IX

261 30 2
                                    

-Que esté un poco alcoholizada no me hace ceder ante tus intentos de tener sexo.

-Yo estoy igual que vos ¿No te das cuenta? No te estoy insistiendo, vos también queres estar en esta habitación conmigo.

-Calmate, calmate y saca tus manos de mi cuerpo - lo alejó bruscamente y se cruzó de brazos esperando que la acción lo intimide.

-Siempre haces lo mismo y me generas más amor Pau.

-Veni y besame entonces ¿Qué esperas?

*Dos horas antes*

-¡Es la mejor fiesta que ha dado! - Paula gritó por encima de la música aún más fuerte de lo necesario para que Sofi la pudiese oír.

-Si Pau, es verdad. Ahora dame esa botella- intento sacar la botella de cerveza de sus manos y su amiga la tomó en sus brazos como una niña pequeña toma alguna muñeca especial.

-Con mi amor no te metas, bastante mal estoy porque vino con ella ¿Podes creer que vino con ella?

*Flashback*

-Pau, no sé que le ves de malo a Gimena

-Que te va a pegar una ETS, o peor va a intentar engancharte con un hijo del cual seguramente no esté segura sobre su paternidad.

-Para, solamente vamos a tomar algo esta noche. Y sabes que no la quiero para ser su novio.

-Fernando, a ella eso no le interesa. De todas formas te va a perjudicar de una u otra forma- caminó hacia la heladera y al encontrar las botellas de cerveza, caminó decidida hacia el jardin de la casa de fin de semana de sus padres donde estaban Fernando y ella pasando sus días de verano estudiando, ella para materias previas, él para los parciales de la facultad mientras sus padres y hermanos estaban en La Lucila vacacionando.

-Paula, es linda y le gusto ¿Que tiene de malo?

-Nada- le entendió la botella abierta- pero no me da una buena sensación. Creo que es porque no quiero que te hagan daño.

-Pali, yo tampoco quiero que te hagan dañó sin embargo estas viéndote con el tarado ese.

-No metas a Esteban en todo esto, el es un divino.

-He escuchado muchas cosas de él, te llega a tocar un solo pelo y yo lo mato -la joven no podía creer lo que escuchaba, detrás de su amor adolescente por su mejor amigo ahí estaba, siempre esperanzada porque él la notara de otras formas.

El timbre la sacó de sus pensamientos.

-No espero a nadie ¿Quien será?

-Es Gime seguro, le dije que viniera a estudiar- si escuchar su nombre la volvía loca, el llegar a verla en SU casa, moviendo sus caderas gigantes cerca de de SU Fernando la enfermaría.- espero que no te joda, es inteligente me viene bien.

-No, no me jode. Pido el quincho para estudiar tranquila.

-Es que... Yo quería ese lugar...

-¿QUÉ? No, ese lugar es mío. Como mucho puedo compartir, lo único que no vas a poder hacer es devorarla.

-Vamos a estudiar.- dijo haciéndose el ofendido.

-Eso lo haces esta noche ¿No? Atendela Fer, ¿La vas a dejar todo el día del otro lado de la puerta?- caminó hacia la mesa donde se encontraban sus libros y se instaló a estudiar.

La odiaba, la odiaba por ser ella y estar encima de su amor.

Desde siempre se lo había robado y ahora no era la excepción a la regla.

-Pipi ¿Como estas linda?

-Paula para vos. Bien, tratando se estudiar sin interrupciones.

-Espero no ser una.

-SI- dijo la morocha sin siquiera mirarla.

-NO- al mismo tiempo Mariano se opuso al dicho de Paula.

*Fin de flashback*

-Sofi ¿Entendés que esa mina se dedicó a mostrarme que se acostaba con Fernando mientras él no notaba que lo amaba?- la etapa donde lloraba gracias al alcohol en sangre se hacía visible y con ella la paciencia de su amiga disminuía cada segundo un poco más.

-Pipi, sé que es difícil pero entende que tenes que hablar con él.

-¿De que queres que le hable Sofía?

-De lo que sentís y no le decís por orgullosa.

-Callate y baila.

El alcohol la hacía sentir una sensación de pesadez y el calor no ayudaba para nada. La gente aún se movía al compás de la música de una manera normal.

Gimena como siempre, pegada a Fernando sin importar que él quisiese ir con sus amigos. Esa fue la principal razón por la cual él jamás le cumplió el caprichito de estar juntos.

-¿Me das un fernet?- dijo ansiosa la castaña al muchacho que repartía tragos en la barra.

-Acá esta linda. Yo me llamo Gonzalo ¿Vos?

-Paula, pero decime Pipi- sonrió coqueta y se posó sobre la barra.

-Sos muy linda Pipi ¿Te habían dicho?

-La verdad que si- comenzó a reír a carcajadas- vos también Gonzalo, sos muy lindo.

-¿Novio?- miró a un costado y vio a Fernando a la par.

-Desde que este tarado me dejó para irse a hacer el arquitecto a Brasil no he tenido novio.

-Paula - le advirtió

-Miranos, no tenemos nada en común ¿Cómo podíamos pegar? Jamás combinamos ¿O no Gonza?- vio a el chico detrás de la barra incómodo extendiéndole las dos bebidas al morocho.

-No te pases Pipi.

-Vos - puso su dedo índice sobre él pecho del muchacho- no estás en condiciones de pedirme nada.

-Calmate y veni conmigo- la tomó de la mano y prácticamente la remolcó por el patio mientras ella le gritaba su número de celular al barman.

-¿Siempre te pones así en las fiestas de Chelo?- preguntó sonriendo

-No, solamente ahora. Quería irme y no verte...

-¿No verme con Gimena?- creído como siempre.

-No, no sos tan importante en mi vida. Simplemente no quería verte, me generas rechazo.

-Me puede que no me banques.

-A mi me puede que estés a kilómetros de mi.

-Qué lástima, tu mirada no dice lo mismo...

-Que esté un poco alcoholizada no me hace ceder ante tus intentos de tener sexo.

-Yo estoy igual que vos ¿No te das cuenta? No te estoy insistiendo, vos también queres estar en esta habitación conmigo.

-Calmate, calmate y saca tus manos de mi cuerpo - lo alejó bruscamente y se cruzó de brazos esperando que la acción lo intimide.

-Siempre haces lo mismo y me generas más amor Pau.

-Veni ybesame entonces ¿Qué esperas?����Ȇs����

Juntos a través del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora