Mi hermana es una perra

capitulo 7

—¿que dices si dormimos juntos?— dijo con su sonrisa de lado mostrando sus dientes blancos

Mi mente quedo unos segundos en blanco, procese las palabras que Víctor había dicho, ¿escuche bien?

—¿aceptas?, No tomare un no por respuesta—

me tomo de la cintura, tuve que enrollar mis piernas en la suya para no perder el equilibrio, mirándolo desde aquí se veía sexy, sentí un ligero dolor de estomago pero lo deje pasar.
—lamento decirte esto Víctor pero esta vez tendrás que aceptar un no— me solté de su agarré

(Dios, siendo sincera igual quería dormir con el, de la forma para dormir y solo eso, nada más obvio)

Me puse a un lado de la cama deje mi móvil y después me puse al medio de la cama, Víctor se acerco a mi y me dio un beso en la frente

—no intentes hacer méritos, no te dejare dormir en tu cama— reí levemente —ahora que me acuerdo tu presumías de tu sillón que era cómodo y caro, pues hoy dormidas ahí, vez soy una buena amiga— reí nuevamente pero esta vez como una bruja de disney.
Cerré los ojos y aunque aun sentía su mirada sobre mi, puse mis manos detrás de mi cabeza haciendo pose de cómoda y suspire para hacerlo enojar, sentí que Víctor se acercaba a mi, aun con los ojos cerrados me estaba poniendo nerviosa, un poco por lo que fuera a hacer, después sentí como me quitaba la almohada de la cabeza haciendo que me pegue con la parte de madera de la cama, me senté y me frote la cabeza, Víctor se estaba riendo y yo solo bufé y puse otra almohada y me dispuce a dormir esta vez.

[***]

Sentí una brisa fresca chocar con mi rostro con unos rayos de sol que hicieron que abra repetitivamente los ojos para poder ver bien y no borroso, luego vi la habitación en la que estaba que con el sol se veía detalladamente, me acorde de lo de anoche y como llegue aquí, busque con la vista a Víctor y no lo encontré, me pare de la cama y camine fuera de la habitación, cerré la puerta atrás mio y como un golpe sentí el olor a huevos fritos, mi estomago rugió. (Creo que tengo hambre y mucha.) Baje las escaleras y fui hasta la cocina Encontrándome a Víctor cocinando con un delantal y sin camisa, creo que mis ojos no podían estar mas felices, el noto mi presencia y sonrió

—hice huevos revueltos con jamón para desayunar, espero tengas hambre—

—la tengo— respondí —y mucha— sonreí como niña pequeña. Los dos nos pusimos sobre la barra, con los pies cruzados y nos apoyamos en la pared, empezamos a comer de nuestro plato, creo que ambos teníamos hambre ya que en un par de minutos ya habíamos terminado, Víctor me sirvió jugo de naranja, la verdad estaba muy bueno, pero obvio ahy que hacer sentirlo mal.

—gracias por el mal desayuno, ahora voy a ir a cambiarme nos vemos en unos minutos— dije y me dispuse a correr escaleras arriba

Entre a la habitación de victor, con la mirada busqué mi ropa del día anterior, por suerte seguía donde la había dejado, fui al baño de la habitación de Víctor me saqué el pijama y me puse la ropa, lave mi cara, no tenía cepillo de dientes tuve que improvisar puse pasta dental en mi dedo y empecé a frotar no encontré que fuera suficiente así que agregué más pasta a mi boca, cuando la puerta se abre de golpe

—oye anais tengo un...— dijo Víctor entrando y viendo en la situación en la que estaba

—esto...— no podía pronunciar bien las palabras, la pasta se caía de mi boca como baba, esto si que es incómodo, asqueroso y vergonzoso

Víctor movió la cabeza, como para volver a reaccionar —te iba a decir que te compre un cepillo de dientes— lo dejo sobre el lavamanos y cerró la puerta del baño dejándome sola. Ya empecé el día con una situación vergonzosa, que me esperara para lo que resta del día