La Sombra de Leo

Capítulo 1

Abro mis ojos como todas las mañanas, sólo que hoy con la peculiaridad de que tengo encima a los demás chicos, acaban de levantarme porque hoy es mi cumpleaños; definitivamente hoy será un día muy largo, odio los cumpleaños pero no tengo otra opción.

— ¡¡¡Feliz cumpleaños, Jung Taek Woon!!! — gritan todos al mismo tiempo.

— Se los agradezco chicos, pero, ¿Podrían a ver esperado al menos que me levantara yo sólo? — digo con sarcasmo y los observo con mi habitual rostro de enfado.

— ¡Oh! vamos Leo, déjanos celebrarte al menos hoy... no todos los días es tu cumpleaños — dice N.

Después del típico ritual de cumpleaños, dónde vuelven a felicitarme y me dan de comer sopa de algas, por fin tengo algo de privacidad para mí; y aunque eso no dura mucho, aún tenemos que preparar los últimos detalles del último concierto que tendremos en esta temporada.

Al día siguiente, me dispongo a checar en mi portátil el catálogo de posibles acompañantes, hace más de cinco meses de la última pero no logro encontrar una que me agrade. De repente un golpe en el exterior de mi habitación, hace que cierre todo y salga de mi habitación; para mí sorpresa otra vez los chicos están jugando a las luchas.

— Oye, Leo ¿Por qué no juegas con nosotros? — me dice Ken mientras va acercándose a mí.

— No gracias — digo mientras tenso el rostro.

— Anda... vamos a divertirnos... piensa que después del concierto de mañana, nos vamos de vacaciones y no nos vamos a ver en un largo tiempo — me dice esta vez Ravi insistiendo.

— Créeme lo estoy esperando con ansias — digo algo cansado.

— ¿Qué cosa? ... ¿el concierto o las vacaciones? para ya no vernos — dice interviniendo por primera vez Hongbin.

— Ya, dejen en paz a Leo — dice N al ver mi rostro de pocos amigos.

— ¡Pero N! — dice Ken haciendo un puchero.

* * *

El manager pasa a buscarnos y nos lleva al recinto donde se celebrará el último concierto; todos están emocionados, ya que éste será el concierto que cierre con broche de oro las promociones del álbum, el cual las fans han recibido muy bien.

— Bien chicos?, el momento ha llegado... — dice N terminando de colocarse su micrófono — hay que hacer que nuestras Starlight estén muy orgullosas de nosotros.

— Por supuesto que vamos a dar lo mejor de nosotros... ¿o no chicos? — dijo Hyuk.

El concierto comenzó con las canciones habituales; a mitad del show tuvimos una presentación especial junto a Girl's Day con la canción "Now" de Trouble Maker, las fans estaban muy emocionadas; cantaban y coreaban las canciones e incluso las que no son muy conocidas, todo salió como lo planeado.

Al terminar, fuimos a un restaurante japonés a celebrar tanto el término de las promociones, como por fin la llegada de nuestras esperadas vacaciones; todos estaban muy animados y conversaban alegremente.

— ¿Y a dónde te vas a ir por fin, Ravi? — pregunta Hongbin.

— Pues,  quiero visitar a mi familia y pasar una temporada con ellos, también tengo planeado escribir un par de canciones en las que he estado pensando — le contestó Ravi emocionado.

— Pues yo voy a ir a ver a mi hermana — dijo Hyuk.

— ¿Y tú que vas hacer Leo? — me preguntó Ken — ¿Vas a ir a visitar a tu sobrino?

— Si, definitivamente lo voy a ir a visitar... ahora podre pasar más tiempo con él y mis hermanas.

La reunión termina entre bromas por parte de Ken y Ravi; y unas nostálgicas palabra de N al despedirse de todos los miembros; llegamos algo cansados al departamento de regreso. Todo hubiera sido perfecto si Ken no hubiera tomado demasiado, ya que continuaba molestándome más de lo habitual.

A la mañana siguiente todos comenzamos a preparar nuestras cosas para poder salir de vacaciones, al fin un tiempo para mí, sin tener que estar fingiendo ni tener que darle cuentas a nadie. Esta es la mejor parte de poder ser un idol, ya que me da la oportunidad de mantener todo controlado justo como a mí me gusta. Nos reunimos en la sala y nos despedimos unos de otros, deseándonos felices vacaciones.

● ● ●

Voy conduciendo hacia las afueras de Seúl donde tengo mí departamento — más bien mi lugar secreto, — este es el único lugar donde no he traído a nadie del trabajo, ni siquiera los miembros lo conocen, en el puedo ser solo yo. El edificio es bastante discreto yo vivo en el último piso, el cual esta adecuado a mis necesidades.

Pasado un par de días, me dispongo a salir para una rutina de boxeo que ya me hace falta para descargar un poco de tensión acumulada, ya que todavía no encuentro a la persona adecuada para ser un buen prospecto de acompañante. Debo admitir que no lo hago con cualquiera, me gusta ser bastante selectivo en ese aspecto, para que todo resulte como yo quiero; es por eso que no puede ser cualquier persona.

Al llegar al gimnasio no encuentro lugar cerca de la entrada, así que no me queda más remedio que dejar mi auto en la parte posterior del edificio, donde también hay otras locales de venta de ropa y ese tipo de cosas; bajo mi maleta y entro al gimnasio, voy directamente hasta donde se encuentra el ring, ahí se encuentra Seung Ho que ya está esperándome para entrenar un poco conmigo.

— ¿Qué hay de nuevo, Leo?... listo para la paliza de tu vida — dice burlándose de mí.

— Ni siquiera creo que puedas tocarme... ya que no lo hiciste la última vez — digo de manera despreocupada.

— Ok, tienes razón... pero esta vez voy a darte más pelea.

— Ya lo veremos... a ver, muéstrame tus mejores golpes.

Después de ganarle otra vez a Seung Ho y, de realizar mi rutina de entrenamiento, me dispongo a salir para regresar a mi departamento y poder ducharme. Pasadas una par de horas decido salir por un café a una de mis cafeterías favoritas, pido un café americano, lo acompaño con pastel de zanahoria, pago y al momento de dirigirme a una de las mesas alguien choca contra mí y derrama todo el café sobre mi brazo izquierdo.

El grito ahogado de aquella persona resuena en mis oídos y yo solo muerdo mi labio con fuerza, reprimiendo las ganas de gritarle en la cara.

— ¡Lo siento! ¡Lo siento! — Escucho la voz de una mujer referirse a mí,  mientras trataba inútilmente de limpiarme o ayudar en algo.

No digo nada, siento mi brazo arder y simplemente mi cara refleja lo que estaba sintiendo en ése momento.

— ¿E-Está usted bien? — dice ella con una mezcla de miedo y preocupación.

— Solo... solo déjelo así — es todo lo que logro decir, mientras trato de esquivarla para salir de ahí antes de que me arrepienta y la empiece a insultar.

De repente,  soy consciente de los murmullos de las personas al empezar a reconocerme, así que con el poco auto control que me queda, salgo del lugar sin decir nada más y me subo al auto.

De nuevo en la comodidad de mi departamento, recibo una llamada de Ken para salir la próxima semana, la cual acepto más por compromiso que de gusto, ya que con lo que paso hoy no tengo muchas ganas de volver a salir.

Pero sin darme cuenta, me encuentro pensando en la chica que tropezó conmigo, en su larga cabellera castaña, sus ojos claros y avergonzados color verde aceitunado y la forma en la que me miró, cuando derramó el café dejándome petrificado y durante un momento horrible, me sentí como si ella pudieran ver a través de mí. Me sentí... expuesto.