CAPITULO 56

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Cuenta Peter:

Dos semas y media desde lo acontecido con Mariana, había decidido comenzar a llamarla así porque me hacia sentirla un poco más distante, estaba mucho más concentrado en la oficina y lógicamente en el trabajo; estaba empezando a trabajar en unos casos zarpados y sentía que con esa adrenalina que de cierta manera me producía el trabajo tenía menos tiempo para pensar en cosas o mejor dicho en personas que quería olvidar. Seguía manteniendo la misma distancia con mi familia y amigos, a pesar de que ya me sentía mejor, aún no estaba listo para responder esa cantidad de preguntas; comenzaba a pasar mucho tiempo en la oficina y poco a poco iba conociendo mejor a mis compañeros, en especial a Nati, pasábamos mucho tiempo juntos charlando y riéndonos sin parar, descubrí que teníamos muchas cosas en común y sin duda me ayudaban a olvidar a Mariana, no se si olvidar era la palabra pero por lo menos tenía menos tiempo para pensar en ella. En este mismo momento estábamos trabajando juntos en un caso importante en mi oficina los dos solos, son casi las 11 de la noche y presiento que podemos llegar a ser los últimos en el lugar

Peter: Nati, me parece que ya es un poco tarde

Nati: -Bostezando- Si

Peter: Mejor seguimos trabajando mañana

Nati: Es lo mejor, si seguimos vamos a terminar poniendo cualquier cosa

Peter: -Guardando mis cosas- ¿Venís en auto?

Nati: Si

Comenzamos a bajar al estacionamiento, nos despedimos de un beso en la mejilla y cada uno se subió a sus respectivos autos; me subí al mío y comencé a leer un par de mensajes que me había enviado Valu cuando alguien toco el vidrio de mi auto

Peter: -Bajando el vidrio- Nati, ¿Qué paso?

Nati: No me vas a creer, me quede sin gasolina en el auto

Peter: -Riendo- Vos debes ser la mina más colgada

Nati: ¡Mal! ¿No tienes algún numero de una grúa o algo?

Peter: Subite dale

Nati: No de verdad, me pasas el número y ya

Peter: Nati es muy tarde, nadie va querer venir a esta hora

Nati: Pero...

Peter: Trae tus cosas y subite dale, mañana le pedís a alguien que te traiga gasolina

Nati: Posta mil gracias

Trajo sus cosas y se subió a mi auto, comencé a conducir siguiendo las instrucciones que ella me daba mientras charlábamos un poco y escuchábamos la radio

Nati: Muero de hambre

Peter: Yo igual, ¿Te va auto Mc?

Nati: ¡RE!

Entramos a un auto Mc y comenzamos a comer mientras seguía conduciendo en dirección a su casa, nos quedaban solo un par de papas cuando Nati me informo que habíamos llegado

Peter: Lindo edificio

Nati: Gracias –Sonrisa- ¿No quieres pasar?

Peter: Es un poco tarde, la verdad prefiero irme a descansar

Nati: Si, cualquiera lo que dije –Riendo-

Peter: Nos vemos mañana

Nati: Que descanses

Peter: Vos igual

Se acerco y nuevamente depositó un beso muy cerca de la comisura de mis labios que nuevamente me descolocó un poco; Nati salió del auto y conduje hasta mi departamento, tome un poco de agua de la cocina y camine al living para costarme, aun no podía dormir en mi cuarto pero no podía vivir en el living de mi casa para siempre, mañana sacaría sus cosas y volvería a entrar ahí como si nada hubiera pasado y era una decisión tomada.

DESDE QUE TE VIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora