Imagínate... tú eras feliz junto a tu familia, sin problemas ni preocupaciones, puras cosas buenas, cariño y sobre todo mucho amor.
¿Qué sentirías si de repente llega alguien y te lo arrebata? ¿Qué sentirías al saber que todo lo que era tuyo, ya no...
Bien hoy ya es domingo, han pasado ya los días. Y hoy por fin llega Yui, todos mis hermanos han estado ansiosos por su llegada, parece que les emociona tener una hermana, a mí también me emociona ya no ser la única mujer. Ya que así ya no me sobre protegerán solo a mí y pues a lo mejor y me dan mas libertad, no lo sé pero espero que en verdad sea así.
—¡Alma, el desayuno está listo! —me gritó Ukyo.
—¡Ya voy, Ukyo-nii! —le respondí de igual manera.
—¡Cállense carajo! —renegó Tsubaki, ya que su cuarto es el que está abajo del mío. Hoy es su día libre y por lo general lo utiliza para dormir hasta tarde
—¡Yo también te amo, Tsuba-nii! —le grité desde mi cuarto. Me levanté de la cama y vi que mi bebé aún dormía, se me hace muy raro que aun no se despierte por los gritos. Lo moví poquito y él fue abriendo sus ojitos grises. Inmediatamente me vio, se lanzó sobre mí y pues obvio que me aplastó.
—¡Alma! —me dijo meneando la cola.
—¡Shahi!
Sí, ya sé qué estarán pensando: ¿Tu perro hablo? Pues sí, mi perro habla. Es muy raro, soy la única que lo escucho, un día les dije a mis hermanos, pero me tomaron de loca. Yo no lo veo como una rareza, porque gracias a eso he tenido con quién hablar durante todos estos años, con alguien que no sean mis hermanos. Gracias a la "rareza" de Shahi es que no me siento tan sola. Ya que él es mi único y mejor amigo canino.
—¡Tengo hambre! —me dijo— Aliméntame, vamos a comer.
—Lo sé, lo sé. También tengo hambre, deja me cambio y vamos
Yo me puse...
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Lo sé, es muy simple y soso. Pero si no me lo pongo, mis hermanos se enojarán muchísimo conmigo, además de que toda mi ropa es así de insignificante. Sé lo que estarán pensando: Tu mamá es una diseñadora famosa ¿y te vistes así? De hecho mi mamá no sabe que mis hermanos me obligan a vestirme así. Ella por lo general me manda ropa de sus colecciones, pero mis hermanos las guardan y no me dejan usarlas.
Le puse la correa a Shahi, ya que a él no le agradan mucho que digamos mis hermanos. Y menos Natsume que siempre apesta a gatos. Así que si no lo agarro bien puede suceder una tragedia, y mas ahora que Yui vendrá a vivir aquí. Con el único que se lleva bien es con Wataru, porque es el mas tierno y pequeño, o aveces también con Louis, dice que el es diferente a mis demás hermanos, quién sabe.
—¡Vamos, Alma! No haré nada malo, no me pongas la correa —me rogó con su carita tan linda, ahg, me derrito de ternura.
—Eso me dijiste la última vez. Y le desgarraste la camisa Yusuke, casi matas a Natsume, le ponchaste el balón a Subaru, rompiste los lentes de Azusa, tiraste por las escaleras a Futto...
