Eres hermosa

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Hoy era mi primer día de rutina en Valdebebas, tendré qué organizar algunos papeles con el jefe de prensa.

De hecho, se llama Julian, es muy majo la verdad, tiene unos 27 años aproximadamente. Es mayor que yo obviamente.

Después tendré que realizar una entrevista a un jugador para el Real Madrid TV.

Todos el plantel me cayeron muy bien y espero qué yo también les agrade a ellos. No he mantenido una conversación con todos aún pero, debo tener que acostumbrarme con ellos, por el hecho de qué viajaremos todos juntos y eso.

El entrenamiento aquí empieza dentro de unas cuántas horas.

Ahora es temprano aún.

Pero, cómo siempre el primero en llegar es Cristiano.

Me miró, y yo a él, esbozo una sonrisa y el me guiña un ojo.
Ingresó al salón dónde me encontraba yo, saludó primero a mi compañero de prensa.

Luego a mí.

—Hola Alice –me saludó con dos besos.

—Hola cris, como siempre eres el primero en llegar.

Ambos reímos.

—De hecho, hoy vine más temprano para estar contigo un momento.

¿Qué ?

—Pero veo que estás ocupa..–Julian interrumpió su oración.

—Hey hey alice, ve con él un momento, después ven y seguimos, para mí no hay ningún problema.

¿Y ahora qué?

Cristiano se cruzó de brazos encurvando una ceja esperando mi respuesta.

—¿Okey, está bien? –hice un gesto con la cara.

El río y pidió que lo siguiera.

Eso hise, solamente lo seguí.
Nos dirigiamos hacía un living dónde los jugadores se entretienen un poco.

Cristiano tomó asiento en el sofá y luego yo también.

—Bueno, ¿Para qué quieres hablar conmigo? -le pregunté

—Porque me gustaría conocerte más, Alice.

—Ah, vale –sonreí—y ¿qué te gustaría saber sobre mí?

—¿De dónde eres?

Soltó.

—Bueno –alargué la "u"—Soy de Inglaterra, pero me crié en México y mi madre es de allí.

—Mitad latina, eh –me guiño un ojo—con razón eres tan bonita.

Este portugués es experto en hacerme sonrojar.

—Gracias –bajé la mirada sonrojada.


Pasaron los minutos y Cristiano fue a cambiarse para calentar sólo, por un momento antes de que llegarán sus compañeros.
Luego, ya habían llegado todos con su conjunto de entrenamiento.

Los chicos están más felices por la llegada de Zinedine Zidane como técnico del Madrid, se sienten más a gusto y se nota la alegría en sus caras.

Dirijo la mirada a varios jugadores.

Hasta que uno posa su mirada en mí, es Kovačic.

Me dedicó una sonrisa y yo se la devolví.

Bajó la mirada sonrojado.

Joder, que tierno es ese chico.

Yo reía por cada payasadas que hacían, la verdad se la pasan muy bien, me alegro que sea así.

Aunque soy nueva aquí en el Real Madrid, me alegra verlos felices.

Ya terminado el entrenamiento los jugadores van al vestuario.

Visualizo a Mateo que se dirige hacía dónde estoy.

—¡Hola, Alice! –me sonríe tímidamente, madre mía que hermosa sonrisa.

—¡Hey! Hola Mateo ¿Cómo estás –le devolví una sonrisa.

—Bien, muy bien gracias.

Me sonrió de nuevo.

—Oye sí quieres te ofrezco una entrevista.

—Vale, ¿Me lo dices enserio? –lo miré entusiasta?

—Sí claro que sí, mujer.
Cuando quieras –me guiñó un ojo.

—Vale, vale.

Reímos y luego nos despedimos con dos besos.

Me dirigo hacia la puerta de salida y siento que me estiran de la muñeca suavemente para voltearme.

—Te ofrezco la entrevista, sólo si me das algo a cambio –Dijo él

—Eh, ¿Qué quieres, Mateo?

—Podrías pasarme tu número–él me miró sonrojado.

—Sí, ¡Claro que sí! No hay ningún problema, pasame tu teléfono y lo anoto.

Me lo entregó; anoté y guarde mi número en el.

Nos despedimos.

Veo a mateo alejarse junto a modric.

Me dirigo por fin a la salida.

llamé a Laura, mi amiga, para ver sí podía acercarme hacía mi nuevo apartamento pero dijo que estaba ocupada.

Joder, iré caminando sola.

—¡Eh, Alice !–escucho una voz a mis espaldas.

Al instante lo reconocí, es el portugués.
Me volteo y está parado junto a su hermoso carro.

—¿Sí? -le pregunto

—¿Vas sola?

—Sí, ¿Pasa algo?

—Sí quieres te acerco hasta tu apartamento.

—Nono, sería una molestia -le rechazo.

—Oh no –hace una mueca—ven, no tengo ningún problema.

Terminé aceptando.

Me abrió la puerta de su coche y entré, luego él.

Cristiano es demasiado sexy, hay que admitirlo.

En el camino nos dedicabamos sonrisas.

Le dije dónde quedaba mi apartamento.

Hasta que lo visualizo.

—Aquí es.

Aparca su carro
Se baja rápidamente y me abre la puerta.
Bajo y me acompaña hasta la puerta de mi apartamento.

—Muchísimas gracias cris, no tenías porque traerme.

—No es nada, cuando quieras,) ¿Okey?

Me sonríe.

—No quieres agua, un refresco ¿O algo?

—No, ya me tengo que ir, gracias.

—Ah vale, adiós cris, cuídate –Abro la puerta de mi apartamento. Hasta que cris me habla de nuevo.

—¿Me podrías pasar tu número ?

Es el segundo que me lo pide.

—Vale, está bien.

Guardo mi número en su celular y se lo entrego.

—Ahora sí –sonreímos– ¿Me das un abrazo?

Esto no me lo esperaba.

Se lo doy, My god. Qué delicia de perfume.
Lo nota y luego deja de abrazarme y me mira con una sonrisa.

—Eres hermosa Alice, ¿Ya te lo habian dicho?

Crazy in love |c.rDonde viven las historias. Descúbrelo ahora