Carta de Guerra (Gay)

Parte 1

18 de Febrero, 1943

Puerto de San Francisco, Estados Unidos

El aire frío que corría en el puerto me calaba los huesos, los llantos de las mujeres despidiendo a sus maridos se mezclaban con el sonido de las gaviotas al graznar. Las olas golpeaban con algo de fuerza a la maquina donde nos transportaríamos a la base 50 en Hawái. Mi madre me arreglaba el cuello de mi uniforme color beige, se limpiaba las lágrimas y como podía se arreglaba su maltrecho peinado.

Sarah, mi hermanita de seis años no dejaba de llorar mientras sostenía con sus dos brazos a la altura de su pecho un oso de felpa gris que yo le había regalado de cumpleaños.

El sonoro sonido de la trompeta del barco, indicaba que ya era hora de partir. De demostrar que mi mes de entrenamiento express me había servido y era lo suficientemente capaz de dar mi vida en el campo de batalla contra los nipones. Pero antes tenía que estar unas semanas en esa base que según mis compañeros era la más estricta de todas.

— ¡Caleb Ross!— resonó por todo el lugar la voz metálica del altavoz.

Me dirigí hacía la embarcación, antes de entrar busqué con mi vista al dueño de mi corazón. No estaba. La sociedad no permitía que dos hombres demostraran su amor en público. Eso me entristecía un poco, un día podríamos estar felices los dos con unos niños que nos robaríamos por allí.

La oleada de recuerdos de la noche anterior me invadió, como nuestros cuerpos se acariciaban y se despedían por un tiempo indefinido, debido a que yo me iba a la guerra, a defender nuestro país. Él era un piloto de avión y estaba en el escuadrón 230. Nos habíamos prometido mientras nos entregábamos volver con vida al finalizar esa guerra.

Tenía que vivir.

UkB4J