02 de agosto del 2014
El tumulto de gente asfixiaba cada parte del pasadizo, rozaban mi hombro al pasar, el ruido ambiental entre combinaciones de voces sin sentido, (para mí lo eran) y los altavoces del supermercado veían circular el tiempo a ritmo lento. Coches con productos, colas inmensas en las cajas de pago, niños corriendo y alardeando sus caprichos, semejante a una discusión entre señoronas, que hiere susceptibilidades al oído, con tan solo emitir el menor ruido, reflejaban mi alrededor.
Yo estaba detenido en tiempo y espacio, no importaba el desorden ambiental que a mí semejanza se apreciaba, todo avanzaba con supuesta normalidad, pues así es el ecosistema de mi trabajo, pero a pesar de todo, ahí estaba yo, sin moverme, sin emitir sonido alguno que contrapusiera al barullo de la gente, ahí estaba yo, ahí estaba yo, mirándola...Tenía unos ojos claros y grandes, que podía distinguir incluso a metros de mi ubicación. Tez blanca, cuerpo delgado y estatura baja, no tan baja, pero lo suficiente como para considerarla pequeña, (como me gustan). El cabello largo oscuro, ondulado y brillante. Sí, brillaba como recién hubiese salido de algún local de belleza. Seguía mirándola, era bellísima, pero no era su apariencia física lo que me hacía flotar en las nubes, aunque en esos segundos hubiera deseado invocar la nube voladora de Goku, para que de un suspiro llegar a ella y hacerla volar y recorrer el mundo conmigo combatiendo los peligros y el mal que se nos presentara. Junto a ella. Los dos.
¡Despierta! - me dije.
Sí, sé que suena algo infantil el fantasioso actuar de mis cavilaciones, pero felizmente nadie podía saber y/o escuchar lo que pensaba.
Seguía ahí mirándola de soslayo, mientras hacia movimientos torpes con mis manos, ordenando unas botellas de yogures por sabor y tamaño. Como repuse no era su belleza, era la vitalidad que radiaba, la simpleza en sus movimientos, la seriedad en sus gestos, la timidez con sus compañeros que estaban alrededor de ella, lo que realmente casi nadie apreciaba, era eso lo que me llamó la atención desde un principio. Y seguía ahí, mirándola...
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Atrapado en una novela de amor.
Novela JuvenilEn la vida llegamos a conocer personas que creemos que estarán para toda nuestra vida, personas que serán el sostén de nuestra felicidad, el consuelo de nuestras penas, el incentivo de las metas trazadas. Creemos por un instante en lo eterno y en la...