Concurso de Pasteles.

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-¿Crees que esta cosa gane el primer lugar, Reji-Sama?- El vampiro le dedico una mirada de reprimenda.

-No te permitiré que lo llames así, es un pastel magnifico, por el cual te has esforzado mucho- Ella hizo un puchero.

-Pero... ¿Crees que merezca el primer premio?

-Chichinashi es muy desconfiada- Ayato llevo una de sus manos al cabello de Miko, despeinándolo por completo.

-Es que estoy algo nerviosa...- Respondió ella, agachando la cabeza.

-Lo harás bien, tonta- Acoto Leito, sentándose en el banquillo junto a la mesada.

- La limusina estará lista en 10 minutos... ¿Estás segura que no quieres que te acompañe, Miko-San?- Pregunto Reji, intranquilo.

-Está bien, puedo ir sola, Reji-Sama. Gracias por preocuparte- Dijo la chica, mostrando una gran sonrisa. El elegante vampiro desvió la mirada, sonriendo un poco.

 Coloco el pastel dentro de un domo de vidrio, para protegerlo y lo levanto. Se acerco a la puerta de entrada y dio media vuelta.

-Vamos, tonta- Dijo Leito tomando su muñeca y arrastrándola a la limusina- No te vas a echar para atrás.

 Ambos se sentaron en la limusina y Leito le indico al chofer que ya podía avanzar. Miko se veía nerviosa, se había preparado mucho para este concurso, pero ella era muy desconfiada de sus habilidades.

-No estés nerviosa, Baka-Chan- Apoyo su cabeza en el hombro de la chica- Seguro si ese bebe llorón te hubiese acompañado estarías sonriendo- Ella se sonrojo.

-N...no es cierto...- Dejo el pastel sobre el asiento y movió sus dedos inquieta.

-Leito está aquí para Banco de sangre-Chan, así que sonríe- La chica dejo escapar una risita.

-Gracias...Si estuviera sola seguro hubiera escapado de la limusina y Reji-Sama me regañaría- El sonrió.

-Mi hermano puede ser muy estirado y algo gruñón, pero de todas formas, te ayudo un poco con el pastel, ¿No?- Ella asintió.

 Luego de unos largos e inquietantes minutos, por fin llegaron a la feria de pasteles y dulces. Todo estaba llenos de colores y música. Las personas iban de un lugar a otro, probando toda la azúcar acumulada en aquel festival. Leito se puso unos lentes oscuros, le molestaba un poco toda esa luz y la presencia de tanta gente.

-¿Estas lista?- Ella suspiro y comenzó a caminar, pero en cuanto dio dos pasos se choco contra alguien.

-Deberías fijarte por dónde vas, tonta- Al levantar la vista, Miko se encontró con esa mirada violácea que ya a este punto, reconocería de cualquier otra. Mientras ella se perdió en sus ojos, Laito la ayudo a levantarse.

-¿Estás bien, Baka-Chan?- Pregunto el castaño, preocupado.

-S...si, tranquilo- Respondió ella incorporándose, mientras Leito miraba a Kanato un irremediable odio.

-Nee, Teddy, ella es muy descuidada, ¿No crees?- Pregunto el chico abrazando fuertemente a su osito.

-¡Ay!, ¡¿Y mi pastel?!- Exclamo la chica desesperada.

-¿Hablas de esto?- Kanato tenía su pastel en una de sus manos y en la otra, sostenía a Teddy, junto a un algodón de azúcar- Aquí tienes- Dijo entregándoselo a la distraída chica.

-Gra...gracias, Kanato- Kun- Mientras recuperaba su pastel, saco su celular del bolsillo de su campera y sus ojos se abrieron como platos- ¡Ya casi empieza el concurso!, ¡Laito, vamos!- La chica tomo al castaño fuertemente del brazo y lo arrastro hasta el concurso.

Tu juego, mi perdición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora