La Sombra de Leo

Capítulo 6

Hace dos semanas, que regresé al departamento que comparto con los chicos, hoy vamos a ver el nuevo vestuario para el comeback que tenemos próximamente, estamos todos en la van.

— Ken ¿podrías dejar de jugar? o al menos bajarle el volumen — le dijo N  a Ken que seguía jugando con su celular, lo cual no tendría problema, si no fuera por la estúpida música del juego que ya nos tiene artos a todos.

— Está bien — dice pausando su juego y luego se dirige a Hongbin — ¿Me prestas tus audífonos?

— Si, te los presto... pero estos si me los tienes que devolver ¿He?

— Sí, prometido.

— Aquí los tienes.

Llegamos a nuestro destino y comenzamos a ver diferentes look para cada quien, al menos este comeback será más alegre, o al menos eso tengo entendido.

Al terminar decido enviarle un mensaje a Valeria, necesito verla, pero la respuesta que me envía no me gusta para nada.

— Perdón, pero hoy no puedo... estoy muy ocupada con la sección de fotos que le van hacer a Seo In Guk.

Maldita sea, ella siempre estaba a mi disposición hace unos días, y ahora resulta que no puede, pero por una extraña razón no dejo de pensar en ella, además, esas estúpidas pesadillas se han incrementado en todo este tiempo que no la he visto, me preocupa, esto se está saliendo de mi control y no me gusta para nada.

Más tarde, caminamos de vuelta al departamento, necesito descansar o más bien lo que necesito es ver a Valeria; después de la cena, Hongbin le pide a Ravi que si lo acompaña a jugar en la Xbox, yo por supuesto me levanto enseguida del sillón, odio la tonta música del juego ese.

Decidido entro a mi cuarto, pero no logro concentrarme en nada, así que me cambio de ropa y me coloco unos tenis para ir correr un rato, cuando salgo de la habitación Hyuk me pregunta.

— Leo ¿A dónde vas a estas horas?

— Voy a correr, necesito despejar mi mente.

— ¿De qué?

— No me hagas caso, al rato regreso.

— Está bien, ve con cuidado.

No tengo ni la más remota idea de a dónde dirigirme, solo quiero correr y pensar solo en eso. Después de casi una hora de correr por los alrededores de un parque, subo al auto para ir a una tienda a comprar algo para la sed; cuando veo salir de unos de los restaurantes de la zona a Valeria muy feliz a lado de Seo In Guk.

Detengo el auto abruptamente, ¿pero qué...? ¿Qué no se supone que estaba trabajando? Tengo que tranquilizarme, el estar celoso no es propio de mí, cuando hice el acuerdo con Valeria, ambos acordamos que no habría ninguna relación sentimental entre nosotros, solo sexo y eso es todo; pero verla de nuevo riendo con Seo In Guk me enferma, y tengo que reconocerlo estoy realmente enojado y celoso.

Me regreso al departamento hecho una furia, definitivamente no debí salir; me topo con N que me mira extrañado.

— Leo ¿te encuentras bien?

— Si — le contesto furioso.

— Pero ¿Qué te pasa? Estas muy alterado.

— No tengo nada.

— Pues si eso es no tener nada, que será cuando lo tengas.

— Quieres callarte — le digo mientras lo fulmino con la mirada.

— Oye cálmate, solo quería aligerar el ambiente, nada más.

Paso de N y entro a mi habitación, no sin antes azotar la puerta, no quiero decir algo de lo que me pueda arrepentir después, entró a la ducha y trato de relajarme, pero los recuerdo vuelven a mi mente.

— ¿Quieres explicarme qué significa eso?

— Lo que viste así de simple.

— Y entonces yo que soy para ti.

— No eres nadie, solo alguien con quien me entretuve nada más.

— ¿Por qué me estás haciendo esto?¿Dime?

— Ya te lo dije y será mejor que me dejes ir.

Lágrimas de frustración corren por mi rostro y nuevos recuerdo invaden mi mente.

— Hoy quiero sorprenderla — esperaré  afuera de su casa.

Un auto se estacionó en frente de su casa, no reconozco al conductor, la puerta del copiloto se abrió y ella baja del auto, quiero ir con ella pero me detengo al ver que el conductor sale del auto, se acerca a ella y tomándola de la cintura comienza a besarla; ella le responde de igual manera. Estoy paralizado, mi novia se está besando con otro, sin ningún pudor enfrente de su casa.

Unos minutos después se separan, el conductor sube al auto y se retira, mientras ella con la mano lo despide desde la acera.

Termino de ducharme, me visto y terminó desplomado en el colchón de la cama, estoy tanto física como mentalmente agotado y me quedo dormido.

A la mañana siguiente, me despiertan los golpes de Ravi llamando a mi puerta.

— Oye Leo, vamos a ir a comer fuera ¿Vienes con nosotros? —Me dice tras la puerta.

— No, está bien, vayan ustedes, yo tengo cosas que hacer.

— Como quieras, nos vemos en unas horas entonces.

Definitivamente no me siento con ánimos de nada, pero tengo que hablar con Valeria, esto ya no puede seguir así, estoy comenzando a sentir algo por ella, y no me gusta para nada.

Tomo una ducha rápida y me voy hacia la empresa, donde sé que la voy a encontrar.

Al llegar a la agencia, comencé a buscarla  por todos lados hasta que me dijeron que estaba en una de las oficinas, escribiendo unos emails.

— Hola — la saludo mientras me coloco a un lado del escritorio donde está sentada.

— Hola Leo, ¿me pareció escuchar por ahí que no tenían actividades hoy?

— Así es, pero necesitaba hablar contigo.

— Oh.

— Si oh, te espero a que termines lo que haces y luego alcánzame en la sala de ensayo.

— Está bien, te veo allá.

Unos minutos después de llegar a la sala, apareció Valeria frente a mí. Cerré la entrada por supuesto no quería que de nuevo nos molestaran.

— Y bien ¿Qué querías decirme?

— Pues para empezar, no me gustó nada que no pudiéramos vernos ayer.

— Oye, lo siento, ya te lo dije estaba muy ocupada.

— ¿Ocupada? Si como no — digo molesto.

— Porqué lo dices así.

— Porque es la verdad, te vi ayer saliendo con Seo In Guk muy feliz de la vida.

— ¿Me estabas espiando? — me dice ella con cara de asombro.

— Por supuesto que no, solo pasaba por el lugar de casualidad, después de que salí a correr.

— Ah, y ahora vienes a reclamarme porque salí con mi jefe.

— Mira Val creo que... — la tomó por los hombros.

— ¿Que? Dime porque realmente no te entiendo.

— Es que me cuesta mucho hablar de esto, eso es todo.

— Pues entonces no puedo ayudarte — dice ella con frustración — ¿Qué es lo que quieres?

— Lo que quiero es a ti, contenta — digo por fin.

《Pero que acabo de decirle, a quien quiero engañar estoy enamorándome de ella, y esa es la razón por la que me cuesta tanto decirle lo que realmente siento.》