El álbum de Alfred.

La primera vez.

Pareja: Robin x Starfire (Robstar).

Advertencia: ¡Contenido altamente empalagoso!

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Era un día normal dentro de la torre. Robin estaba entrenando, Cyborg arreglaba su traje, Chico bestia jugaba videojuegos, raven yacía en su cuarto haciendo, quien sabe que, y Starfire se encontraba sentada en el mueble de la sala, leyendo un libro...

Wow, wow, wow... Starfire, ¡¿leyendo?! Si, así es, leer era un nuevo pasatiempo para la pequeña extraterrestre, uno del que el resto de los titanes, con excepción de raven, estaban hartos.

Y es que resultó ser que con este nuevo pasatiempo la pequeña tamaraniana se la pasaba todo el tiempo en las nubes, bueno, más de lo normal.

No le prestaba atención a nadie, ni siquiera a Robín. A la única que realmente le prestaba atención era a raven y sólo cuando le traía más libros para leer.

Con el paso del tiempo aprendió que los géneros que más le gustaban eran de romance, comedia, fantasía y, sorprendentemente, misterio.

¡Le encantaba leer! Y ella era muy feliz cuando su amiga le mostraba nuevos libros que eran parte de su colección.

Siempre se preguntaba, ¿como no se había dado cuenta antes? ¡Leer era maravilloso! No sólo por las historias en sí, sino por el hecho de conocer nuevas formas de pensar, de ver la vida desde los ojos de otra persona, de conocer nuevos mundos...

Además, siempre aprendía cosas nuevas sobre los seres humanos y eso era algo que a ella le encantaba.

Su pasión por leer se volvió tanta que pronto toda la sala y el resto de los pasillos de la torre terminaron repletos de libros, libros de todos los tamaños y colores.

¡Ja! Llegaron a tal punto que Robin y cyborg tuvieron que construir una biblioteca dentro de la torre. El día en que la terminaron, las chicas se encontraban saltando de emoción, literalmente, todos tenían la boca hasta el piso al notar la incontrolable sonrisa de la chica gótica.

Ni raven podía mantener su entusiasmo. Ese día ambas chicas se la pasaron encerradas en la biblioteca de la torre, leyendo sin descanso con mucha alegría.

Semanas pasaron después de eso y la biblioteca se volvió su segundo lugar preferido de la torre. Siempre llevaba un libro consigo y lo leía ya sea en la biblioteca, en su cuarto o en la azotea.

Un día, mientras terminaba de peinar su cabello, tocaron a su puerta.

- ¡Amiga raven! Dime, ¿que puedo hacer por ti? - preguntó con su característico tono alegre, tan propio de ella.

- Hace poco tuve... Cierta experiencia con un chico, y me dio curiosidad leer un poco de romance. - dijo raven con un poco de vergüenza. - Termine de leer este libro y creo que te gustará. Es muy... Bueno.

Raven le entregó a Starfire un libro de pasta gruesa, su portada era de un color azul celeste con una hermosa Rosa en el centro y en letras cursivas color blanco se leía: "La primera vez..." y en una esquina, se hallaba escrito el nombre del autor con el mismo tipo de letra.

A Starfire le llamó la atención.

- Espero que sea de tu agrado y te guste tanto como a mi me gusto leerlo. Ahora te dejo.

Sin decir más raven se alejó, dejando a su amiga muy confundida. Starfire miro el libro con un poco de curiosidad. El libro era ya muy viejo, su pasta y sus descuidadas hojas lo demostraban. En total tenía alrededor de unas trescientas hojas, por lo que no era muy largo.