Parte 5: Bucle

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Acto final.

Marinette apuntó a Nathaniel con el arma.

-Bien, al mismo tiempo...Uno, dos y...

—Ah...—ella suspiró, bajando el arma. —No voy a hacerlo.

Él le miró extrañado, forzando una sonrisa —Pero...Mary, fue tu idea ¡Por la mierda, tanto que me convenciste, y todo lo que he hecho!

—No moriré hoy, Nathaniel. Pero...tú sí. —cargó la pistola—, me la diste con seguro. No quieres morir tampoco. Quiero darte la oportunidad de defenderte.

—Q-qué, yo. Lo olvidé —tartamudeó, y buscó algo en su bolsillo —, yo quiero morir contigo. Marinette te amo, joder, lo sabes.

—No me amas, Nathaniel...nadie lo hace. —se acercó e intentó tomar su mejilla, pero él la apartó de golpe y sacó un cuchillo, intentando herirla —Y creo que te diste cuenta.

Ella retrocedió y disparó a su pierna. Mierda, ¿por qué no solo le daba en la cabeza? Algo dentro de ella evitaba que lo hiciera. Chasqueó la lengua, no fallaría.

Cuando se dio cuenta, ya tenía encima a Nathaniel, forcejeado, queriéndole quitar el arma.

— ¡Tú no eres la Marinette que amo! No me di cuenta hasta...hasta —El lloraba, gritaba y lanzaba golpes al aire, intentado matarla. — ¡AHH! ¿QUÉ LE HICISTE A MI CABEZA?

Tenía varios rasguños y cortes, pero su rostro no mostraba señales de sentir dolor. Sostuvo el brazo del pelirrojo, quedando encima.

—Ella está bien...todos lo estarán, sólo. Shhh —colocó su dedo pulgar en su barbilla y su agarre se relajó, como si sus caricias fueran somníferas. El la miraba en silencio, sin dejar de llorar — Tranquilo, esto es temporal. Yo, te agradezco por todo lo que hiciste por mí, sin ti no hubiera podido sobrevivir aquí todo este tiempo, en este infierno. Ahora, respóndeme... ¿Agreste está vivo? Lo necesito...

El chico solo asintió, había tenido cuidado de no dispararle en un lugar vital, había planeado todo. Desde su puntería hasta sus conocimientos en anatomía.

—Buen chico —le besó, un beso mortal. Acompañado del mismo cuchillo que le había cortado momentos antes. Los sentidos del joven se desvanecían, confundido, sin saber las razones de sus actos —, nada de esto es tu culpa. Si no te hubiera dicho que alentaras a Dylan a saltar. Lo hiciste por mí, eres el más genuino de todos. Descansa en paz, yo...yo arreglaré todo esto.

Su voz sonaba dulce pero fría, dentro de ella había esperanza y remordimiento. Nathaniel solo murió en paz. Marinette se levantó, no sin antes darle un beso en la frente al ahora cadáver e ir en dirección al auto de Chloe.

Caminaba tambaleándose, la hora final estaba por llegar. El mundo se distorsionaba a su alrededor, empezó a sentir las heridas...se debilitaba. Escuchó una voz decir su nombre, ella no paraba de caminar, debía de ir por Adrien.

— ¡Marinette! —gritó Félix, alcanzándola desde el mismo transporte en el que entraron hacía unos días. Sacudió su cabeza y subió a aquel auto. — ¿Estás bien?

Tenía el vendaje lleno de sangre, pero conducía como podía.

—Si...debemos ir por Adrien. Él debe, él debe de esta bien...

— ¿Qué demonios te pasó? Los otros... —ella tomó el mando del transporte y lo dirigió a la localización de Adrien.

—Me encontré con Nathaniel...el mató...pero, estaremos bien. —Félix le miró incrédulo, confundido y asustado. Esos niños...Ella suspiró —Cuando estemos en un lugar seguro te explicaré.

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⏰ Última actualización: Jun 06, 2020 ⏰

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All the Boys Love Marinette Dupain-ChengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora