◄Nick Jonas y Tu►| TERMINADA |

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—No lo creo...— le conteste fríamente, en realidad no me interesaba hablar con personas como el
—Si... estoy seguro... pero no recuerdo donde— me dijo, o estaba tratando de coquetearme o realmente me había visto — Estoy seguro de que en un sueño...— está bien... si estaba coqueteando con migo
—Sabes... tengo novio así que por favor no lo intentes conmigo...— trate de sonar lo menos grosera posible pero conozco muy bien a los chicos como él, y no quiero tener problemas con Nick...
—Wow... batean a la primera al grandioso Jake...— dijo burlonamente una pelirroja mientras ponía una mano en el hombro de ''Jake''
— ¡No te metas Victoria!— le dijo molesto mientras tomaba sus libros y se iba a otro lugar
—No está acostumbrado a recibir un no por respuesta...— me conto, pero en realidad no me interesaba —...A sí que la amiga de Nick Jonas está en este colegio...— afirmo mientras se sentaba en el lugar que Jake había dejado vacio, solo voltee y le sonreí
—Aunque como se ven en las fotos no creo que sean solo amigos...— ya me estaba hartando
—Pues si solo somos amigos...— le conteste
—Entonces crees... que podrías darme su número... es muy... muy sexy— muy bien esto hiso que me hirviera la sangre, voltee y la mire fijamente
—Buenos días...— agradecí que llegara el profesor o terminaría por arrancar de su cabeza cada rojo cabello, me dedico una burlona sonrisa y se fue a su lugar
Las clases pasaron lentamente, en pequeños ratos sentía la mirada de Victoria, yo solo contaba hasta diez para tranquilizarme, aunque era demasiado difícil, al fin después de cerca de seis horas de clases toco el timbre de salida, tan rápido como pude salí del aula, fui a mi casillero por los libros en los que me habían dejado tarea y los puse en mi bolsa
Salí del edificio y a lo lejos pude ver el auto de Nick, se había parado más lejos que donde había quedado de estacionarse
—Disculpa por haberte hecho caminar mas, pero esque hay demasiadas personas y no quiero una persecución ahora...— me dijo riendo — ¿Y cómo te fue?— me pregunto mientras besaba mis labios
— ¡Horrible!— solté rápidamente
— ¿Por qué?— me pregunto preocupado mientras encendía el auto
—Nada una tipa fastidiosa, quiere tu numero...— le dije aceleradamente —Dice que eres ''muy, muy sexy''— dije fingiendo la voz de Victoria
—Esque lo soy...— me dijo mientras me guiñaba un ojo
—Nick... que modesto te has vuelto...— le dije sarcásticamente mientras reía
— ¿Y como supo de mi?— me pregunto cuándo dejo de reír
—Por las fotos que hay de nosotros, me dijo que si era verdad que solo éramos amigos, le dije que sí y me dijo ''Entonces creo que podrías darme su número''— dije imitándola nuevamente
— Creo que será mejor que tomes clases particulares... — me dijo soltando una carcajada —Si no esa chica terminara en un hospital...—
—Créemelo que lo estoy considerando...— le dije seriamente
— ¿Qué? ¿Las clases particulares o mandarla a un hospital?— me pregunto
—Las clases particulares... y para la segunda opción ganas no me faltan...— le dije mientras reía
—Mi amor no te pudo haber ido tan mal como para querer huir el primer día...—
—Claro que sí, todos son unos engreídos e interesados, si no me miraban feo me guiñaban el ojo... —
— ¡Que!— dijo mientras frenaba el auto de golpe
—Discúlpame yo tengo la culpa por ser tan linda...— le dije mientras reía nerviosamente, ahora vendría todo un interrogatorio de quien había sido
— ¿Quien fue el idiota que se atrevió?— dijo mientras bajaba del auto y cerraba fuertemente la puerta para después caminar hacia mi lado y abrirme la puerta
— ¿A que venimos?— le pregunte ya que no reconocía el lugar en donde estaba, ya que normalmente no me llevaba a callejones obscuros y horribles
—A comer...— sonrió y luego volvió a quitar la sonrisa —No me cambies de tema...— me dijo y tomo mi mano
— ¿S...seguro que vamos a comer aquí?— le pregunte algo aterrada por el lugar
—No te asustes, es la puerta trasera, así podremos comer tranquilos— dijo mientras tocaba una fea y despintada puerta que seguramente algunos años antes era blanca
Después de una bienvenida como las de siempre, nos pasaron a una área especial, había solo cinco mesas y dos estaban ocupadas por personas que a simple vista se veían adineradas
—Ahora si quiero escucharlo todo...— me dijo seriamente ya cuando estábamos sentados