Capítulo 18.

148 18 1
                                    

•Here we go •


Desperté más temprano de lo normal (Nuevamente, no sé que me pasa estos días) e hice mi rutina diaria. Luego de hacer mis necesidades me vestí con mis Jeans negros favoritos ajustados y rotos en la rodilla, una camisa holgada y algo corta gris oscuro con una motocicleta, algunas letras  y detalles en dorado y mis adoradas Convers totalmente negras. Matt no había despertado, pero aún era bastante temprano así que decidí no despertarlo y dejarlo dormir un poco más.

Hice su desayuno favorito, ya que últimamente hace mucho el mío.Es tan tierno, siempre consintiéndome, pues ya es su turno de ser consentido. Al terminar fui a la sala y me senté en el sofá con la televisión encendida, aunque sin prestarle atención, solo me puse a pensar.

Matt es una de esas personas que se gana el cariño de otras sin esforzarse demasiado. ¿Saben qué es difícil? Ganarse el cariño de Maddie Sanders. Y ese idiota lo hizo en muy poco tiempo. Hace casi 6 años que lo conozco, y es la única persona en la que confió, sin dudar, con los ojos cerrados. Es mi familia. Y ya no diré más mamadas.

Jamás olvidaré cómo lo conocí...


^*Flashback*^


Salí de casa y el día estaba totalmente nublado, bastante oscuro también debido a la hora ya que estaba por anochecer, muchos truenos, todo indicaba que vendría una tormenta de los mil demonios.

Sin embargo no me apetecía conducir, además, tengo 17 y aún no tengo mi licencia, eso no me detiene lo he hecho sin necesidad de ella, pero ya saben hay que ser prevenidos, así que caminé. No quería llegar a ninguna parte, solo quería caminar, me puse mis audífonos y emprendí mi camino a quien sabe dónde diablos.

Luego de unos largos minutos, la lluvia comenzó, me puse la capucha de mi chaqueta, guarde mis audífonos y mi celular en mi pequeño bolso de cuero para que no se mojaran e hice caso omiso. Comencé a pensar que fue mala idea ponerme short justo hoy. Al principio era suave, podía soportarla, pero luego toda esa suavidad se fue a la mierda. Llovía extremadamente fuerte, demasiados truenos y muchísimos relámpagos, y no quiero parecer una cobarde, pero no se si a alguien más le pasa que cuando llueve así de fuerte y un relámpago ilumina completamente el cielo y luego se vuelve a oscurecer, para hacer llegar uno de esos estruendos malditamente fuertes, se les sale la mierda. Porque a mí me pasa.

Caminé por unos segundos, varias calles que a decir verdad, estaban vacías, no había nadie caminando a causa de la fuerte tormenta, solo algunos autos en la carretera y nada más. Trate de encontrar con la mirada un lugar con techo para refugiarme ya que estaba harta de tanta agua sobre mi y lo suficientemente asustada por los relámpagos como para querer chasquear los dedos y estar en mi camita durmiendo como un puto bebe.

Un rato más tarde divisé una parada de autobús a unos metros de mi, algo alejada de las carreteras como en una especia de plaza...Bueno...Ya saben lo que dicen, en tiempos de gripe cualquier trapo es pañuelo «No es así grandísima idiota, es en tiempos de guerra cualquier hueco es trinchera» Es lo mismo.

Trote hasta el sitio y suspire al sentarme en la pequeña banca que yacía debajo del pequeño techo, que por cierto no cubría demasiado, pero si lo suficiente para evitar que me mojara, aunque ya valía vergas, estaba completamente empapada.

Había mucho frío, y la verdad mi ropa mojada no ayudaba en lo absoluto. Solo me quedaba esperar a que parara de llover, para ir a casa, lo que no pasaría pronto a juzgar por el tiempo. Me maldije internamente por no haber conducido. Froté mis manos heladas para tratar de calentarlas un poco, y tire de mi chaqueta para cubrirlas un poco más. Pensé en llamar a alguien para que pasase por mi, pero recordé que no tenía a nadie, así que descarte la opción. Mi tía Grace vive en los Ángeles, y dudo que viaje para buscarme y llevarme a casa, yo no lo haría.

So Alike & so Different. «Synyster Gates»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora