Eran alrededor de las siete de la noche, cuando recibió una llamada telefónica del Agente Caliente -no se preguntó cómo Lou había conseguido su número de teléfono dado que el hombre tenía grandes recursos a su disposición- contándole que no saldría hasta las diez, y diciendo que entendería si Harry quería olvidarse de verse.
¡Como si! Con su propensión a alargar las noches hasta tarde y durmiendo hasta el mediodía, las 22:00 era la hora normal para cenar de todos modos, más o menos. Lo cual Harry le dijo alegremente a su agente. Tenía la sensación de que Lou había estado a partes iguales decepcionado de no haberse librado de él, y en el fondo contento de que todavía pudiesen verse.
Lou era un extraño tipo de animal, del tipo asustadizo, preparado para correr al primer rumor en los arbustos. Harry iba a tener que acercarse a él de forma diferente a su modo habitual.
Todo brillo y confianza, menos de cachondo y putilla, eso pensaba.
Por lo tanto, con ese nuevo enfoque en mente, descartó una versión de kimono de una casa de putas que había considerado usar - una especie de 'Golpe en la pequeña China' mezclado con 'A Wong Foo' - y en su lugar se puso un par de pantalones cortos de entrenamiento de color verde menta con "yum", escrito por el culo en color rosa, y la sudadera con capucha a juego, que era de color rosa con detalles en verde menta. Pensó que parecía un adorable cucurucho de helado, ¡y uno nunca puede equivocarse con una descripción como esa!
Los pies descalzos y el cabello marrón chocolate despeinado mirando vagamente como si acabara de estar realmente haciendo ejercicio y estaba listo para quitarle los pantalones del uniforme al Agente Caliente. O arrancárselos, lo que fuese más fácil al final.
Así que cuando llegaron las diez, sin toques en su puerta, Harry estaba un poco decepcionado, pero se dijo a sí mismo que los policías estaban ocupados y que tal vez había habido una situación de emergencia. Esperó, inquieto cuando la comida Italiana que había pedido empezó a ponerse fría.
Once en punto... aun nada de Lou.
Las once y media... Harry apagó el horno y puso la comida en la nevera.
Medianoche... él no iba a venir.
Harry tiró del borde de uno de los cojines de su sofá, el raso de vibrante color uva brillaba con la tenue luz de la lámpara. Esto era inesperado. Harry se había preparado para un montón de cosas, pero que simplemente Lou no apareciera, no fue una de ellas.
Consideró llamarlo, entonces se dio cuenta de que sólo tenía su número de la comisaria, y dudaba que Lou todavía estuviera allí. Probablemente se había ido a su casa, decidiendo que había tenido suficiente del pequeño y extraño chico gay.
Harry suspiró, estirándose para apagar la lámpara de la mesa auxiliar.
Su súper cómodo futón fue estirado en su cama y abrió el compartimiento de debajo para sacar su mullido edredón y sus almohadas. Esto iba a necesitar de las armas que utilizaba para regodearse en autocompasión. Él iba a ponerse de mal humor por el resto de la noche, ver dos episodios de Proyecto Runaway que tenía en su reproductor de DVD y tal vez hacerse un appletini (Combinado de vodka y licor de manzana.) O dos, mientras los veía. Entonces, por la mañana se iba a olvidar de todo acerca del policía en el armario, que probablemente no estaba pensando en él en absoluto.
Harry se acomodó en su futón, tumbado boca abajo, envuelto en su edredón azul eléctrico, con un appletini en la mesa auxiliar junto a él. Acababa de alcanzar el mando a distancia cuando escuchó algo fuera. Pasos... o como pies arrastrándose o algo así.
Dejó el futón, su edredón todavía envuelto alrededor suyo, y se escabulló hacia la puerta, escuchando. Claro, le había dicho a Lou ayer por la noche que este era un barrio seguro, pero eso no significaba que la gente no siguiera tratando de irrumpir en las casas de las personas. Miró a su alrededor, preguntándose qué podría usar como arma en caso de que fuese un ladrón, entonces saltó dando un chillido con el suave toque sobre su puerta.
¿Un ladrón que llamaba?
Harry se acercó de puntillas a la puerta y se estiró para mirar a través de la mirilla.
¡Oh!
Se dio la vuelta, con el corazón acelerado. Él no estaba tan preparado para esto. El edredón fue tirado sobre el futón, no podía hacer nada ya que no tenía tiempo de esconderlo todo. Se pasó las manos por el cabello, ahuecándolo y deseando un espejo. La peor parte era que ya se había cambiado de su súper lindo traje y se había puesto el pijama, que consistía en pantalón de pijama de raso de color azul con un estampado de brocado y una camiseta blanca lisa con "OMGWTF?" en el pecho.
No era su mejor aspecto.
Bueno... tal vez Lou podría pensar que era lindo. Casual. Real. Oh, Dios, eso esperaba.
Volviendo a la puerta, Harry falsificando un bostezo cuando la abrió, dando su mejor sorpresiva '¿oh-mi-dios-que-es-esto?' mirada, parpadeando hacia un muy tímido, y aun, oh-tan-adorable-y-muy sexi-Lou.
"Hey", murmuró, apoyándose contra la puerta con una pequeña sonrisa. "¿Qué estás haciendo aquí?" Otro falso bostezo. Porque no, Sr. Agente Caliente, no me quedé levantado esperando por ti, ¿ves? Yo me fui a la cama, sin preocuparme de porque -no te presentaste. Ahí tienes.
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Agente Caliente (Larry Stylinson)
FanfictionAdaptación: Si. Todos los créditos a Fae Sutherland. Nombre original: Tal vez. Advertencia: contendido boyxboy si no te gusta largo de aquí. LouisTops y HarryBottoms.