Un verano en silencio

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Para mi cumpleaños número 17 las cosas eran opuestamente diferentes a las del año pasado. Estaba a pocas semanas de terminar la preparatoria. Mi abuela era feliz. Mi madre era otra persona. Después del divorcio tomo el dinero que le correspondía de la casa y con la ayuda de mi abuela y de las personas a las que mi abuelo Dean había vendido su cadena de joyerías puso su propio local en una hermosa galería. Le iba más que bien, estaba hermosa y sin ese rostro tenso que le conocí toda mi adolescencia. Su ropa era menos formal pero elegante, su cabello ya no estaba tirante atrás de su cabeza si no que llevaba un hermoso rubio claro ondulado hasta sus hombros y hasta usaba maquillaje. Si bien las primeras semanas viviendo juntas fueron tensas con mi abuela ella poco a poco se fue relajando. Se fue encontrando a sí misma como decía Adrien que haría. Mi padre tenía un buen puesto en Londres como gerente de una cadena de tiendas y aunque no hacía falta había abierto para mí una cuenta de ahorros donde me depositaba dinero todos los meses. No había venido pero cada sábado hablábamos un rato por Skype o me llamaba para ver cómo iba en la escuela. A pedido mío y aunque mama protesto al principio mi último año fue en una escuela pública aquí en Miami. Ahora tenía amigos, amigas mi grupo de fotografía me invitaba a sus reuniones mensuales y hasta había ido a varias fiestas.

Y Adrien, Adrien siempre a mi lado. Mi mejor amigo, siempre, estudiaba letras en la universidad, la misma en donde yo me inscribiría para estudiar artes audiovisuales. Él se llevaba bien con mis compañeros de colegio y mis amigas estaban locas por él. Yo... bueno... estaba profundamente enamorada de mi mejor amigo pero desde esa noche cuando nos besamos nunca más volvió a pasar nada así aunque sentía el latido de su corazón enloquecer cuando me abrazaba. En todo este tiempo no le había conocido ninguna novia. Cuando le preguntaba porque me decía que no estaba interesado en nadie en particular.

El día de mi cumpleaños estaban todos mis amigos del colegio y algunos de mi grupo de fotografía. Mi profesor de fotografía del curso que estaba haciendo Ethan Wilson era un hombre jovial y realmente muy guapo con su cabello oscuro y sus ojos azules. Mis amigas se morían por él, era atlético alto y divertido. Mi madre se sorprendió cuando lo conoció y cuando él le dijo que parecía muy joven para ser mi madre ella se sonrojo y sonrió. Pasaron toda la noche hablando. Me alegraría mucho si él y mi madre se pusieran en pareja.

Adrien llego un poco mas tarde porque venía de la universidad y pasaba a buscar a su abuela. Recibí muchos regalos hermosos y otros muy divertidos. Pero el mejor regalo de todos me lo dio Adrien.

Cuando todos se fueron y mi madre sorpresivamente fue a tomar un trago con Ethan. Mi abuela, Maguie y otros de sus amigos jugaban a las cartas en casa y Adrien me llevo arriba a nuestro rincón junto a la chimenea.

Estábamos abrazados bajo la manta y su mano acariciaba suavemente la mía. Entonces toma mi rostro entre sus manos y nos miramos a los ojos. Entonces sucedió

_ Te quiero_ dijo con una voz suave ronca y profunda, mis ojos se llenaron de lágrimas y susurre

_ Oh... dios... te quiero...._

_ te quiero Cass_ susurro de nuevo. Y me besa... por Dios.... Me besa...