Parte 2: "La casa de verano"

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Segundo acto

9 meses después

El cabello azabache amarrado en una coleta alta de Marinette ondeaba de lado a lado mientras ella corría por la pista de carreras del patio de la escuela junto a sus compañeros de clase —Aunque les llevaba cierta ventaja— usando el perspectivo uniforme de deportes. Un pelirrojo transpirando intentaba a toda costa alcanzarla.

—H-hey — garraspeó el pelirrojo, su condición física apestaba.

—Hola —Respondió secamente Marinette mirando al frente y sin parar de correr.

— ¿C-cómo estás? —«Tartamudeando otra vez Nathaniel, volvemos a lo mismo.»

—Bien.

— ¡Suficiente por hoy chicos, a las duchas todos! —Exclamó el esbelto maestro de deportes.

Marinette paró de repente, y se acercó a las gradas para buscar sus cosas. Nathaniel aprovechó y fue por las suyas volviendo con una caja envuelta de papel azul con puntos rosa.

—Y-yo quería que checaras esto que hice para ti, e-es un re-

— ¡Marineeeeette! —Interrumpió una voz chillona haciendo énfasis en la letra "e" mientras se acercaba a la ojiazul tomándole del brazo — Oh, mira a quien tenemos aquí, tú otra vez —Dijo con mala cara la rubia señalando al pelirrojo. Nathaniel intentó ignorarla y miró a Marinette extendiéndole el regalo nuevamente, ella estaba muda mirando a la rubia.

— ¿Qué acaso no entiendes que ya no son amigos? No más, perdedor —Nathaniel apretó los dientes y sostuvo con fuerza el papel decorativo azul. Chloé se llevó de la mano a una muda Marinette con dirección a los baños — ¡Es tan asqueroso!

Nathaniel se quedó estático donde estaba...abatido, enojado y triste miraba el envoltorio que ahora estaba levemente mojado. Sus compañeros no le ayudaron a sentirse mejor, al contrario, todos pasaron a su lado empujándolo cada uno de manera "accidental". Él seguía en su mundo.

Marinette por su lado luego de ducharse y cambiarse se dirigió a su casillero en los baños de mujeres a colocar su ropa sudada.

—Mari, ¿ya consideraste mi propuesta? —Dijo Chloé juntando las palmas en modo de súplica.

—No lo sé, Chloé...depende lo que diga mi tía —Marinette terminó de guardar sus cosas, cerró su casilla y la miró dudosa —, ¿estás segura que el padre de Adrien está de acuerdo?

— ¡Por supuesto que sí! ¡Tendremos la casa de verano Agreste para nosotros cinco solamente!

—Sí, Marinette. No todos los días se termina la preparatoria —Dijo del otro lado una morocha con el cabello marrón tintado parcialmente de rojo.

— ¿También irás tú, Alya?

— ¡No me lo perdería por nada!

—Bueno si es así...está bien.

Chloé dio unos saltitos infantiles mientras sonreía ampliamente. Marinette rió al verla así, años antes por nada en el mundo aceptaría una propuesta de la rubia mimada. El destino era bastante gracioso a veces. En segundo año, luego de un trágico accidente, Marinette fue capaz de conocer a la verdadera Chloé; una chica que lo único que quería era la atención y amor de la gente que la rodeaba por el escaso tiempo que pasaba con su padre y madre divorciados, quienes para callarla le comparaban lo que quisiera desde pequeña, volviendola caprichosa y superficial. Marinette le había consolado olvidando por completo sus burlas y abusos, incluso convenció al resto de la clase de que era una buena chica. Chloé le debía mucho.

All the Boys Love Marinette Dupain-ChengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora