Amor/ Desamor.

Lluvia de recuerdos.

Te he visto por primera vez, tú has creído que no, y me haz contado que mi rostro estaba ahí pero no miraba hacia tus ojos, que cruel mentira.
Yo te vi. Y fue ahí donde supe que no podía no quererte.

Bajé las persianas en busca de oscuridad, y tu luz estuvo ahí para iluminarme.
Como la primera vez que te toqué.

Fue tan mágico el último beso que nos dimos, hace cinco minutos atrás, antes de que te marches al trabajo y yo me ponga a relatar esto; fue mágico, como la primera vez que te besé, cuando me atreví a hacerlo después de mucho mirarte a los ojos y no poder.

Y no entenderías la fuerza con la que te quiero, porque no puedes conectar tu cerebro al mío. Pero sé que escuchas mi corazón latir después de cada encuentro.

Recuerdo tu aroma, está clavado constantemente en mi olfato, la mezcla de tu naturaleza y tu perfume favorito.

No lo sabes, y yo lo sé, que nunca antes nadie ha memorizado la forma de tu rostro o el surco en tu pecho, no antes de mi.

Antes de mi no hay.
No hay ni habrá quien encuentre tus defectos placenteros.
No hubo quien te quiera hasta los huesos.
No habrá quien te quiera como yo.
No habrá quien sea como nosotros.