tenia que verle, hoy el tenía que ir, hoy me demostraría mucho... Hoy tenía que ir guapa, para él... Porque aunque sólo quisiese quedarme en pijama en casa, solo pensaba en que si salía, quizás me lo cruzase, y tenía que verme guapa. Ver lo que ha perdido supongo... Que le entrasen ganas de hablarme...
Me he despertado rayada un día más. Mi madre me mira de reojo con una mirada compasiva, como preguntándome que me pasa sin decir nada, como si estuviese esperando a que la hable, a que la grite y llore todo lo que me ha pasado y me pasa. Como si supiese que no me encuentro bien... Como si supiese que mi vida a dado un vuelco... Pero no, no puedo. Lo último que quiero es que mi familia sepa de mis peores momentos... Me da miedo que me juzguen, que todos los días sienta esa compasión y esa pena. No quiero dar pena. No quiero que nadie me subestime más. No quiero darles la razón de todo. En esto me metí yo y de esto salgo yo. No quiero que se burlen y se lo tomen como una exageración, porque para mi ha sido un mundo, y no quiero darles el derecho de metersen, porque nunca nadie sentirá lo mismo que uno, porque no lo viven. Solo yo se la importancia que le di, a todo, solo yo se como lo viví y lo que viví. Para mi fue un mundo, repito, un mundo del que no quería salir. Era feliz. Aunque tuviese tantas dudas y aunque una parte de mí no lo fuese...
Salgo a coger el bus, luego otro bus, y finalmente llego a mi parada, el instituto. Nuevamente, como cada día. Nos reunimos en el mismo punto, y hacemos lo de siempre. Estoy buscándole -¿Donde estas cariño? - No paro de pensar... Le busco con la mirada, no escucho lo que me cuentan mis amigos, no consigo centrarme en lo que me cuentan.. Solo pienso en lo que se me avecina...
Pasan las horas, intento atender en clase, quiero sacarme esto. Necesito dejar de sentirme atascada. Tengo que encontrarme. Encontrar la felicidad..
Estoy con mis amigas, río, hablo, bailo si me sale... Cada vez me cuesta menos obligarme a no estar sentada mirando al infinito...
Llega el recreo... Estoy viendo a su tutora a lo lejos. Me entran unas ganas enormes de ir ha averiguar algo de él... -¿Habrá dejado esto? ¿Habrá renunciado a lo único que pensaba que le interesaba? ¿Ya no querrá verme nunca más?-
Me encuentro acercándome a ella, poco a poco, y me pongo nerviosa de sus respuestas a mis preguntas.
No sabe nada de él, es la conclusión que saco de todo esto... Desapareció... Nadie sabe nada de él.

TERRIBILITÀ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora