Intriga.

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Estaba revisando mis redes sociales antes de ir al colegio, no quería volver a esa cárcel, todo ahí era una desgracia. Creo que hay límites para la estupidez, pero creo que todos los de ese lugar de verdad se exceden. Bueno no, no todos, pero sí la mayoría.

Recién me doy cuenta que son las 3 am, por estar leyéndome con cuanta gente me hablara, pero tengo que empezar a arreglarme a las 5, ya era tarde, decidí dormir un poco. La verdad no duermo mucho, solo lo necesario, no me gusta dormir mucho.

- Nicolle, ya es hora, vamos pequeña levantate, si no, no llegaras a tiempo...

*Blah, blah, blah, es lo único que escucho. Intento hacerme la dormida, pero con una mamá tan intensa, creo que nadie puede quedarse 5 minutos más en esa cama* - Ya mamá. Ya escuché,  deja de moverme como si fueras un terremoto. *se ríe, me da un beso y sale de mi habitación*

Como siempre  entre risas y la joda que se arma en el salón, el tiempo pasa volando *el timbre de salida suena* me encamino hacia el pasillo para salir de la cárcel, quería salir rápido de allí, pero me veo interrumpida al tropezar con Luisa, una de mis mejores amigas, Luisa tiene 18 años, cursa su último año para entrar a la universidad.

-Oye, querida, que bien te ves, mamasita *bromea y me río* 
-Callese, señorita moja bragas, escuché que bailaste con Hunter la otra noche, malparida, te pasaste.

-No fue mi culpa dejarlo con las ganas querida. Tu sabes que no me meto con los ex de mis amigas...

-Lo sé, solo juego.

-En fin, ¿irás a la fiesta de Sarah mañana? tengo a un tipo que mostrarte

-Oh, sabes bien que no te diré que sí
-Oh vamos, ¿qué te quedarás haciendo? ¿respondiendo estúpidos mensajes toda la noche de gente igual que tu de aburrida?

-Ya cállate Luisa, no quiero escuchar tus palabras a cerca de mi vida, ya tengo suficiente con los consejos de mis padres

-Se me olvidaba, "la niña de la casa". Bueno, igual ya no importa, el chico que e quería mostrar está detrás tuya

-¡¿QUÉ?! *abro los ojos como platos y volteo lentamente, pero me doy cuenta que no hay nadie, a decir verdad sí, pero del otro lado de la calle, ese chico sí es lindo, pero a de ser un zorro, supongo* eres una zorra *le digo*

-Ush, Nicky, cálmate, igual y ya lo viste, quizá se puedan conocer y puedas jugar un rato

-¿Es que solo abres la boca para decir estupideces? no soy igual que tú *Luisa estalla en una carcajada y le termino siguiendo*eres una vieja zorra que me induce al mal 

-Una vieja que sí se divierte, niñita.

-Aveces me pregunto ¿por qué solo tengo amigas mayores que yo? parece que mientras más crecen, mas zorras y mala influencia se vuelven

-Ya deja de tirarme mierda. ¿Quieres que te lleve a tu casa?
-No aguantas nada *le sigo el paso hasta el estacionamiento, para encontrar el carro, aún no sé porque no dejo de pensar en ese amigo de Luisa, que de seguro ha de tener su edad, para variar, pero de todos los que me ha querido presentar, él se veía súper guapo, pero es una bobada*

-Oye, ¿Por qué estás tan distraída? *me saca de mis pensamientos*

-No lo sé la verdad, pero todo bien

-Está bien. En fin, ¿qué te pareció mi amigo? *me levanta una ceja, con su mirada de pervertida, aveces hasta susto me da, no le puedo mentir cuando me pone esa cara*
-¿Quién? ¿el chico que posiblemente ya va a la universidad y estaba del otro lado de la calle?
- Me sorprende cuanto has aprendido, hasta pareces bruja *dice sarcástica*
-Cállate, zorra

Amor en pausa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora