Oportunidad

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Narra Magalí

-No, dejame en paz.
Me miró, con muchísima bronca.
-¿Por qué le haces esto a mamá?
Odiaba esa pregunta. Como si fuera que los hijos hacemos todo con el propósito de herir a nuestros padres.
Me gustaba poder discutir y hablar español, extrañaba mi país.
Pensar en Argentina me provocaba un fuerte dolor en el pecho, inexplicable.
Y mucho más fuerte cuando recordaba a Guido.
Guido... Hacia un mes de nuestro encuentro en Miami.
-Cortala, no estoy haciendo nada malo, solo voy a caminar un rato. No me va a matar hacerlo.
-Sabes que v...
Agarré mis auriculares y salí de la casa con un portazo.
Mi aleatorio me jugó una mala pasada.
Comenzó a sonar "Mi oportunidad" de Indios.

"Estamos todos en la misma,
nadie nos va a salvar
El mundo gira todo el día,
es un enigma de amor

Estamos hechos de cenizas
de los que ya no están
El mundo flota en el espacio
Y en el de tus labios

Esta es mi oportunidad
de llegar hasta tu cuerpo
Esta es mi oportunidad
de llegar hasta tu cuerpo

Estamos todos en la misma,
un halo de cristal
El mundo gira todo el día,
es un enigma

Lo brillante de la oscuridad
yo lo vi en tus ojos negros"

A pesar de la tristeza que desprendía la canción, sonreí.
Me hacía acordar a Lula. Esta banda nos gustaba a las dos y solíamos escucharla juntas mientras fumábamos y compartíamos noches de insomnio, con charlas "profundas" producto del sueño.
Caminé por esa ciudad ajena y repleta de gente.
No quería estar acá, quería volver, darle un abrazo a Guido y escuchar este tema con Lucía.
Mi día a día consistía en peleas idiotas y sin rumbo con mi mamá.
La convivencia era insoportable.
Papá también odiaba esta ciudad y este país, por lo que no le ponía mucho esfuerzo a su trabajo.
Los tres, completamente solos e intentando aislarnos, ajenos al estilo de vida yanqui, éramos una bomba a punto de estallar en esas cuatro paredes infernales.
Mi estado físico no me permitía ir a donde se me diera la gana.
Si bien había recuperado bastante peso, siempre seguiría siendo necesario que me controlen.
El celular que me prestaron no recibía señal, ni podía mandar mensajes porque no tenía número. Sólo tenía una memoria cargada de canciones que elegí.
Caminé.
Paré en algunas vidrieras a ver ropa, de todas formas no disponía de dinero para comprar nada.
Vi varias camperas de cuero y me acordé del rubio. Con su look tan canchero, que él lleva con naturalidad. Él no era como yo, él no fingía. Era quien era, y con orgullo.
Caminé.
Paré en algunas librerías y chusmeé algunos libros.
Caminé.
Paré en algunas disquerías para ver cd's o discos de vinilo.
En la sección de rock, con cada artista me imaginaba escuchándolo junto a Guido, como hacíamos en las noches de lectura.
Cuando quise volver a casa, no tenía idea de donde estaba.
Necesitaba encontrar una forma de regresar o no me dejarían salir nunca más.
Tuve un fuerte mareo, algo que no me pasaba hace rato, y sentí ganas de vomitar.
Me sentía sola, asustada y cansada.
Deseaba tener un teléfono y alguien a quien llamar, que me venga a buscar y salve de esta situación horrible.
En la cuadra de en frente, brillaba un McDonal's. Corrí, e intentando evitar el olor a comida, llegué al baño.
Vomitar me dolía. Mi garganta estaba muy lastimada.
Me senté sobre el piso frío del baño, apoyé mi cabeza sobre la puerta y lloré.
Como una nenita.
Estaba desesperada, perdida y aturdida.
Escuché que alguien tocaba la puerta.
-¿Are you ok?- una voz dulce y femenina.
-No...
-Go out, there is nobody.
Me levanté, y le hice caso.
Al abrir la puerta me encontré con una chica rubia, de pelo corto y delgada.
Una sonrisa relajada y cargada de paz, decoraba su tierna cara.
Debía tener unos 15 años más o menos.
-¿what did happen to you?-preguntó.
Le expliqué mi situación y volví a llorar.
-You can use my telephone- me ofreció un samsung, blanco, táctil y con la pantalla rota.
-Thanks.
Chau libertad...
Marqué el número.
Al instante atendió mi mamá.
-¿Quién habla?
-Ma, soy Maga...-me interrumpió con sus gritos de "¿dónde estás?" - ¡¿Me podes escuchar?! -grité. La chica a mi lado se asustó.
-Sorry- me disculpé. Ella se limitó a sonreír.

De alguna forma conseguí la dirección y pedir que me pasen a buscar.
Le agradecí varias veces a la chica y no la volví a ver.
Mi mamá llegó, con una clara cara de fastidio, a buscarme.
Al entrar al auto, no dudó un segundo en sermonearme.
-¿Y si yo no estaba o no te atendía? Magalí, sos una mujer grande...- la interrumpí, aunque sé que odia que lo haga.
-¡Si soy una mujer grande entonces deberías dejar que vuelva a mi país y sea feliz a mi manera!-grité.
Aprendí a no llorar con ella en frente. Me mantuve fuerte a la espera de un golpe o un insulto.
Para mi sorpresa, sólo habló, con voz baja pero firme.
-De eso vamos a hablar en casa...
La miré, confundida.
Ella siempre sería un misterio eterno para mí.
Abrí la boca para preguntar, pero me calló con un "shh".
Miré por la ventana mientras viajaba.
Logré un poco de paz. Susurré un poco la letra de la canción que anteriormente había escuchado.
En mi mente sonaba la risa de Lula, llena de alegría. Los ojos achinados de Gastón. La sonrisa de Guido. El perfume a cigarrillo de Pato. Las manos de uñas largas de Ana, que movía cuando hablaba. Las ondas en el pelo de Valen...
Éramos un lindo grupo. Seguro ellos llegaron a más.
Más anécdotas. Más risas.
Más música. Más.

Me dolía la cabeza y seguía con ganas de vomitar.
-Vos no estarás haciendo las cosas mal otra vez, ¿no?- dudó mi mamá cuando se lo comenté.
-No, sólo estoy cansada. Voy a dormir...-quise despedirme.
-De eso nada, hay que hablar- anunció.
Mi papá nos esperaba en la cocina.
-Bueno, hay una buena oferta de trabajo y un centro para que puedas seguir tu tratamiento, hija. Así que...
-¡Volvemos a Argentina!- gritaron los dos.
-Ya estoy harto de esta vida...-empezó su soliloquio mi papá, pero no lo escuché.
Volví a vomitar, y ahí me desmayé.
Esta era mi oportunidad de volver a empezar de verdad.

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Hola!!!
Ya se que desaparecí, perdón.
El capítulo de hoy se lo dedico a Pulpi, es un regalo de cumpleaños tarde :/
Empecé las clases y la verdad estoy súper cansada pero de a poco me voy a ir organizando para poder escribir algo.
Paciencia.
Gracias por leer, espero comentarios (me hace feliz leerlas)

Algo Personal #2:Por Mil NochesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora