Nenes.

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Narra Guido

-¿Se durmió?-le pregunté a Anabela cuando la vi ingresar a la cocina.
Me hallaba sentado en la mesada batiendo café para los tres.
Lula acomodaba algunos papeles de su próxima obra mientras esperaba la dichosa bebida.
-Sí, costó pero...-cayó sentada a una de las sillas que rodeaban la mesa; junto a un suspiro de cansancio.
-Eu, tenés una caripela...-comentó Lu cuando levantó la vista y vió a Ana.
La morocha tenía ojeras muy fuertes y el pelo despeinado. Estaba muy pálida y parecía nerviosa.
-¿Querés que te lleve a tu casa?- me ofrecí- Te ves mal, ¿te sentís bien?
-Estoy bien, y ahora con tu comentario mucho mejor-sonrió falsamente.
-Bueno, perdón... ¿Querés?
-Si, por favor. Tengo que terminar unos trabajos y bañarme...
-Tomamos este cafecito y después el rubio te lleva, ¿si?
Ani aceptó. Apuré un poco mi tarea y a los 15 minutos los tres disfrutábamos de aquél líquido espeso y reconfortante que tanto nos gusta.
-Amo tu café, Guido.
-Ay yo también, te voy a esclavizar para que me hagas uno siempre que quiera-bromeó Lucía.
-No eh, que acá la única esclava sos vos- le devolví el chiste con una sonrisa.
Permanecimos un rato tratando de sacarle tensión al momento con chistes, comentarios y temas sin sentido o mucha importancia hasta que llegó la hora de que Ana se vaya.
Agarró su celular, sus llaves y salimos.

"Nene, ya estás grande al parecer 
Nena, ya estás hecha una mujer 
Salgan a la vida 
chóquense con la pared 

Nene, aléjate por tu bien 
Nena, vos quédate por tu mal 
Todo lo que busco lo sigo sin encontrar 

Me da igual que me tomes o me dejes 
Me da igual si me equivoqué 
Pero este soñador ya está bien despierto 
Buscando su revancha 

¿No lo ves? 
El mundo se volvió tan cruel 
El loco seré yo porque 
Estoy mucho mejor que ayer 

Nene, ¿Que tan genio te crees? 
Nena, ¿Que tan tonta puedes ser? 
Son todos iguales sin quererse parecer 

Me da igual que me tomes o me dejes 
Me da igual si me equivoqué 
Pero este soñador ya está bien despierto 
Buscando su revancha 

¿No lo ves? 
El mundo se volvió tan cruel 
El loco seré yo porque 
Estoy mucho mejor que ayer"

-Gracias, nos vemos. Avisame cualquier cosa- se despidió.
Todo el viaje fue en silencio, ninguno tenía mucho para decir y Ana insistía en que no sabía quién era esa tal Mónica. Se notaba a años luz de distancia que mentía, la conocía lo suficiente como para detectar sus risitas nerviosas.
-Dale, no te preocupes. Trata de descansar. ¡Chau!
En el viaje de vuelta a la casa de la colorada, me lo pasé silbando.
No quise encender la radio y poner algún cd por tan corto tiempo me daba paja.
Conduje hasta allá y al llegar, le avisé por whatsapp a Lula.
-Holis otra vez- me saludó.
-"Holis".¿Pato sigue durmiendo?-pregunté mientras ingresaba a su hogar.
-Sipi, esperemos que cuando se despierte esté bien y más tranquilo... ¿Ana todo bien?
Escuché el ruido de la puerta cerrarse.
-Si...pero para mí oculta algo, ¿vos tenés alguna idea?
-Mmmno, o si esconde algo...¡ay!-gritó.
Caminar por su casa era una gran dificultad. Ella había tropezado contra una mesa ratona y cayó sobre mí.
-Te atajé- dije, orgulloso de evitar que caiga al piso.
Entre nosotros existía un poco de tensión sexual y esta cercanía me estaba poniendo ligeramente nervioso.
-Eh...sí, gracias-se enderezó.
La tomé por la cintura y acerqué a mí.
Sus ojitos marrón oscuro brillaban a través de los vidrios de sus anteojos. Quería hacerlo de una vez por todas, darnos un buen beso.
Sentía el familiar olor a cigarrillo que desprendía su boca, abierta a la espera de la mía.
-Guido...no-intentó frenarme justo cuando nos faltaba muy poco para unir nuestras bocas.
-Shhh...
La apreté más contra mi cuerpo y, después de un año de situaciones y poses incómodas, nos besamos.
Al principio fue raro, nos movíamos con torpeza y un poco de vergüenza. Lula había estado con Pato una vez. Con el tiempo nos fuimos afianzando y calentando más.
Bajé mis manos a su cola. La colorada tenía un muy buen culo,redondo y apretujable. Con Pato solíamos admirarlo cuando ella no lo notaba, y Gastón tampoco. Él, en las veces en que se dió cuenta, nos dijo que estaba mal lo que hacíamos, que era machista y un discurso interminable sobre las mujeres no son un objeto. Estoy de acuerdo pero, mi naturaleza masculina me reclama. Por fin podía deleitarme con él.
Las suyas subieron a mi cuello, y sus dedos se enredaron entre mis rulos.
La acorralé contra una pared y besé su cuello.
-Guido...basta.- agarró mi cabeza para que la mire a los ojos- Esto no está bien, vos seguís enamorado de Maga y encima andas con Agus, que es mi amiga.
Los dos teníamos la respiración agitada, y estoy seguro que si no fuera porque Patricio ocupaba su pieza durmiendo una siesta, la hubiera arrastrado hasta allá.
-Tenes razón... Bueno, no. No tenés razón.- la contradije- Vos a mi me gustas, con o sin Maga de por medio.Aparte Agus me cortó todo. Y se te nota que te gusto,-arqueó una ceja- ¿cuál hay? Podemos coger, no tiene nada de malo.
-¿Cómo que cuál hay? ¿Sos o te haces?¿Cómo que te cortó? Bue, tiene lógica- dijo refiriéndose a lo que estábamos haciendo-Vamos a la cocina y terminemos con esto. No quiero que se repita,¿ok?
-Ok.
De bronca, mientras la seguía hacia la otra habitación, le mandé un mensaje a Florencia, una morocha con la que me acosté algunas veces.
<<Te pinta vernos esta noche?>>
-Ya que la nombraste,-inició tema Lule- así que te viste con Maga...
-¿Sabes?-me sorprendí.
-Pato me dijo pero sin muchos detalles-confesó-, contame todo.
Era un poco raro hablar de mi ex y nuestro encuentro con la chica a la que minutos antes casi llevo a la cama. Sin embargo, seguíamos siendo amigos.
Le conté absolutamente todo. Durante el relato se le escapaba algún "uh", " ahnoo" o "¿posta?".
-Uy sí, yo quiero volver a hablar con ella.
-¿Con quién? - una tercera voz nos tomó por sorpresa.
Pato, en cuero y despeinado, con cara de recién despierto, estaba apoyado contra la entrada a la cocina.
Mi celular sonó.
Flor: <<Dale, venís a casa a las diez?>>
Sonrei.
<<Ok linda, nos vemos en un ratito 😼"
-Pato, ¿estás mejor?- le preguntó Lucía.
-Si. Guido, ¿no me haces un café?
-Va marchando. Pero mientras, contame qué pasó- exigí.
-Es una larga historia y no quiero contarla-me cortó el mambo con malhumor.
-Pero no te podemos ayudar si no nos decís.
Pato dudó.

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Hola!!!
Trato de no desaparecer y volver a la costumbre de escribir seguido.
¿Qué opinan?
¿Pato va a contar?
¿Cómo hubieran reaccionado siendo Lula con el beso de Guido?
Comenten, yo las leo ;)

Gracias por leer!!

Algo Personal #2:Por Mil NochesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora