CAPITULO 58

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Habían pasado un par de horas y seguíamos en el hospital; mamá, Cande y Agus habían llegado pero aún no nos decían nada, estaba comenzando a desesperarme cuando una enfermera nos llamó

Enfermera: ¿Usted es el padre del bebé?

Peter: Si, ¿Le paso algo?

Enfermera: Tranquilo –Sonriendo- Esta todo bien

Peter: ¿Puedo pasar a verla?

Enfermera: Si claro, le van a hacer una ecografía

Seguí a la enfermera hasta un cuarto en el que estaba Lali en la camilla, me vio y volteo la cara, entro la ginecóloga y comenzó a preparar todo para la ecografía, me senté a su lado pero ella no me miraba, simplemente se limitaba a observar la pantalla en la que se haría la ecografía

Ginecóloga: -Comenzando a ponerle el gel- ¿De cuantas semanas estas?

Lali: Ocho semanas

Ginecóloga: Muy bien

Comenzó a mover ese aparato extraño por la panza de Lali hasta que vimos una cosita tan pequeñita que parecía un frijol

Ginecóloga: Aquí esta

Peter: ¿Ya se puede saber el sexo?

Ginecóloga: No –Riendo- Todavía es muy chiquito, pero –Mostrándonos- ya se pueden ver sus brazos y piernas, además sus orejas se comienzan a formar así que ya los va poder comenzar a escuchar –Sonriendo- De igual manera, se tiene que tener mucho cuidado sobre todo hasta el tercer mes, lo que paso hoy no se puede repetir chicos

Peter: Y no va volver a pasar

Ginecóloga: Mariana, es muy importante que te alimentes bien porque Él se alimenta de vos, cero cigarro y alcohol por favor, solo puedes tomar medicamentos que te recete tu médico

Lali: -Asintiendo-

Ginecóloga: Necesitan ir con su ginecólogo de siempre para que cheque el tema del peso y eso porque aquí no tengo su historial –Asentí- Ahora vamos a escuchar los latidos del bebé para asegurarnos de que todo esta bien, aparentemente todo esta perfecto pero vamos a ver como va su corazón

Hizo unas cosas raras con la máquina y poco a poco comenzamos a escuchar el latido de su corazón, era una sensación que no podía describir; la piel se me erizó en el momento y al ver a Lali pude ver un par de lagrimas acumuladas en sus ojos que no dejo salir puesto que se las limpió rápidamente. La ginecóloga le retiró el gel y nos dio las recomendaciones finales mientras firmaba al alta, ella seguía sin hablarme y no sabía que pasaría ahora, necesitábamos hablar pero no sabía como abordar el tema; salimos del consultorio y comenzó a caminar sin decirme nada, llegó a la sala de espera y abrazó con fuerza a los que nos esperaban. Mamá me lanzó una de sus miradas con las que te ordena que tienes que hacer algo y era el momento, tenía que hablar con Lali

Peter: ¿Nos pueden dejar solos?

Lali: -Mirándome-

Claudia: -Dándome las llaves de su auto- Nosotros nos vamos, cuídense

Todos se fueron y Lali solo me miraba, un hospital no era el mejor lugar para hablar así que con miedo a lo que me dijera le diría que fuéramos al departamento

Peter: ¿Vamos al departamento?

Lali: -Negando-

Peter: Tenemos que hablar La

Ella me miro y se sorprendió tanto como yo al llamarla de esa manera, hacía tanto tiempo desde la última vez que le dije así; simplemente se limitó a asentir y comenzamos a caminar hasta el auto de mamá, le abrí la puerta y se subió sin decir ni una palabra, el silencio permaneció todo el camino. Llegamos y podía notar su incomodidad, comenzó a observar el lugar y pude ver como volteó a esos lugares en los que solía haber fotos de nosotros, al no encontrarlas simplemente me miró como preguntándome que seguía ahora y la dirigí para que nos sentáramos en el living

DESDE QUE TE VIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora