Mi Todo [Calum Heaslip]

CAPÍTULO 3

~NARRA CALUM~
Sábado, 4:00 am
No puedo dormir, no paro de pensar en Valeria, no sé ni por qué estoy pensando en ella, a fin de cuentas solo es una amiga. Pero es que es muy especial para mi, creo que me está empezando a gustar, pero seguro que yo a ella no. No puedo dormirentonces cojo el móvil un rato. Bajo la barra de notificaciones, 4 mensajes de 2 chats, abro WhatsApp y miro los mensajes. Dos son de Valeria y dos de un grupo con mis antiguos compañeros de clase. Rápidamente abro los de Valeria.
Conversación de WhatsApp:
Valeria- Calum corre es urgente por favor ven a la entrada del instituto. (A las 3:59)
Calum- Ok

Rápidamente me pongo unos vaqueros azules y una sudadera verde cojo las llaves el móvil y salgo corriendo en dirección al instituto. La verdad estaba muy nervioso debe de pasar algo porque son las 4:05 am y Valeria debería estar durmiendo, ella es muy dormilona. Cuando llego al instituto busco con la mirada a Valeria pero no la encuentro.
Escucho un grito ahogado como de mujer, entonces me da el impulso de gritar su nombre, y lo hago.
Calum- ¡Valeria!
Xx- Valeria no te oye rubiales.

Me suena este tío mucho, es, ya me acuerdo, es Álex el exnovio de Valeria, seguro que le ha hecho algo.

Calum- ¡Dime donde está Valeria y ya!
Álex- No te pongas nervioso rubio de bote.

Me estoy preocupando y cabreando mucho.
Entonces le suelto un puñetazo en el estómago y el cae, yo aprovecho para salir corriendo y buscar a Valeria.
Calum- ¡Valeria, Valeria, Val!
No, no, no, no. ¿Donde está?
¿Qué le ha hecho a mi princesa?
Otro grito, me vuelvo para mirar y la veo, si es ella.
Salgo corriendo hacia ella, está llorando y sangrando por la mano. Yo la cojo como una princesa y me la llevo a mi casa.
Se va a enterar el Álex este el lunes, que se meta conmigo que me pegue, conmigo que haga lo que quiera, pero con Valeria si que no.
Valeria se quedó dormida o se desmayó o ya no era muy consciente de si. No lo sé, pero esta adormilada. Le quito los zapatos y la chaqueta y le vendo la mano. La recuesto en mi cama y la tapo con una manta, le doy un beso en la frente y me quedo observándola un rato hasta que me duermo abrazándola para protegerla.
Pienso averiguar que le ha hecho el otro asqueroso maltratador.