EL TERCER ENCUENTRO
Durante el transcurso de la mañana que duraba su castigo, Valeria le contó a Perla lo que Horacio quiso hacer con ella esa noche en la cocina. Si bien se asustó por el estado en el que estaba Horacio, sintió algo en el momento que salía en su defensa, luego del cobarde ataque de Morrison. Algo que ella llamó "redención". ¿Así que el bruto de mi hermano te quiso violar? Algo así. Por suerte pude defenderme... pero tuvo la valentía de pelearse por defendernos. Mi hermano es así. Siempre trata de defenderme. Oye, oye, oye. No te agarres todo el crédito que también peleó por mí. ¿Por ti? Si no te lleva el apunte. Eso lo veremos. Pero antes quiero hacer algo. Qué Ir a ver a Valentina. Le diré a mamá e iremos juntas. – dijo Perla, quien tras acomodar una banca, ya había cumplido la pena de ambas amigas.A la salida del castigo, Babi esperaba enojada a su hija por las cosas que había hecho en la entrada a clases. Todo se lo había a noticiado la directora. Aun así, le permitió a ella llevar a Valeria para ir a ver a Valentina.Cuando llegaron al hospital, Valentina había sido trasladada a una habitación común. Sus padres habían ido a visitarla y se habían enojado mucho por lo sucedido. Cuando Babi llegó con las muchachas, Andrés las recibió. Había aguantado estoicamente la guardia y acompañó en todo momento a Valentina. ¿Cómo está? – le preguntó Perla a su primo Está muy bien. Se recupera rápidamente. Realmente se salvó de que el botellazo le pegue en una zona comprometedora. decía Andrés con tono preocupado. Andrés... Por primera vez te noto angustiado y preocupado por Valentina. ¿Ocurre algo? ¡No! ¿Cómo crees? ¿Cómo puedes pensar que estoy...? – y se detuvo.Perla le lanzó una mirada inquisidora con los ojos muy abiertos. ¿Soy muy evidente? Pues desde el mirador de la ciudad observo que tienes interés por ella... ¿No? Pues... Sí. dijo Andrés resignándose ante su prima que lo miraba triunfante Perla, no sabes lo que me generó el tenerla entre mis brazos. El sentirla tan débil y frágil. Sentía que me moría con ella. ¿Y lo sabe? Pues... no. Aun no lo sabe. No me animo a decírselo. ¿Y si un día de estos organizo algo para los dos? ¿Lo harías? ¿Por nosotros?Perla asintió. Nada más quería en ese momento, que ver feliz a su amiga y si era con su primo mejor aun. Después fueron a saludarla. Valentina estaba comiendo, mientras dialogaba con Valeria que se le había adelantado a Perla. Las tres compartieron la tarde, bajo la mirada cómplice de Andrés que las custodiaba de todo.Valentina recibió el alta a los dos días de esa última visita. Si bien no presentaba nada grave, debía guardar reposo por el desvanecimiento que tuvo. Perla iba todos los días a acercarle las actividades del colegio para que no pierda línea en las clases. Valeria cada tanto también hacía lo mismo. Y cada tanto visitaba a Perla a su casa. Una tarde, Valeria fue a casa de Perla a tomar refrescos y mientras charlaban, le volvió a contar todo lo sucedido con Horacio: Y así fue que tu hermano se redimió conmigo. Eso sí, todavía no me pidió perdón. Lo más extraño de todo esto, fue que consiguió escapar de la Guardia Civil aquella noche en casa de Valentina. Cuando llegó a casa, yo no dije nada y lo cubrí para que no caiga en manos de la justicia. Si eso sucede, mi padre seguro se muere de un infarto. Es cierto. A propósito, algo que me quedó en duda Perla es el modo en que lo llamaron a Horacio. ¿Lo recuerdas? Sí. Es cierto. Me pregunté cómo diablos pudo ser... ¿Conocerá algo de la historia de "Hache"? No lo sé respondió reflexiva Valeria y al rato propuso Oye, si no es molestia, iré por más jugo ¿Vale? No hay problemas. Eso sí, no te pierdas en la cocina ¿eh?Valeria tomó el jarro de jugo, riendo por la broma y se dirigió a la cocina a cargar un poco más de líquido. Pero cuando giró para ir hacia la cocina, se topó con Horacio quien se sorprendió por su presencia. Hola saludó con tono arrepentido Hola respondió Valeria. Mira, sé que estuve mal. Esa noche hice cosas que no debía y... Solo quiero disculparme por lo que hice. Eres la amiga de mi hermana y no puedo hacerte eso. Déjame compensarte de alguna forma. Shh – silenció Valeria poniendo su índice en los labios de Horacio – Esta noche me quedo aquí. Esperemos a esa hora y veremos. Horacio se quedó mirándola mientras ella se iba a la cocina con el jarro. Pero mira que si te llevo, vas a tener que aguantar ¿eh? Tú solo espera. Algo se nos ocurrirá.Tal como había anunciado Valeria, esa noche quedó en casa de Perla. Estaban en el sofá mirando televisión, cuando Horacio bajó las escaleras: ¡Adiós feas! ¡Que no las absorba el televisor! Ya vete a la mierda, Horacio. lo echó Perla.Cuando pasaba para irse, Valeria no le quitó la vista un segundo de encima. Horacio al verla, le indicó mediante señas que vaya a la habitación de Perla y baje por la ventana. Valeria se empezó a emocionar, pero cuando se estaba por levantar, se cruzó con la reprobadora mirada de Perla: Ya sé que tienes pensado hacer. Y no te lo permitiré. Anda Perla. Déjame ir con tu hermano. Es solo una salida nada más. ¡No! Aparte sabes que estoy castigada y no puedo cargar un lío más. Vamos cúbreme. No pasará nada, te lo prometo. ¿Y si tu madre llama que le digo? Pues que estoy durmiendo y que no moleste.Las dos amigas acordaron todo. Valeria escapó por la alcoba de Perla, se reunió con Horacio en la calle y juntos escaparon en la motocicleta. Y como un capricho del destino, sonó el teléfono en casa de Perla. ¿Diga? Perla querida ¿como estas? Soy Katina, la madre de Babi. Llamaba para saber cómo está mi hija. Señora, Valeria está durmiendo en mi alcoba. Y es difícil que la despierte ya que está profundamente dormida. ¡Vale niña! No hay problemas. Cuida que no ande metida en líos ¿eh? Si... no se preocupe – dijo Perla con tono de "ahora estoy en problemas" y colgó tras despedirse.Lo que no sabía Perla, era que Babi la estaba escuchando detrás de la pared: "Esta historia me la conozco", pensó en sus adentros. Esperó que Perla se suba a la alcoba y revisó el rastreador de llamadas.Perla había subido, pero en lugar de ir a su alcoba, pasó a la de Horacio, la cual por fin encontró abierta. Comenzó a revisar toda la habitación, buscando algo que le diera una pista para determinar el paradero de su amiga y su hermano esa noche, hasta que finalmente, encontraría un papel que decía:"02:00 AM. Desafío en el puerto"Perla no sabía de qué se trataba eso, pero sí contaba con que su hermano iría hacia ese lugar, ya que nunca rechazaba un desafío. Buscó dinero en su cartera y escapó por la ventana de su alcoba. Tomó un taxi y fue con rumbo hacia el puerto a buscar a su amiga.Babi subió para ir a ver a su hija. Pero cuando llegó, su sorpresa fue mayúscula: Ninguna de las dos muchachas estaban ahí, lo que terminó de avivar las sospechas. Asustada por lo que podía ser la realidad, llamó al número que vio en el rastreador. Del otro lado, Luque atendió entre el sueño y el fastidio: Quien quiera que sea, que tenga un buen motivo para molestar a estas horas. Disculpe la molestia, pero hace una hora llamó la madre de Babi a este número. Luque miró a Katina que estaba semidormida y respondió Señora, mi mujer está durmiendo. ¿No puede llamar en otro horario? ¡Señor por favor, es importante! ¡Pues es importante que duerma yo también! – vociferó Luque interrumpiéndola. Esto hizo despertar a Katina, quien le arrancó el teléfono de la mano. ¿Aló? ¿Quién habla? Buenas noches señora, soy Babi Alcázar, madre de Perla, la amiga de su hija ¿Babi QUE? – preguntó bruscamente Katina Alcázar. Babi Alcázar. ¿Babi? ¿Babi Alcázar? ¿Madre de Perla? ¿Usted me conoce? – preguntó Babi extrañada ¡Como para no conocerte mujer! ¡Soy Katina Herreruela! ¿Ka... Katina? – tartamudeó Babi. ¿Qué es lo que quieres llamando a esta hora? Katina, escúchame. Sé que han pasado muchas cosas en el pasado entre nosotras. Pero te pido por favor que me oigas lo que te quiero decir. Tu hija corre peligro. ¿Qué dices? Mira, hace unos minutos hablaste con mi hija preguntando por la tuya. Fui a revisar su alcoba, pero ninguna de las dos se encontraba aquí. Te pido que me creas. Tu hija se escapó de mi casa y yo no sé a donde fue. Y para peor, mi hija fue tras ella. Mira, te agradezco que me pongas en alerta. Voy a ver que puedo hacer. ¿Tú estás bien? Sí, sí. Estoy bien. Gracias por atenderme y creerme. – dijo Babi sorprendida porque después de mucho tiempo, Katina le preguntaba si se encontraba bien.Por su parte, Katina comenzó a desesperarse por la repentina desaparición de su hija. No sabía lo que podía llegar a suceder. Luque trataba de consolarla, ya que estaba muy alterada. En ese momento, el tiempo frenó y las acciones se detuvieron. O al menos, así pasó en la mente de Katina, ya que solo ella tenía conocimiento de lo que pasaba. Luque se había quedado estático y todo alrededor había parado. Se levantó de su asiento, caminó hasta la cocina y allí encontró vestido con un elegante traje blanco, a su amado Pollo. Katina se sorprendió de verlo así: ¡Pollo! Katina, espera. No te acerques a mí. Solo vine a decirte algo. ¿Qué ocurre Pollo? ¿Por qué está todo así? Es un artilugio que puedo hacer para hacerme presente ante ti. Soy tu Ángel Guardián. En este momento, estas desesperada queriendo buscar a tu hija y no sabes dónde empezar. Sí, así es. ¿Cómo lo sabes?Pollo se acercó a ella y comenzaron a caminar de vuelta hacia donde estaba Luque estatizado. Katina, amor. Siempre te estuve cuidando durante todo este tiempo. Siempre estuve junto a ti. Y déjame decirte que se tanto sobre ti como de tu hija. Son de tal palo, tal astilla. Y ella actualmente está repitiendo todo lo que alguna vez hiciste en tu juventud. Pero dime ¿Algo sabes de donde puede estar metida? Tú solo piensa en lo que te dije Kat. Piensa en eso. – dijo Pollo y luego se dirigió a Luque que continuaba estático, producto del artilugio de Pollo – Me alegro mucho de que Katina te haya encontrado. Sin lugar a dudas es una afortunada. Sé que la estás cuidando mejor que yo. No la dejes sola nunca amigo. – y dicho esto, comenzó a retirarse. ¡Pollo espera! ¡Adiós Katina! Solo piensa en lo que te dije. ¡Adiós! Pollo... ¡Pollo! – gritó Katina ¿Pollo? ¡Pero si ya hemos cenado, mujer! – dijo Luque Katina lo miró extrañada. La situación volvió a ser la de antes y no entendía nada. Sin embargo, respondió a lo que le dijo su marido. No entiendes. Tuve una visión. Mi ex novio Pollo que había muerto se me apareció y lo hizo para decirme que era mi ángel guardián y que nuestra pequeña Babi, hace todo lo que hice yo en mi juventud. ¿Lo viste a tu ex? ¿Cómo le hiciste? No lo sé, se fue, te deseó suerte y se fue diciendo solo eso. – dijo Katina cuando de pronto se le vino una idea a la cabeza. Pásame el teléfono – ordenó a Luque – Llamaré a Diego para que la busque. Creo saber dónde está.Por su parte, Perla llegó al puerto. Estaba vacío y no se oía nada. Señorita, ¿Está segura que es aquí donde quiere que la deje? – preguntó el chofer Por favor, ¿podría acercarme un poco más adentro? – pidió Perla.Se acercaron hasta la ribera del puerto y nada. Sin embargo, Perla sacaría medio cuerpo por la ventanilla, ya que conseguiría escuchar un ruido a música fuerte. Vamos por allí. Voy a pedirle que se acerque hacia esa zona – dijo Perla.Se acercaron, pero en un sitio determinado, Perla detuvo al chofer. Bajó y comenzó a caminar por el sitio. Descubrió una pared memorial, donde se encontraban fotos y pertenencias de pandilleros que habían muerto en competencias clandestinas. Contempló con horror todo lo que había allí, hasta que descubrió una fotografía de Katina con suprimer amor, Pollo. ¿Qué hace la madre de Valeria allí? – se preguntó.Continuó caminando y se sorprendió de lo que vio tras esa pared: Un verdadero festival de luces, sonidos de música y motores, y alcohol que abundaba por doquier. Caminó entrela gente que allí se encontraba y de entre el montón descubrió a su amiga, recibiendo un apasionado beso de Horacio.Se acercó a ella y la increpó: Valeria, ¿Qué se supone que haces acá? ¡Perla! ¡Qué sorpresa! Me alegro que hayas venido a compartir la noche con nosotros. ¡Que noche ni nada, joder! ¡He venido a buscarte! ¡Hey enana aguafiestas! – se entrometió Horacio – Recuerda que estas castigada y nada tienes que hacer aquí. En la medida que mi amiga siga estando aquí, yo no me voy a mover – respondió Perla. Y dirigiéndose a Valeria, nuevamente dijo – Valeria, tienes que volver. Tu madre ha llamado a casa. ¡Habíamos quedado en que ibas a cubrirme! ¡Pues no sé qué va a pasar! No quiero arriesgarme a que suceda nada. Pues si no quieres arriesgarte a nada, vuélvete a casa niña malcriada – dijo Horacio. Horacio no te metas. Esto es entre mi amiga y yo. Pues es mi novia ahora. ¿Cómo la ves? ¡La veo que voy a denunciarte si no la dejas! – amenazó Perla, cuando de repente, en ese momento se escuchó desde atrás: ¡Valeria! ¿Qué carajo se supone que haces aquí? – Diego había llegado al puerto, gracias a la indicación que le diera Katina. – Tu madre está angustiada. Valeria miró a Perla ¡Le dijiste todo! ¡No es cierto! ¡Yo te cubrí! ¡Fue tu madre niña! – le gritó Diego a Perla – Ella las delató. Ahora si me disculpan, voy a llevarme a esta niña a casa. ¡Heyeyeyeyey! ¿Qué te piensas que haces Vengador Anónimo? intervino Horacio ¿Quién te crees que eres para querer llevarte así sin más a mi novia? ¿Quién crees que eres?¿Un Ghost Rider subdesarrollado que cree que va a entrar a mi fiesta sin pedir permiso y llevarse como si nada a mi novia? Antes que tu novia, es mi prima, payaso de mala muerte. – increpó Diego. ¿Cómo me llamaste? Escucha una cosa, Vengador Escarlata, este lugar tiene códigos que no se han de pasar por arriba. Y este payaso de mala muerte, va a hacértelos conocer. ¿Ah sí? ¿De qué se trata este juego, así yo también participo? – dijo Diego desafiando a Horacio. Ambos se pusieron cara a cara y Diego miraba desde sus pocos centímetros dedes ventaja a su oponente. Hagamos una competencia. Ganas, te llevas a tu prima a casa. – propuso Horacio. ¿Y si fracaso? Te vuelves a casa... Pero caminando, porque me quedaré con tu motocicleta. ¡Eso nunca! ¡Lo harás por sobre mi cadáver! ¡Basta! ¡Dejen de pelear ya! exigió Valeria. ¡Pues dile a tu noviecito que no se las dé de macho, porque la pasará mal! ¡Mejor dile a tu primito que tenga las bolas como para enfrentarme!En ese momento, apareció Morrison con su gente: ¡Vaya! El viejo y reconocido Hache, buscando pleitos como siempre. ¡No te metas Morrison! No es asunto tuyo. Pero mira que linda compañía traes... Creo que esta noche, mientras tú te matas con ese gilipollas, yo me daré una linda fiesta con tus niñas. ¡¿Qué dices chimpancé precámbrico?! – respondió muy sacado Diego. ¿A quién le dices gilipollas y con quien piensas hacer fiestas? ¡Anda enano! ¡No te metas en asuntos de mayores! ¡Pues este enano va a hundirte bien la punta de sus zapatos en tu culo, mono peludo! ¿Ah sí? ¡Prepara tu motocicleta y veremos quién es mejor que quien! Pues saca turno idiota... Antes debo enfrentar a tu amigo. ¿Pues por qué no te animas contra los dos? Al fin y al cabo, tengo cuentas pendientes con él – dijo Morrison elevando la apuesta. Me gusta. Voy a destrozarlos a los dos. – completó Horacio. Diego se quedó sin palabras. Se había metido en un lío muy importante. El correr carreras clandestinas era un riesgo para su carrera deportiva, siendo que debía cuidarse que no lo descubran. Además, enfrentar a esos dos al mismo tiempo, tenía cara de ser una operación suicida. Oye, oye, oye, si tienes problemas con él, entonces arréglalos primero tú con él – dijo Diego. ¿Qué? ¿Ya piensas en huir como rata? Aquí tu no impones las condiciones cabrón – dijo Horacio yendo a la línea de largada.Diego intentó convencer a Morrison: Oye, empieza tú. Tú tienes ese desafío con él. No me metan en el medio Morrison rio maléficamente: ¡Igor! Lleva su moto a la línea de sentencia. Igor era un secuaz de Morrison que se encargaba de la mecánica de su motocicleta. En seguida saltó sobre la moto de Diego y la llevó junto con Morrison a la salida. ¡Hey! ¡Oye tú! ¡Regresa acá con esa moto! – gritó Diego mientras lo corría de atrás. Cuando llegó a la línea de sentencia, la multitud no lo dejaba irse. No había vuelta atrás. ¡Escucha! ¿Quieres ganarle a estos dos? – Preguntó Igor – Visualízate ganador. Administra bien la potencia de tu moto. Ten cuidado con los sobre pasos y serás ganador. ¿Por qué me dices esto? ¿Por qué me ayudas? – preguntó Diego. Tienes una máquina de buen potencial. Y es deseo de Hache quitártela. Además, me caes bien.Uno de los muchachos tomó un altavoz y comenzó a pedir que se despeje la pista. Diego no estaba preparado aun para largar. Iba a ponerse el casco, cuando vino Igor y se loquitó: ¡Oh no, no, no, no, no! ¿Cómo crees? ¿Dónde se ha visto que corremos con casco aquí? – preguntó mientras salía corriendo con el casco en mano. ¡Oye ven aquí! ¡Devuélveme mi casco!El anunciador seguía preparando la largada. Cuando dio la señal de salida, Horacio y Morrison salieron disparados, mientras que Diego quedó en la línea de largada. ¡Vamos primo! ¡No dejes que te ganen! – alentó Valeria. ¿Oye que haces? ¡Te dije que te visualices ganando! – gritaba Igor. Diego miró hacia el frente. Veía como Horacio y Morrison llegaban a la primera curva y comenzó sacarse la camisa, para correr más liberado. Arrancó la motocicleta y fue en búsqueda de sus rivales. Horacio y Morrison le habían sacado mucha ventaja. Él por su parte comenzó a acelerar y a llevar a su moto hasta el límite. Cuando Horacio y Morrison cumplieron la primera de las tres vueltas pactadas, Diego había recortado distancias. Se acercaba cada vez más. Horacio por su parte, tomó la delantera y dejó a Morrison un poco más relegado. En la última curva, antes de cumplir la vuelta, Diego ya estaba en los escapes de Morrison y se aprestaba a pasarlo. Pero Morrison comenzó a efectuar una serie de maniobras sucias, para desestabilizar la moto de Diego. Y cuando este por fin lo apareaba, ponía el pie para patearle el tanque. Fue así que antes de llegar a cumplir la última vuelta, Diego lo volvería a aparear y Morrison volvería a tirarse para patearle el tanque. Pero cuando intentó hacerlo, Diego clavó los frenos y Morrison siguió de largo, perdiendo el control y pegando contra el murallón. La cosa quedaría mano a mano entre Diego y Horacio, siendo los últimos metros, cruciales y decisivos para la definición de la competencia. Nuevamente en la última curva, Diego aparearía a su oponente, quien lejos de lo que hiciera Morrison, aceleró aun más para dejarlo atrás. Diego no se resignaba y también ponía todo de sí, hasta que Horacio jugó su última carta y levantó su motocicleta en un "Wheeling", tomando más velocidad y dejando rezagado a Diego. Una maniobra que a Diego no le salía y que sin casco podía tornársele mortal. ¡Vamos Horacio! ¡Tú puedes! – gritaba Perla desde las gradas El sonar de la voz de Perla, incentivó el orgullo de Diego, quien en un último intento, también levantó su moto con un "Wheeling"."¡Por Dios, se va a matar! ¡No lo va a lograr!" Pensaba Valeria muy asustada.Para sorpresa de ambos, Diego conseguiría estabilizar la motocicleta en una rueda y comenzaría a recortarle distancia a Horacio, ya muy cerca de finalizar la competencia. Sobre el final, y en una definición para cámara lenta, Diego impuso su rueda delantera por sobre la de Horacio, derrotándolo y destronándolo de las competencias clandestinas. Cuando su moto tocó tierra, el público se lanzó para avivarlo y vitorearlo, por la hazaña lograda. Horacio, desde su posición, observaba todo con una sonrisa cómplice. Diego fue puesto enandas y desde allí saludó con el pulgar a su oponente, por la limpieza de la competencia, saludo que tuvo su respuesta de parte de Horacio.Sin embargo, un griterío femenino hizo quebrar el clima de festejos en la noche ¡HORACIOOOOO! ¡AUXILIOOOO! – Perla y Valeria eran llevadas a la fuerza por Morrison y sus matones. Horacio fue a encararlos y en seguida se sumó Diego. ¡Hey tú, babuino maricón! ¡Quita tus sucias manos de las muchachas! – gritó Diego. ¿Quién lo dice? ¿Tú? ¿Qué querías huir como rata y ahora te crees rey por una carrera que ganaste? ¡Pues este rey te dejó con el culo mirando a la luna, cagón! ¡No te animas a pelear como hombre y quieres abusar de las chavalas! ¿Quieres pelea no? – desafió Morrison En ese momento, los presentes comenzaron a rodear a Diego y a Morrison, creando una suerte de arena humana, donde ambos pelearían por su honor. Morrison duplicaba en musculatura a Diego, por lo que se presumía que iba a ser una matanza. Oye, déjamelo a mí. Si te agarra te va a destrozar – pidió Horacio. Quédate donde estas y protege a mi prima. – ordenó Diego.Diego y Morrison se prepararon para el combate. Morrison intentó golpear a Diego con dos puñetazos, pero este los esquivó de manera hábil. Siguió buscándolo, pero no lo podía acertar, ya que Diego era demasiado veloz. Hasta que en una embestida de Morrison, Diego le propinó el primer ataque certero. Cuando Morrison se lanzó a la carrera, Diego se elevó en el aire y con una media vuelta le acertó una patada en el centro del pecho que lo dejó ahogado. Diego era II DAN de Tae Kwon Do, lo cual era su secreto mejor guardado para encarar esa pelea, y gracias a lo cual pudo derribar fácilmente a su oponente. El gigante cayó desparramado en el suelo, Diego saltó sobre él y comenzó a molerlo a puñetazos. Al ver que su jefe estaba siendo humillado, un matón de Morrison entró a la arena con una botella para golpear a Diego. Pero una vara de hierro lo levantó por el aire:Era Igor, que había decidido unirse a Diego y dejar de lado las humillaciones a las que constantemente lo sometía Morrison. Diego se sorprendió por la actitud de Igor y en ese pequeño momento de distracción, Morrison aprovechó para atacar a traición, propinándole un puñetazo en el rostro. Diego cayó al suelo semi noqueado y cuando Morrison se incorporó para volver a golpearlo, Horacio entró a la arena para cortar su ataque. De esa forma, comenzó una batalla campal, donde seguidores de Horacio se tomaron a puños con los de Morrison. Diego y Horacio comenzaron a repartir golpes a troche y moche contra quienes querían atacarlos, hasta que en un momento quedaron cara a cara y a punto de golpearse entre ellos. Cuando frenaron, con sus puños en alto, se quedaron mirando uno al otro. Diego no olvidaba que Horacio lo llamó Vengador Subdesarrollado, ni menos que se estaba citando con Valeria, pero la ayuda que le brindó contra Morrison fue suficiente para que lo respete. Horacio por su parte, tampoco olvidaba cuando Diego lo llamó Payaso de Mala Muerte, ni que quería prohibirle disfrutar la noche junto a Valeria, pero al ver que tenía códigos, lo empezó a respetar. ¡Back to Back! – gritaron al unísono y se pusieron espalda con espalda a seguir peleando.Las chicas por su parte, también tuvieron su batalla en la arena. Valeria se había batido en lucha contra cuatro amigas de Morrison que quisieron buscarle pelea, mientras que Perla descubrió entre la muchedumbre a Nina, la joven que había orquestado el asalto a la mansión de Valentina: Por Valentina ¡Me las vas a pagar! – gritó Perla y fue en busca de su venganza.Se encontraron cara a cara y comenzaron a pelear muy duramente. Nina estaba acostumbrada al ambiente, por lo que su estilo de pelea era muy similar al de un hombre. Perla por su parte, aplicaba sus lecciones de karate aprendidas en el Instituto de Gimnasia.La pelea se volvió un a todo o nada, hasta que finalmente, llegó la Guardia Civil a reprimir la situación, efectuando disparos para dispersar a los revoltosos. Perla al ver la gravedad de la situación echó a correr y terminó sin saber a dónde ir, ya que había Guardias por todos lados. Comenzó a llamar a su hermano, pero este ya había logrado escapar. Y mientras caminaba un motociclista la empujó con su moto y terminó cayendo en el suelo. Un Guardia se acercó rápidamente para detenerla, cuando apareció Diego con su motocicleta y durmió al Guardia de un puñetazo: ¡Súbete! ¡No te quedes ahí! – le gritó Diego invitándola a escapar.Perla subió a la moto y escaparon a toda velocidad con rumbo indefinido por la ciudad.
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Por Tu Amor 3msc (3era Parte)
RomanceLa historia trata de la vida de Hache y Babi. 21 años después de su separación, a pesar de que Hugo decide quedarse con Gin, los hijos de ambos deciden revivir su historia de amor al descubrir que el nunca pudo olvidar a Babi, su primer amor. Duran...