Prólogo

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Mi nombre es Maddie Sanders. Mi vida...Puede decirse que es... Nada interesante...Tal vez divertida de vez en cuando. Voy a la universidad como cualquier otro idiota de mi edad, soy una chica algo diferente, algunos me ven como "La chica mala" por mi apariencia, tal vez lo soy en realidad, visto oscuro casi siempre, tengo algunos Piercings, y me gustarían algunos tatuajes, si debo decir algo lo digo, y tal vez...Soy algo cruel aveces, pero ¿que más da? Estoy bien así.

Mis padres murieron cuando tenía 15 años, desde entonces he tenido que ser independiente, lo era incluso antes de perderlos, jamás me sentí realmente parte de la familia, siempre fui bastante diferente a todos en ella, era como el bicho raro para ellos, nunca me importó, aún así, mis padres me hacen mucha falta y los extraño. Aunque mi tía Grace siempre ha estado apoyándome y mis padres dejaron una gran herencia solo para mí incluyendo autos, una casa gigante para mí sola, casas de campo y empresas que esperan a que termine mis estudios para ser gobernadas (por así decirlo) por mi, y no es necesario, trabajo para mantenerme, no me gusta conseguir las cosas de la forma sencilla, para mí, es esfuerzo al máximo o nada. No tengo hermanos, pero mi mejor amigo Matt (Al que considero uno) se la pasa jodiendome la existencia, vive conmigo, es muy parecido a mi, solo el me entiende realmente, es extremadamente guapo, y tiene tatuajes hasta en el culo. Tenemos el mismo apellido, no somos parientes de sangre o algo así (Si embargo tenemos algunas cualidades físicas parecidas), pero aun así es mi única familia, la cosa es, que amo a ese bastardo. Nos llaman "Los Sanders" "Los chicos malos" "Matt y Madd" etc, en la escuela, siempre molestando a todos, incluidos los profesores, y saltándonos clases, todos nos conocen por eso, somos felices así.

En fin, todo marchaba perfecto, hasta que me topé con ese imbecil, Brian Haner, uno de los más populares de la universidad, tenía su fama por ser un mujeriego de primera, todas las pendejas del instituto babeaban por el, y la que él quería, la tenía. No podía negarlo, era jodidamente sexy, ojos cafés muy intimidantes, cabello café oscuro alborotado, y todos esos tatuajes, realmente es mi tipo, además toca increíble la guitarra, pero como dije antes, es un imbecil. Me atrae pero no soy pendeja ni una de las tantas zorras que tiene a su merced, no se la pondré fácil, quiere jugar conmigo, cree que yo caeré como las demás, pero, seré yo quien juegue con el...Somos muy Iguales y muy Diferentes a la vez, ya veremos quién saldrá perdiendo.

So Alike & so Different. «Synyster Gates»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora