Capítulo 5: sentimientos.

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POV_____ALMA_______

—Oigan, no me han dicho la razón de no dejarme ir a bailar ayer y también el porqué de su coraje —pregunté mientras llevaba un trozo de hotcake a mi boca.

—Jajaja es una historia muy graciosa —me respondió Azusa, bebiendo de su jugo de naranja. 

—¿En serio? Cuéntenmela, yo también quiero reírme —les regalé una sonrisa sarcástica.

Todos se miraron y se pusieron nerviosos, rascándose la cabeza, comiendo y bebiendo de sus alimentos. 

—Verás... escuchamos por ahí que tú te estabas viendo a escondidas con un hombre —me explicó Ukyo y me quedé helada.

—¿Un hombre y yo? —sin querer se me salió una risa, era ridículo.

—¿Qué verdad hay en eso?

—Nada, obviamente solo es una mentira. Por si no se han dado cuenta, ningún hombre se me ha acercado en 18 años, ¿qué les hace pensar que de un día para otro se me acercaría uno? Y si así fuera ¿no creen que ya se los habría presentado? —expliqué.

—Perdón, perdón, Alma. Nos dejamos llevar —pidió disculpas Tsubaki, todos se veían avergonzados.

—¿Y quién les contó esa barbaridad y media? —pregunté. Esa persona me las pagará, tal vez fue la vecina Madara, esa señora es una chismosa desde que tengo memoria. Más de una vez me ha metido en líos. 

—Fue...

—¡Buenos días! —interrumpió Yui que iba entrando, bueno no debo molestarme, al fin y al cabo ya sé lo que me iban a responder. 

—Buenos días —respondieron mis hermanos.

—Ohayo, Yui nee-san —Wataru le regaló una de sus sonrisas de ángel, mi bebé tan precioso. 

—Hola, Wataru —respondió ella que hacía una sonrisa fingida. ¿Por qué será así con Chimi? Si ella continúa así, un día de estos la voy a poner en su lugar. 

Seguimos comiendo en silencio. Cuando yo acabé me levanté a lavar mi plato, ahora que lo pienso tengo que lavar la ropa de esta semana, es mi deber de la casa. No sé cocinar, cada quién ordena su cuarto, los trastes los lavamos al azahar con los días y de vez en cuando viene una señora a hacer el aseo de toda la casa. Así que para no sentir que no hago nada, me encargo de lavar la ropa de todos, no me cuesta nada. 

—¿Vas a ir a bailar, Alma? —me preguntó Yui, pero sentí que fue con reproche.

—Sí, solo preparo mis cosas y me voy con Chimi cuando él acabe de comer —respondí.

—¿Estás segura de que solo irán puras mujeres? —cuestionó preocupado Masaomi.

—Sí, no creo que vayan hombres —confirmé lo que aún no sé y sonrieron conformes. Ojalá no noten mi mentira.

—Nee-san, ya terminé —habló Wataru.

—Muy bien, cariño. ¿Cómo se dice antes de irte de la mesa? —le dije sonriendo. Y ahí viene mi manía de tratar a Wataru como un niño.

—¡Ah sí! Gracias por la comida, estuvo deliciosa. Con Permiso, me voy a cuidar a Alma-nee —dijo Chimi haciendo una reverencia.

—Muy bien, mi pequeño caballero— afirmé y le revolví el cabello—. Onii-sans, asegurense de juntarme la ropa sucia para lavarla cuando llegue, por favor.

Ellos me respondieron positivamente y también Yui, después subí a mi habitación y junté mis cosas de baile. 

—Alma. Ve con cuidado —Shahi lambió mi cara con cariño.

La intrusa ||Brothers Conflict||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora