"Oye Mía" |Terminada|

ciento seis

Kevin en multimedia.

Mía.

1/2.

Camine nerviosamente hacia la dirección que Kevin me había escrito, apenas íbamos saliendo de clases y era claro que kevin se encontraba en su casa, ¿Como lo se? falto hoy, y mi pregunta es que como pudo poner la nota en mi casillero. Me metería en problemas con mi padre, pero no importaba, quería saber qué era lo que Kevin me querrá decir.

Mi prima, me dio una noticia que hizo que mi día no fuera tan malo, me avisó que habían posibilidades que mi custodia se la darían a mis tíos, padres de mi prima. Eran familiares por parte de mi madre, porque mi padre era hijo único. Aun así, me sentía mal por mi padre, aunque se lo merecía lo entendía. El empeoró en la partida de mi madre. Yo también pero pude seguir adelante, no tanto como quisiera, pero estaba en ello.

Di vuelta para entrar ala residencial en la que especificaba la nota, cheque las casas, pasando frente una por una, hasta que la encontré.

La mire detalladamente pensando en si estar aquí, es correcto o no. Veinte segundos de valentía. Me dije inconscientemente.

Camine hacia la puerta principal y toque la madera, tan delicadamente como si tuviera miedo a que se quebrarse. Nadie abrió, toque de nuevo pero más fuerte.
Se oyeron pasos como si estuvieran bajando las escaleras, oí un " Ahí va " . Era la voz de Kevin, fue cuando las manos me empezaron a sudar y empezar a sentir el sudor frío correrse en mi frente. Él seguro se oyó y después la puerta se abrió.

Kevin pareció sorprendido al verme. Él estaba en pijama. Lo cual era raro porqué ya era tarde.

— Mía, pensé que no vendrías.

Me moví incómodamente en mi lugar y mire mis pies.

 —Yo.. No se que decir.  —Era la verdad, antes tenía planeado decirle tantas cosas y de pronto verlo, se me fue la habla.

 —Yo.. Ugh, pasa no te quedarás fuera todo el tiempo, verdad.

Se hizo al lado y pase tímidamente. Su colonia llegó a mis fosas nasales.

— Vamos a mi habitación.

Dice cerrando la puerta y caminando hacia las escaleras subiendo, yo hago lo mismo.

Entre viendo como él se sentaba en un sofá pequeño para una sola persona.

 —Siéntate — me dice, observo dónde y decido sentarme en la cama, frente a él.

La duda me estaba carcomiendo por dentro, no sabia que decir y por lo que veía tampoco Kevin.   

— Si no tienes nada que decir ....— dije mientras me paraba.

— No, espera  —me sostuvo del brazo, una carga eléctrica sentí al sentir su tacto  —Estoy nervioso, perdona.  —dice soltando — Siéntate por favor.

Me senté de nuevo y lo mire detalladamente. Si que era guapo, pero un completo idiota.

— Mía, no se como comenzar..

 —Con el principio me parece bien.

 —De acuerdo, es que... yo ugh, no se como decirlo.  —Balbuceó torpemente.

— ¿Decir que cosa?

— Que me gustas, mía.

Me quede congelada y parpadeé varias veces.

 —¿Qu-e?  —Tartamudee sorprendida.

 —Maldita sea mía, me gustas. 

Me quede ahí, mirándolo pensando en lo que acababa de confesar y en lo yo diría.

  Y lo bese.

No mentira, me quede mirándolo y después la cachetada no tardó en llegar. 

  — Cabron, no puedes simplemente decir que te gusto después de que te hayas burlado de mí durante mucho tiempo, así no funcionan las cosas.