Querido Y. H. 【MikaYuu】 #AwardsNoSeraph

Ojalá

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El profesor me ha dicho que lleve a Mikaela a la oficina del director, aunque sea a la fuerza.

Con una sonrisa de lado ha llegado al aula. Estoy sentado en su asiento y me mira fijamente, como preguntándome qué hago sentado ahí.

—¿Qué...?

—Mika... —digo.

—¿Hummm...?

—En la dirección te llaman —murmuro—. ¿Puedo acompañarte? —pregunto sin pensar y él guarda silencio.

—Sí... —responde después de un rato.

Y caminamos por los pasillos del cole. No puedo evitar sentirme feliz porque estoy con él, aunque sea compartiendo un poquito de tiempo y de espacio.

Hemos llegado y miro de reojo a Mikaela. ¿Por qué tan pronto?

—¿Mikaela? —le dice la secretaría con tono de molestia. La hostilidad de ellos dos me hace estremecer—. El director te busca —murmura. Miro nervioso a mi alrededor y él suspira. Luego va a la oficina del director y le sigo. Llama a la puerta y el director con su grave voz le dice "Adelante". Entramos y el regordete director no le quita la vista de encima a Mikaela. Antes parecía ser uno de sus preferidos, veo que eso ha cambiado.

El hombre suspira.

—Siéntate y relájate, guarda la calma, por favor —pide y él hace una mueca.

—¿Qué es...?

—Tu madre ha muerto —dice con frialdad.

Me quedo boquiabierto al escuchar aquello.

—¿Cómo? —pregunta.

—Falleció, Mikaela —susurra.

El rubio ríe un poco y yo lo miro.

—No me gaste bromas de este tipo —dice.

—Mikaela —susurra.

—¡Salga! ¡Por favor, déjeme solo un poco!

Él asiente y sale, pero yo no lo he hecho. He decidido quedarme a su lado y algo me dice que así será de ahora en adelante.

Las lágrimas comienzan a desbordarse de sus ojos y no hace más que temblar, como un cachorro asustado.

—Lo siento mucho —le digo.

Él se levanta y me regala una sonrisa rota.

—No la visité —susurra.

Por un momento pienso que ha descubierto quién soy pero inmediatamente borro esa idea de mi cabeza. Su mirada me dice que es ignorante de ello.

    Lo miro con tristeza y rodeo su cintura con mis brazos, tratando de protegerlo de todo lo malo que le sucede, tratando de mantenerlo a salvo. Corresponde mi abrazo luego de un rato. Acaricio su cabello y él suspira.

Ojalá supiera que yo soy Y. H.