La sonrisa de Connor |Sol en invierno 1|✔

☀️18❄️

✖It Will Rain de Bruno Mars ✖ 

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Cinco veces y Yessica había repetido la misma canción, bailando como si realmente fuese buena.

—Basta Yess, me duele la cabeza —Me quejé, era lo único que quedaba.

Ella bajó el volumen, acercándose a mí, con una mirada de compasión; tocando mi mejilla y sentándose en mi regazo.

—Deja esa cara de culo, Connor, era cuestión de tiempo que lo suyo se terminase —susurró, pasando sus pálidos dedos por mi cabello.

No la miré, mirarla me dolía, todo me dolía. Acto seguido se posó entre mis piernas, y me besó, de sopetón y sin aviso, haciendo que mi primer impulso sea rechazar el beso, el cual fue aprovechado por la ocasión y mi mal estar.

—Lo siento —murmuró ella, tocando con sus dedos sus labios, después se apartó de mi, aún con la mirada fija en mis labios; pero por más que quise, no sentí nada.

—Me tengo que ir —Le avisé, levantándome del sofá de su sotana.

Tomé mi chaqueta y las llaves de mi auto, pero ella tomó mi brazo para detenerme, ahora la miré, sus ojos cristalinos que lucían más claros por ello y la droga inalada hace unos minutos; su cabello rubio enmarañado por la forma en que bailaba las canciones de los 80°, pero era imposible, ella no era Madison.

—No te vayas Connor, siento lo del beso, yo solo... —Negué, tomé su mejilla y besé su sien.

—No ha pasado nada Yess, sólo tengo que irme —aclaré, para no dejarla con la culpa.

—No la busques, déjala ir.

—Sabes que no puedo, la necesito —susurré.

—Tú la dejaste, ella jamás te perdonará, Madison no es para ti —Vi la suplica en su delicado rostro, no solo suplicaba que dejé ir a Mad, sino, que también rogaba cariño.

Un nudo se instalo en mi garganta, no podía ser suficiente para nadie y ni siquiera podía sentir amor por alguien que conozco desde pequeños, Yessica era como mi hermana, no podía sentir nada más por ella, y eso, me dolía jodidamente bastante.

—Ella es mi vida, Yessica, no puedo seguir sin ella. Me duele, duele jodidamente, me quema y me consumé —Gruñí, ella asintió con lágrimas en los ojos y me abrazó.

—Esa chica jamás será para ti, tú debes estar con chicas como yo —murmuró entre mi cuello, pero me separé rápidamente.

—Lo siento, Yess, pero no eres Madison —concluí, y salí corriendo del lugar.

La lluvia se sintió helada en mi cuerpo, haciendo que gimoteé a cada paso, sin poder respirar y sin poder ver nada. La droga en mi sistema me estaba provocando una inestabilidad prominente, y quería gritar.

Conduje a casa de Mad, sólo para ver que todo estaba a oscuras, ella no volvería, ella de verdad me dejaría. Saqué mi móvil de mi bolsillo, viendo el contacto con nuestra foto, queriendo llamar una y otra vez sin detenerme, rogarle que vuelva, que me perdone, que realmente no quería terminar, que estaba teniendo un mal momento y que sentía que así estaríamos mejor, pero no era así, con cada segundo que pasaba el dolor se cernía más a mi cuerpo como la lluvia.

—¡No quiero perderte! —grité entre la lluvia, cayendo de rodillas sobre los charcos de agua, mirando la ventana que ahora estaba cerrada—. Vuelve, vuelve por favor —Lloré pegando mi frente en el pavimento.

Después de pescar un resfriado, me quedé fuera de su puerta, sintiendo el frío nublar mis sentidos, con el corazón roto y la mente sin otra cosa que Madison, sabia en donde estaba, lo sabía, pero tenía un miedo irracional a joder todo. De nuevo.   

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