No sé que hacer,
ni mucho menos qué decir,
solo sé
que soy fiel a ti.
Como aquel lobo
que sin cesar
le aullaba
a la que era su amada;
tan blanca y brillante,
ella permanecía
siempre deslumbrante.
¡Oh, luna mía!
No sé que hacer,
ni mucho menos qué decir,
solo sé
que soy fiel a ti.
Como aquel lobo
que sin cesar
le aullaba
a la que era su amada;
tan blanca y brillante,
ella permanecía
siempre deslumbrante.
¡Oh, luna mía!