Capítulo 4

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Emma

Se empezó a cerrar la puerta del garaje y vemos a mi padre acercarse extrañado al vernos.

- ¿Qué hacéis todavía aquí? ¿No tenías tu las llaves de esta puerta?- pregunta señalando la puerta de entrada principal.

- No papa, las tenias tú, pero...- Dije sin terminar la frase, acordándome de que yo tenía una copia de las llaves.

- ¿Pero que hija?

Empecé a buscarme en los bolsillo rápido, noté que algo sonaba en el bolsillo de la camisa de cuadros.

- ¡Aquí están! Tenia yo una copia que cogí esta mañana por si acaso.- dije alzando las llaves para enseñárselas a mis padres. Me miraron con caras de desesperación.

- Hija enserio, yo buscando en el bolso y resulta que la que tiene llaves eres tú.- dijo mi madre.

- Perdón mamá.- dije agachando la cabeza en signo de arrepentimiento.

- Anda ve a abrir la puerta.- dijo mi padre.

- Voy.- dije algo triste al ver la reacción de mi madre.

Corrí hasta la puerta, e intenté abrir probando todas las llaves hasta que, como no, la última de las llaves era la que abría la puerta.

- Ya está.- Dije empujando la puerta, yendo directa a mi cuarto nada más entrar.

- ¡Emma baja a la entrada por favor!- Escuche gritar a mi padre para llamarme.

Baje todo lo deprisa que pude, con cuidado de no tropezar y caer al suelo.

- Dime papa.

- Tu madre y yo hemos estado pensando en celebrar lo de tu nueva casa, ¿te apetecería?- dijo mi padre.

- Claro, me encantaría, ¿dónde sería?- dije saltando de alegría por dentro.

- En el restaurante que han abierto hace poco en el centro de la ciudad.- Dijo mi padre.

- ¿Cuál?- Pregunté extrañada.

- Ese en el que el chef es un famoso que ha triunfado con sus platos en toda Europa y Asia.- Dijo mi padre.

- A sí ya se cual decís.- dije emocionada ante la idea, era un restaurante muy famoso y, por lo que dicen, bastante bonito.

- Vale entonces, ¿te gustaría ir?- pregunto mi padre.

- Claro que si papa.- Dije saltando de alegría, literalmente, y abrazando a la vez a mis padres.

- Entonces cielo ve a ponerte elegante.- dijo mi madre sonriente ante mi evidente y notable emoción mientras señalaba con la mano las escaleras en señal de que subiera a cambiarme.

- Voy mama.- dije echando a correr escaleras arriba, casi tropezando por el camino.

Subí hasta mi cuarto, abrí el armario y empecé a sacar todo tipo de ropa, desde sudaderas anchas y camisas sin mangas hasta vestidos horteras, volaba ropa por todos lados, hasta que entre todo ese caos de ropa encontré un vestido palabra de honor color rojo que iba con una cinta en la cintura de color negro que se hacia lazo en la espalda y tacones, ambos de color negro. 

Como era obvio, primero me metí a duchar, después de haber estado haciendo cosas todo el día. Me quede relajada, aunque desearía haber podido tomarme un baño en condiciones con bomba de baño, pero no era momento para ello. Al terminar, salí, me seque el cuerpo mientras tenia una toalla enrollada en el pelo, me vestí y maquille sencillo y por ultimo me seque el pelo y lo cepille, metí lo necesario en un bolso precioso y ya estaba lista para irme al restaurante con mis padres. Baje hasta la cocina, donde se encontraban mis padres.

La chica de al lado [REESCRIBIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora