Eran pasadas las 9 pm cuando llegue al penthouse que compartía con Sam, dejé las llaves en la mesita que estaba al lado de la puerta, y me preparé mentalmente para el sermón que me daría mi amiga, caminé lentamente hasta el living donde me esperaba con los brazos cruzados.
-Jennifer María Belt- sí, así me hacía llamar -¿Me podés decir en donde te habías metido? No tenés ninguna bolsa en mano, así que asumo que lo del vestido era mentira- la miré a los ojos, había sido un día movido, emocionalmente hablando, y no quería escuchar retos de nadie.
-No estoy de humor para discursos Sam-
-Jennifer sos mi mejor amiga, desapareciste por más de 6 horas y no respondiste ni una de mis llamadas, el discurso te lo bancás-
-Hoy no Samanta, hoy no... por favor- traté de sonar enojada, pero mi tono se convirtió en una súplica
-¿Qué paso?- genial, la había preocupado, ahora no me iba a dejar en paz
-Nada Sam... ya está ¿sí?-
-Confiá en mi...- ahg ¿en serio?
-Odio que juegues la carta de la confianza- lo odio porque le miento desde que la conocí
-Pero funcionó o ¿no?- dijo divertida, haciendo que largue un quejido
-Sí, obvio que si- sonreí de lado para apaciguar la situación –Fui a visitar a papá...- por primera vez no la estaba engañando ¿no? – y a mamá. Fui a dejar flores en sus tumbas- bueno, por ahí estaba mintiendo un poco, pero, legalmente mi padre tiene una, así que tampoco estaba faltando tanto a la verdad.
Les explico un poco, mi identidad secreta era la de Jennifer María Belt, estadounidense, hija del empresario textil Joshua Belt, fallecido junto con su esposa María 3 años atrás, meses antes de que la conociera a Sam, dejándome una enorme fortuna y blah blah blah. El resto era relleno, lo importante era que tenía plata y podía estar cómodamente en el entorno de los Harrison, una... familia, algo peculiar. Samanta era hija única, su madre había fallecido de pequeña, y las amantes de Joseph eran moneda corriente en la casa, por lo que Sam siempre fue mimada por su padre hasta en lo más mínimo, para evitar conflictos, pero en vez de comportarse como la típica niña rica, era una especie de hippie con espíritu libre, vestida de Chanel y Versace. Ahora mismo, por ejemplo, su pelo era de un hermoso color lila grisáceo, tenía un arete en la nariz y llevaba puesto un vestido que costaba unos cuantos cientos de dólares...
De todas formas, volviendo a la conversación, no se dijo mucho más que eso, ya que "el tema de mis padres" estaba catalogado por mí como algo intocable, sobre todo considerando que cuando yo la conocí, creía que papá había muerto perforado por la varita mágica de Loki.
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Dos semanas después
Mordí el lápiz impaciente
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Del otro lado (Steve Rogers y tú)
FanfictionAstuta, bella, inteligente, y letal. La combinación perfecta para convertir a ____, con tan solo 26 años, en una de las agentes de S.H.I.E.L.D con mayor rango. Tras 4 años fuera de casa, está lista para volver a la rutinaria S.H.I.E.L.D, y reencontr...