Capítulo 3

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Jess en multimedia

Cuando llegamos a la casa del tío de Hailey me baje del auto y camine hasta donde estaba Carl para tomarle la mano y arrastrarlo por la casa, subimos la escalera hasta la habitación donde dormiamos con Hailey, al entrar a la habitación prendí la luz y cerré la puerta con traba. Carl me miraba divertido.
Todo el camino a la casa había sido divertido, y también había aprendido muchas cosas de él. Como que tenía cinco hermanos y que su madre no vivía con él. También supe que le gustaba el fútbol americano pero que casi nunca jugaba.
Mientras manejaba de vez en cuando veía sus gestos al hablar, y verlo sonreír hacia que me desconcentre mucho.
- Saca la marihuana de mi mochila - le dije mientras abría los ventanales que daban al balcon, mire al cielo estrellado y inhale el aire fresco de otoño. Cuando me gire Carl estaba detras mio con la pequeña bolsa de plastico y un ensendedor, me sente en el suelo del balcon apoyandome contra las barandas de los costados y el me imitó sentandose frente a mi; nuestras piernas se chocaron debido a que no era un balcon tan grande.
-Toma - me entrego el canuto encendido, lo tome sin dudar pero al momento de ponerlo en mi boca dude, aunque de todas formas di la primera calada y comencé a toser y a reírme ya que me había ahogado con el humo como si nunca hubiese fumado ni siquiera un cigarrillo. Carl se reía de mi mientras me quitaba el canuto y le daba una calada el. Luego de unos minutos en silencio por fin hablo. - Me gusta esto.
- ¿La marihuana? - pregunté riendo.
- Aparte - se rió él. - El silencio me gusta mucho.- hizo silencio y me paso el cigarrillo de nuevo- fumar marihuana en el silencio de la noche.
- Es la primera vez que lo hago, pero siempre quise que fuera asi - confense dándole una calada - yo sola en silencio, pensando... De noche. - y luego de que le pasara el canuto se quedo de nuevo el silencio.
- Jess - volvió a hablar él, baje mi cabeza ya que estaba viendo al cielo - Jess, creo que me gustas. - dijo Carl y lo mire en silencio por un momento - dime algo maldición, me estas viendo como si fuera un idiota y me siento como un idiota porque se que no debería de haberte dicho nada.  Pensaras que estoy loco y que soy un pobre tonto que cree que puede salir con alguien como tu, pero creeme que te digo en serio cuando te digo que me gustas. - le sonrei.
- También creo que me estas empezando a gustar Carl... Y eso esta mal. - le dije seria mientras recibía el canuto de nuevo.
- Lo sé - dijo el agachando la cabeza, pero volvió a mirarme. - pero no me importa, ¿a ti te importa? - me pregunto con un brillo en sus ojos que me era imposible de decirle que no, que no importaba, pero yo no era de esas personas, o al menos intentaba no ser de esas personas a las que no le importa lo que los demas digan, pero si me importaba lo que dijeran. Solo lo mire en silenció y le dedique una media sonrisa. - Dime algo, por favor - suplico él luego de un momento en silencio.
- Me importa Carl, no puede no importarme. - lo mire y el se paró del suelo como si tuviera un resorte en el trasero.
- Me voy. - dijo y se dispuso a salir del balcon, rápidamente me puse de pie y corrí hasta su lado, estaba a punto de abrir la puerta.
- No te vayas, te voy a llevar. - le dije.
- No, no necesito de tu caridad. - me miro serio, mire sus ojos y estos parecian odiarme.
- No es caridad. Te voy a llevar.- le dije y salimos de la habitación. La casa estaba vacía, Hailey estaba en la casa de su novio o algo así me había dicho.- Carl, alto. - le dije pero el me ignoro y siguió caminando dispuesto a irse, abrió la puerta de la entrada y salió casi corriendo. - ¡Alto! - le grite y volví a correr hasta llegar a él.
- ¡¿Qué mierda quieres !? - gritó él dandose la vuelta, en eso yo llegué hasta el.
- No puede no importarme Carl, estoy acostumbrada a que me importe lo que piensen de mi, estoy acostumbrada hacer lo que me dicen, y si, bebo y mis padres no saben, también fumo, pero ellos no son tontos y se dan cuenta, solo que no dicen nada, pero eso es nada comparado a esto. Ellos me matarían si tan solo se enteraran que me esta empezando a gustar alguien como tú. - le dije.
- ¿Alguien como yo? - dijo el riendose sin ninguna pizca de gracia - ¿por alguien como yo te refieres a un pobre de los barrios bajos de Chicago que tiene una vida de mierda y que vende drogas?
- Yo no quise decir eso...- susurre.
- Pero lo hiciste - me miro.
- También creo que me gustas, Carl - pero no sabes lo que es vivir con padres como los mios.- le dije.
- Y tu no sabes lo que es vivir con un padre alcoholico y drogadicto, una madre bipolar y drogadicta a la que veo cuando se acuerda de que existo y eso no pasa muy seguido - me miro el apretando su mandibula - Pero sin embargo hoy estoy aquí confensdandote que me estas empezando a gustar cuando podría estar follando con cualquier puta que quisiera, pero no, estoy contigo.
- Tengo novio.- confense, él me miro en silencio un segundo mientras pensaba que decirme.
- Pero sin embargo estas conmigo ahora, y no lo quieres lo suficiente a tu novio, de lo contrario no hubieramos ido a tomar aquel cafe y luego no hubiéramos venido hasta aquí, si hubieras preferido no verme y solo querer la droga podrías haberme comprado aquel viernes en la fiesta, ¿o acaso no es así? - me miro, y dios si, era así. Suspire y lo mire pero luego agache la cabeza y mire nuestros pies. Inhale y levante la cabeza  di un paso mas y nuestras zapatillas se chocaron. Exhale y puse mi mano detras de su cuello y junte nuestros labios. Sabía que estaba mal, y por eso me gustaba. El me tomo de la cintura y profundizó más nuestro beso, un beso suave y profundo... Mi estómago no paraba de dar brincos y me fue inevitable no sonreír en medio del beso al momento que Carl lo hizo.
- Hagamos de cuenta que somos personas normales, que tus padres ni tu novio existen. -dijo él cuando nos separamos.
- Hagamos de cuenta que no me importa lo que los demás piensen. -conteste abrazandolo.
-  Hagamos de cuenta que nadie aparte de nosotros existe y veamos hasta donde llegamos. - asentí sonriendo y nos volvimos a besar olvidandonos de nuevo del mundo y todo lo que nos iba a impedir estar juntos. Sabía que esto no iba a terminar bien, también sabía que era muy pronto para sentir lo que sentía. Pero, pero él me gustaba y no podía no sentirme así solo porque mis padres fueran como son, o tampoco iba a dejar de gustarme porque yo ya tenía novio, o porque Carl fuera pobre, o incluso el hecho de que fuera un camello no iba a impedir que el me dejara de gustar.

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