La sonrisa artificial o las galletas mal hechas.

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  El chico se encontraba sentado en el borde del balcón, observando a la luna llena con algo de pesadumbre y aflicción.

-¡Laito!- La chica la llamada desde el jardín, con una enorme sonrisa en su rostro. El intento imitarla, pero no era completamente sincera.

-¡Banco de sangre- Chan!, ¡Ahora bajo!- El vampiro, entonces, no lo pensó dos veces y se tiro, cayendo de pie.

-¡Tengo algo importante que contarte!- El castaño hizo un gesto de desagrado, que rápidamente camuflo con una sonrisa.

-Cuéntame, Baka-Chan- Ella dio un saltito de alegría.

-¡Le confesé a Kanato lo que sentía y no me rechazo!- Vociferó, contenta. Laito no pudo evitar sentir una punzada en su corazón.

-Me...me alegro por ti, Baka-Chan- Respondió desanimado, esforzándose por dibujar una sonrisa "artificial".

-¿Es...estas bien, Laito?- Ella tomo su brazo y lo miro fijamente a los ojos.

-¡Claro que si, tonta!- Dijo acariciando su cabello- Solo estoy un poco...

-¿Por qué me mientes?, ¿No somos amigos?- El agacho la cabeza un poco y se acerco a ella, abrazándola.

-Lo siento, Baka-Chan...Es solo que...- Hizo una pausa y luego suspiro- No puedo estar feliz por algo así...

-La...Laito... ¿Tu...?- El vampiro se apresuro a interrumpirla.

-No lo digas, pero así es...Tu...Tu le entregaras todo a ese estúpido bebe llorón y yo...Me quedare sin Baka-Chan para siempre...- La abrazo con aun más fuerza, ella correspondió al abrazo.

-Lo siento, Laito...Es que...- El vampiro se rio.

-No te excuses, Baka-Chan. Los sentimientos no es algo que podamos controlar....-Acaricio su cabello.

-Sniff...Sniff...

-No...No estarás pensando en ponerte a...

-¡BUAAAAHHH! ¡Lo siento, Laito!- Exclamo, rompiendo en llanto- ¡Eres muy amable!

-No seas, tonta- Dijo abrazándola- Seguiremos siendo amigos, Baka-Chan- Ella asintió- Entonces... ¿Qué te preocupa?

- Tengo miedo... ¡Miedo de que Laito deje de quererme!- Laito sonrió, conmovido.

-Nunca dejare de quererte, Miko-Chan...Eres y serás por siempre, la única mujer de mi vida...

****

-¡Wahhh!, ¡Miko-Chan!- La niña no lo escuchaba en lo absoluto- ¡Deja de jugar allí! ¡Puedes hacerte daño!- El castaño seguía gritándole, pero ella seguía despreocupada.

La pequeña Miko estaba jugando en el balcón, pero tropezó y si no hubiera sido porque alguien la sostuvo de la ropa, ella hubiera caído.

-Haces mucho ruido, pequeña tonta- El rubio la levanto, todavía sosteniéndola de la ropa.

-¡Shuu-San! Y...yo...Lo siento- Dijo ella apenada.

-Como sea, solo no hagas ruido, ¿Si?- El esbozo media sonrisa, la niña asintió y él se fue por donde había venido.

-No tienes remedio, Miko-Chan...- Laito apareció junto a ella, levantándola en sus brazos- Mira lo que te has hecho en la rodilla- La pequeña niña se miro y tenía un gran raspón, pero no parecía dolerle en lo absoluto- Debería llamarte "Baka-Chan"- El sonrió.

-¡No es nada!, ¡Yo soy muy fuerte y nada me duele!- El vampiro soltó una risita y la situó en su espalda.

-Bueno, señorita valiente, mejor vamos con Reji para que te cure esa rodilla- Laito comenzó a correr, mientras la niña gritaba emocionada.

****

Miko iba cantando alegremente por el pasillo, con sus auriculares puestos, pero como no estaba concentrada en el camino, choco contra alguien.

-¡Tsk! ¡Fíjate por donde caminas, tonta!- Subaru gruño molesto.

-Lo siento, Subaru, estaba distraída...- Este se cruzo de brazos.

-¡Siempre estas distraída!

-¡Y tu siempre estas molesto!- El vampiro, notablemente irritado se ruborizo un poco y rápidamente, se fue- "Pequeño tsundere..."- Pensó Miko divertida.

Ella siguió su camino, estaba yendo a la cocina para prepararse un café bien caliente, el invierno ya estaba acercando y aunque ella lo amaba, era muy difícil soportarlo. Enredada en su cuello, se encontraba su bufanda favorita, la cual ella atesoraba con todas sus fuerzas.

-Buenas tardes- Pronuncio al entrar a la cocina.

-Buenas tardes, Miko-San- Respondió Reji, sentado en el sillón, leyendo un libro- ¿Tienes frío?

-De hecho, si, ¿No sabes donde esta mi sweater azul?- Pregunto, mientras ponía a hervir el agua.

-Quizás en el salón, deberías ser más ordenada con tus cosas, ¿Sabes?- Ella sonrió y apareció tras el vampiro, solo para darle un gran abrazo.

-¡Vamos, Vamos! ¡No seas tan gruñón, Reji-Sama!-El sonrió a medias y suspiro.

-Ten cuidado, vas a tirar mis lentes- Dijo, acomodándolos.

-Reji...Reji...- Una voz apareció detrás de ellos, pero Reji no aparto la mirada de su libro.

-¿Que sucede, Kanato?- Pregunto intrigado. Miko se corrió a un lado.

-Quiero un postre...Quiero algo dulce...- Respondió, mientras movía a su Teddy de un lado a otro.

-¿Por qué no le preguntas a Miko-San si puede prepárate algo? Es mejor en la cocina que yo.

-Pero ella es una humana tonta y podría arruinarlo...- El elegante vampiro se negó.

-Ella podrá, es más capaz de lo que crees- Kanato giro la mirada y la miro a los ojos.

-E...Eh...Puedo...puedo prepararte algo si quieres, Kanato- Kun...- Agacho la cabeza, para que no pudiera verla a los ojos.

-Apúrate.

Miko tardo un poco, pero por fin logro hacer 16 galletas, rellenas de chocolate, bañadas en azúcar. Llevo la bandeja con las galletas hasta la habitación de Kanato y luego de pedir permiso, entro.

-Espero que te gusten...Me esforcé mucho en hacerlas- Él las vio y gruño. Levanto su mano y tiro la bandeja al suelo.

-¡¡Me has hecho esperar mucho!!- Miko tembló un poco, pero luego frunció el ceño.

-¡¿Encima que te hago galletas me gritas?!- Respondió enojada.

-¡¡Yo no grito, tu gritas!! ¡¡YA CALLATE!!

-¡¡OBLIGAME!!- Vertiginosamente, Kanato tomo a Miko de la cintura y la acerco a él, quedando a escasos centímetros de sus labios.

-Nadie me grita...Nunca... ¿Lo entiendes?- Pero antes de que ella pudiera responder, él la callo con un beso, un beso lento, pero inocente a la vez.

-N...No quise...gri...gritarte...yo...Lo siento...- Apenada, agacho su cabeza.

-Buena niña- Dijo acariciando su cabeza- Ahora junta esto y hazme mas galletas- Miko gruño molesta, pero termino por obedecer.

-Si haces las galletas en menos de 15 minutos...Te daré un premio...- Kanato volteo la cabeza y en su rostro se dibujo una perversa sonrisa.

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⏰ Última actualización: Mar 19, 2016 ⏰

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